Un asturiano creativo y valiente

Les decía en mi comentario anterior que el próximo 27 saldrá la última moto de la cadena de montaje de la factoría de Suzuky en Gijón tras décadas de producción lo que significa todo un icono de la desindustrailización que viene sufriendo Asturias en la última década. Pues bien, a no muchos kilómetros de nuestra comunidad autónoma, en la vecina León Castilla, concretamente en Valladolid, un joven matemático asturiano ha gestado un interesante proyecto industrial diseñando y fabricando por encargo el más moderno automóvil superdeportivo español bajo la marca Tauro Sport Auto. Pedro Santos Perandones, nacido en Mieres, como tantos otros al terminar la carrera como matemático no encontró salida profesional en nuestra tierra, que es la suya, y terminó recalando en la cercana Valladolid donde ha puesto en marcha este singular proyecto. El mes pasado vendió para Inglaterra seis unidades del modelo deportivo Tauro V8 Roadster.

La empresa está ubicada en el polígono industrial de San Cristóbal en Valladolid y en ella se están fabricando  por encargo coches de edición limitada como lo serán las 30 unidades previstas del Tauro V8 Spider. El modelo más popular de esta singular factoría automovilística impulsada por Pedro Santos Perandones y un grupo de empresarios españoles junto con un fabricante británico de vehículos de competición es el Tauro V8, fabricado de forma artesanal, con motor base de General Motors y cuatro variantes: Spider, Coupé, Saeta y Portago, siendo sus mercados principales la Unión Europea, Rusia, Emiratos Arabes Unidos, China y América. Pedro Santos Perandones junto con sus socios creó la empresa, de la que es presidente, en el año 2010 y poco a poco va tomando aire. Como digo, nacido en Mieres su familia reside en Oviedo donde su padre está jubilado de la Guardia Civil tras haber estado años de servicio en Mieres y en Oviedo además de haber sido hace años objeto de un atentado en el País Vasco. Pedro tiene un hermano, Indalecio, profesor de música, experto en el clarinete hasta el punto que acompañó a al mismísimo Woody Allen cuando actuó en el centro cultural Niemeyer.

Pedro Santos Perandones tiene además varias patentes de máquinas de robótica que se emplean para la reparación de automóviles y, dada su juventud, no para de innovar. Pienso que el Principado debería seguir y hasta tener contacto con estos asturianos creativos y valientemente emprendedores que andan diseminados por el mundo y cuyas aportaciones profesionales serían de lo más interesante para nuestra comunidad.

La clase empresarial en nuestra comunidad ha perdido fuerza en los últimos años y encima el otro día en una manifestación en Avilés no se les ocurre que quemar un muñeco que imitaba la figura del presidente de la patronal asturiana Severino García Vigón. Ahora que una expedición de políticos, empresarios y sindicalistas con el jefe del Ejecutivo Javier Fernández al frente se dispone a viajar de manera oficial a Colombia y México es cuando la Administración autonómica y las instituciones que están a su alrededor deberían plantearse un agresivo programa de promoción y contacto con asturianos en el exterior y no limitarse solo, de vez en cuando, a folklóricos contactos con los centros asturianos.

 



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