Pregón de María Luisa Llavona en el restaurante Casa Carlos

Pregón de María Luisa Llavona en el restaurante Casa Carlos

La presidenta de la Cofradía Doña Gontrodo fue la encargada este jueves de pronunciar el pregón del encuentro gastronómico celebrado en el restaurante casa Carlos, en Llanera, dentro del programa de jornada gastronómicas organizadas por Gustavo Izquierdo y ante más de un centenar de invitados.

 

 

 

Pregón de MARIA LUISA LLAVONA CORZO

COCINA TRADICIONAL ASTURIANA

Señoras y Señores:

Solicito su permiso y su venia, porque el protocolo medieval así lo exige, para que en la lengua de (MESTER DE JUGLARIA) les presente nuestra historia de cofradía, nuestra presencia en actos de asturianía y ¡ como no ¡ nuestra vinculación con la tradición y cultura de la cocina de Asturias.

Estoy segura  que todos ustedes, ya desde estas primeras palabras, se harán eco de los mismos sentimientos que albergaba el corazón de don Nuño Manso de Jarama personaje como es sabido, de “La venganza de Don Mendo”.

 “Vuestro canto,  juglar, es un encanto;

Hame gustado desde su principio

y es prodigioso que entre tanto canto

No exista ningún ripio….

Vayamos pues, a nuestra historia;  esa que se remonta nada menos que al año 1132 y que, trasladada a tiempos de hoy, seria protagonista indiscutible del programa de tv. Sálvame  Diario y diana, blanco y victima de sus colaboradores.

Ellos, los padres de la protagonista, se llamaban Pedro Díaz  (apodado El Asturiano) y ella María Ordoñez;  ricos hacendados en una Asturias que había sido reino y cuna de España. Tuvieron una hija a la que llamaron Gontrodo  y que por descender de Pedro, en vez de darle el apellido Pérez, que sería lo más culto, la nominaron como Gontrodo la de Pedro; pero dicho en latín, que resultaba más intelectual:  Gontrodo Petri.

La niña creció en inteligencia, salud y belleza; (PULCHRA NIMIS), demasiado hermosa, como decían los cronicones de la época.

 

 

 

“Era su voz melodiosa

Cual la campana de Huesca;

Muy sublime, cadenciosa

E más fresca que una rosa…

¿quizás demasiado fresca? “.

Y sucedió que en aquel año de 1132 el rey-emperador don Alfonso  VII,  batallador y braguetero, vino a Asturias con el intento de poner orden al inquieto Gonzalo Peláez. Y en Asturias agasajado con su corte de nobles palaciegos y ricos hacendados, conoció a la bellísima Gontrodo….

“…tanto gusto la dama al propio rey, que exclamó al conocella:

¡Por Cristo, que en mi vida logre ver

una tan linda mujer,

como la que agora he visto ¡

A su conquista me lanzo,

y rápido como un cohete

puso cerco a la señora,

que al cabo  de media hora

era ya de Alfonso Siete”

Fruto de esos amores, tan repentinos como intensos, nació en 1133 doña Urraca, casada en 1144 (once años tenía la niña) con don García Ramírez, rey de Navarra; del que enviudo en 1150. Doña Urraca vino de regreso a su Asturias natal con honores de reina y Doña Gontrodo, su madre, con gran sentido de la discreción y de la prudencia, “cumplidos ya sus deseos terrenos, se ocupo cuanto pudo de los negocios celestiales”.

Entre esos “negocios celestiales” sobresale con luz de destello la fundación del Monasterio ovetense de Santa María de la Vega; monacato del que ella misma formo parte de su comunidad (“Gontrodo santimonialis facta”, dice la crónica Adefonsi Imperatori),  según costumbre de aquellas damas que habían sido protagonistas de episodios cortesanos un tanto censurables.

 

 

Y aquí termina lo que sería el Sálvame, comenzando la realidad de nuestra Cofradía.

Doña Gontrodo, estamos seguras de ello, debió ser mujer culta, prudente, organizadora en grado de suma meticulosidad, emprendedora, inteligente, mujer de iniciativas innovadoras….

Es indudable que la economía conventual debió forjar su espíritu de ahorro y de buen gusto, tan propio de la actividad monástica; regida siempre por el lema ora et labora , reza y trabaja.

El buen cocinar ( decía Santa Teresa que Dios también se encuentra entre los pucheros) debió de formar parte de esa economía monacal – casi mejor decir monjil– en su Monasterio de Santa María de la Vega. Y allí, entre fogones, se formaría escuela de cocina asturiana; saberes y sabores que, lógicamente, debieron trasladarse  a las gentes del pueblo.

Doña Gontrodo y sus monjas. He aquí, una vez más, el protagonismo de una cocina regional que, como la asturiana, es auténticamente matriarcal.

Es la cocina de –valga la incorreción-  LA AMA DE CASA; es decir, de la abuela, de la madre…..; esa cocina que se transmite a hijas, nueras, nietas y cuyos secretos de elaboración son guardados celosamente por esa “mujer fuerte” que lleva las riendas del hogar para que, en un futuro, sean heredados por sus descendientes.

 

El Ama es quien elabora los guisos, distribuye la comida, prepara el fermento amasa y cuece el pan, limpia y cuida de la casa.  Alterar esa costumbre es – FUE- blanco de críticas y censuras.

Lo dice el cantar:

No hay hombre más buenu

Que el mi probe Xuan.

El fai lo de casa

Feliz y contentu;

El fai el formientu;

El amasa el pan.

Y precisamente por eso:

Todes les vecines

Critiquen de Xuan.

¡Ay, mio Xuan del alma!

Tu non fagas casu,

Non salgas del pasu

Por el que diran…

Nosotras las Cofrades de Doña Gontrodo, intentamos la promoción de esa cocina de Asturias que recorre conjuntamente caminos de tradición, de evolución innovadora. Ensalzamos el pasado, porque es nuestra historia, y damos la bienvenida al futuro, que es garantía de presencia y de continuidad.

La cocina de Asturias es, ¡como no!, cocina de Doña Gontrodo. Y lo es también, de todas las cofradías asturianas que defienden nuestros productos agroalimentarios.

 

 

La cocina de Asturias, hoy, es patrimonio de DAMAS y de CABALLEROS; sin distinción de razas, religión, actividad política o situación social. Es una cocina popular y democrática, que es expresión muy de moda.

El menú de hoy, promovido por el amigo Gustavo , diseñado y elaborado en los prestigiosos fogones de Casa Carlos ; encierra en su esencia todo ese símbolo de asturiania que exigen  la historia y la innovación.

Es, en primer lugar, oferta de quesos regionales; que por algo Asturias atesora la mayor densidad de quesos artesanales presentes en toda la Comunidad Europea. Le sigue la fabada, en la actualidad emblema de la mejor mesa regional, con tradición de reminiscencia americana y con afianzamiento de asturiania, al menos a partir de mediados del siglo XIX.

Continuaremos con el Arroz con leche, dulcería de origen árabe, españolizado en tiempos ya del siglo XIV y asturianizado desde, al menos, el siglo XVII.

Quesos, fabada y arroz con leche.  Recordemos pues,  lo dicho por don Julio Camba: “Esto de la fabada está muy bien; habrá que repetir para tomarle mejor el gusto”  ¡Y ya se había comido el célebre crítico gastronómico dos platos!

Asturias la región de los más de doscientos verdes, paraíso natural y paréntesis de belleza entre mar y montaña, es escaparate de buen comer y mejor cocinar.

Aquí y ahora, en este salón comedor, bajo el manto y capa de Doña Gontrodo, somos testigo y testimonio de ello.

Buen provecho y ¡Muchas Gracias

2 comentarios

  • # truffa Responder

    04/11/2012 23:19

    Muy buen Pregón, Mª Luisa y muy bien documentado. Enhorabuena mª Luisa. Has esatdo BRILLANTE!!!!

  • # Alessandro Responder

    22/11/2012 12:58

    Maravilloso Pregón, me gustó tanto que lo puse en Facebook porque lo puedan leer mis amigos italianos. Enhorabuena Mª Luisa LLavona Corzo. Has estado GENIAL!!

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