Antonio Turiel desvela en Petrocalipsis un negro panorama energético y alguna esperanza

Antonio Turiel desvela en Petrocalipsis un negro panorama energético y alguna esperanza

Petrocalipsis es un análisis crudo y claro de las posibles alternativas a nuestro sistema energético actual. Frente al triunfalismo que muchas veces exhiben las noticias sobre energía, el libro plantea con concisión por qué no funcionan ni funcionarán cada una de las falsas soluciones que se han venido discutiendo durante las últimas dos décadas. No hay soluciones sencillas ni atajos al dilema que plantea la transición energética, doblemente necesaria no solo por el impacto ambiental de los combustibles fósiles, sino también por un factor a menudo ignorado: su próxima escasez. 

Pero de la entrevista al autor de este ágil análisis, que se 'devora' con sorprendente facilidad pese a lo intenso de sus propuestas, realizada por el director emérito de AM, puede inferirse que aún cabe alguna esperanza...si cambiamos muchas conductas, especialmente políticas, pero tambièn individuales y como sociedad en conjunto.

 

ANTONIO TURIEL, autor de “Petrocalipsis

 

  • 1) Sorprende que la información necesaria para confirmar la exposición del autor sobre la indisponibilidad futura de las distintas fuentes de energía se encuentre fácilmente –una vez orientado hacia ella—y, sin embargo, el discurso oficial en todo el mundo la orille palmariamente. ¿Tanto puede el poder económico?

Digamos que hay más bien una cierta autolimitación rayana en la autocensura. Hay siempre el temor a decir algo inconveniente y ser tachado de extremista o de excéntrico, y en ambientes corporativos se ve como poco profesional y te puede costar el trabajo. Por ese motivo, solo los que estamos en el ámbito académico podemos hablar con cierta franqueza de estas cosas.

 

  • 2) Y, en ese sentido, tantos centenares de personas en los gobiernos de más de 200 naciones ¿pueden seguir mirando hacia otro lado?

 

Los Gobiernos son perfectamente conscientes de estos problemas, y a su manera intentan poner en marcha iniciativas para paliarlos, pero siempre buscando no molestar o ofender a los grandes poderes económicos. Toda la actual discusión sobre el Pacto Verde Europeo, la Transición Ecológica, el hidrógeno verde,… responden al mismo objetivo: formalmente, adaptarse al Cambio Climático; realmente, dar una respuesta a la inminente escasez de combustibles fósiles. El problema de todas esas medidas es que es demasiado poco y demasiado tarde, y que no atacan la verdadera raíz de los problemas. Pero costará mucho que a nivel de los gobiernos se entienda que las medidas a tomar son otras completa y radicalmente diferentes, porque en última instancia lo que se debería hacer oficializaría el fin del capitalismo tal y como lo entendemos ahora mismo, y eso es prácticamente una blasfemia hoy en día, es algo que no se puede hablar. Por tanto, no nos queda más remedio que esperar a que las primeras consecuencias de la falta de acción eficaz se empiecen a manifestar, y esperemos que entonces haya una reacción, habiendo faltado una acción proactiva.

 

  • 3) En su análisis, descarta con bastante rotundidad que no pueden esperarse de la ciencia soluciones a la escasez de energía, ni ahora ni en un futuro próximo. ¿Es así? ? ¿Tan rotundo?

 

Llevo 20 años estudiando este problema. Yo no veo absolutamente nada, ni en lo que existe ni en lo que yo conozco que se esté investigando, que tenga el potencial de cambiar la situación actual, ni de lejos. Peor aún: veo recurrir a viejas ideas que llevan décadas sobre la mesa y que reaparecen cada 5-10 años: que si reactores nucleares de IV generación, que si biocombustibles de 2ª generación, que si hidrógeno, que si hidratos de metano, que si placas fotovoltaicas de lámina delgada/tricapa/lo que sea y así un largo etcétera de promesas que jamás se cumplen. Hay una diferencia enorme entre un prototipo de laboratorio y un modelo comercialmente viable. Y últimamente estamos llegando al extremo de publicitar a bombo y platillo ideas que aún no han salido de la mesa de diseño y  la especulación teórica: síntoma claro de desesperación.

 

  • 4) Podría un pronunciamiento mundial de los científicos servir de revulsivo para impulsar una nueva filosofía del consumo y la forma de vida basada en el ciclo económico capitalista para un planeta ‘inagotable’

Ha habido ya dos manifiestos internacionales denominados “Aviso de científicos concienciados a la Humanidad”, uno escrito en 1992 y otro, 25 años más tarde, en 2017. A nivel de España, hubo el manifiesto “Última llamada” en 2014, a la firma del cual se añadieron algunas personalidades hoy relevantes. La mayor parte de la gente ni sabe que existen estos manifiestos, y de los pocos que los conocen la mayoría no se los toman suficientemente en serio. De hecho, continuamente están publicándose advertencias de destacadas científicos sobre diferentes aspectos de insostenibilidad de nuestra sociedad que anticipan nuestro colapso, y cada vez se están dando más, a un ritmo alarmante. Nada pasa. Así que, no, ningún pronunciamiento de los científicos servirá de nada porque no está sirviendo de nada.

 

  • 5) Parece que el movimiento ecologista cobra fuerza a medida que las alarmas por la extinción de las especies, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son más fuertes. ¿Fía en ello alguna esperanza?

 

No, en absoluto. El poder económico coopta los movimientos ecologistas en cuanto toman alguna relevancia, y si no puede, si se resisten, los criminaliza (si tienen suerte) o los masacra. En los países del Sur Global, los líderes indígenas que protestan contra proyectos extractivistas o medioambientalmente dañinos (algunos, por cierto, promovidos por empresas españolas) suelen acabar asesinados. En Europa somos más civilizados, y simplemente los metemos en prisión por las buenas. ¿Sabía Vd. que Roger Hallam, fundador de Extinction Rebellion, está en prisión desde agosto por el crimen de “conspirar para causar un daño criminal”? Suena muy impresionante el cargo de “conspirar para causar un daño criminal”; pero, según el propio pliego de la acusación, Hallam y otras cinco personas querían hacer una pintada en la fachada de la sede de unos sindicatos (cargo que, por cierto, Hallam niega). Por algo que ni siquiera pasado y que no pasaría de una mera gamberrada (y que según parece Hallam no tenía intención de hacer) ya lleva dos meses en prisión provisional. ¿Y recuerda Vd. los cientos de detenidos preventivos en París entre miembros de asociaciones ecologistas en los días previos a la cumbre del clima de la capital gala?

Por tanto, a corto plazo solo cabe esperar una reacción cada vez más represiva e indiscriminada. Más adelante, cuando las contradicciones sean más palmarias y cuando el malestar en la calle sea más elevado quizá se pueda hacer algo, pero ahora no.

 

  • 6) La deriva mundial hacia una dictadura global y una nueva edad oscura que podría durar siglos parecen escenarios muy plausibles tras leer ‘Petrocalipsis’. Resulta aterrador, claro. ¿Piensa que hay aún tiempo de evitarlo’ ¿Qué puede hacer la gente, individual y colectivamente?

 

Siempre estamos a tiempo de evitar lo peor, inclusive el colapso. Para ello lo que hay que hacer es concienciarse y ser proactivo. No caer en discursos simplistas, populistas, que pretenden dar soluciones simples a problemas complejos, no creer en quienes nos prometan que van a hacer “España grande de nuevo” porque, simplemente, eso no es posible y que lo que de seguro harán serán nuestras libertades más pequeñas en aras de ese imposible físico. Hay que ser beligerante contra la intolerancia, hay que denunciar los abusos, hay que evitar, a toda costa, que España se meta en guerras coloniales en Argelia, Malí, Congo o cualquier otro país africano, aunque ello sea a costa de ser repudiado por nuestros socios europeos que se embarquen en tales atropellos. Hay que estar preparado para ser firme y resistir. Y, sobre todo, tenemos que creer en nosotros mismos.

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