La Conspiración de Robert Redford

La Conspiración de Robert Redford

El próximo 2 de diciembre se estrena en España LA CONSPIRACIÓN, el drama judicial dirigido por Robert Redford sobre el asesinato de Abraham Lincoln y protagonizado por Robin Wright, James McAvoy y Kevin Kline.

 

SINOPSIS

 

Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robyn Wright), de 42 años, regenta una pensión donde el autor del magnicidio John Wilkes Booth (Toby Kebbell), de 26 años, y sus cómplices se reunieron y planearon los asesinatos simultáneos.

 

 Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James MacAvoy), un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surrat ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su defendida podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John (Johnny Simmons). Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único que se encuentra en posición de destapar la verdad y salvarle la vida.

 

 LA CONSPIRACIÓN es un fascinante thriller que se basa en los hechos que marcaron para siempre la historia de los Estados Unidos.

 

 Dirigida por Robert Redford, escrita por James D. Solomon y producida por The American Film Company en asociación con Wildwood Enterprises, la película cuenta con un reparto estelar encabezado por James McAvoy y Robin Wright en el que también destacan Kevin Kline, Evan Rachel Wood, Tom Wilkinson, Alexis Bledel, Danny Huston, Justin Long, Colm Meaney y James Badge Dale.


UN IMPACTANTE ATENTADO

 

LA CONSPIRACIÓN explora la reacción de todo un país frente a lo que, por aquel entonces, fue el crimen más horrible jamás perpetrado en la historia de los Estados Unidos: el asesinato del presidente Lincoln. «La película plasma los tenaces esfuerzos llevados a cabo por impedir que la fragmentación política del momento fuera a peor», explica el director Robert Redford. «El país estaba profundamente dividido, no solo entre el Norte y el Sur, sino incluso dentro del propio gobierno: se enfrentaban los partidarios de castigar con condenas y sanciones al derrotado Sur (medidas que generarían sufrimiento y rencor entre los confederados), y los moderados como Lincoln, que abogaban por una reconstrucción del país basada en la reconciliación».

 

El productor Brian Falk confiesa que, al igual que sus socios de la The American Film Company, quedó intrigado por los insensatos esfuerzos del magnicida Booth por «decapitar al gobierno federal. Es el tipo de historia que todos creen conocer pero que, en realidad, nadie conoce. Todos saben que Abraham Lincoln fue asesinado por un actor que se llamaba John Wilkes Booth. Pero lo que la gente ignora es la vasta y compleja conspiración que había detrás del asesinato».

 

LA CONSPIRACIÓN cuenta la historia de Mary Surratt, la única mujer presuntamente implicada en la conjura para matar a Abraham Lincoln. Los conspiradores, entre los que se halla el hijo de Mary, John, se reunieron en la pensión donde algunos de ellos se hospedaban. ¿Planearon el asesinato durante esas reuniones? ¿Estaba Mary al corriente de todo? Es más, ¿participó ella en la conspiración?

 

Hoy en día, el enigma perdura. James Solomon, guionista de LA CONSPIRACIÓN, tiene muy claro que la acusación la consideraba culpable. «No tengo la menor duda de que tanto el secretario de Guerra, Edwin Stanton, como el auditor general del Ejército, Joseph Holt, estaban convencidos de su culpabilidad; sin embargo, estoy igualmente seguro de que su abogado defensor, Frederick Aiken, la creía inocente. La verdad tiene que hallarse en alguna parte entre estos dos puntos de vista; eso es lo que me gusta pensar, porque la ambigüedad es la posición más verídica».

 

El director, Robert Redford profundiza: «La película no aborda una sola conspiración, sino varias. Está la del asesinato, desde luego, pero también existe una maquinación guiada por el oportunismo político». Stanton, secretario de Guerra y uno de los consejeros más cercanos a Lincoln, era muy poderoso en el gobierno de la época. Con el secretario de Estado Seward gravemente herido y los demás miembros del ejecutivo aturdidos y afligidos por el luto, Stanton encabezó la investigación del crimen y el procesamiento de los conspiradores.

 

Tal y como apunta Redford: «Todos eran conscientes de que la rendición que acababa de poner fin a la guerra representaba, en el mejor de los casos, una paz endeble. Y el atentado venía a amenazar directamente esa paz (...). Stanton se apresuró a afrontar esta amenaza buscando una solución inmediata, definitiva y catártica. Aquello lo llevó a tomar atajos: supo convencer a las cúpulas militar y judicial para que apoyaran su iniciativa». Los esfuerzos de Stanton culminaron en un expeditivo juicio militar y con una ejecución sumaria. A todas luces, Stanton pretendía vengar públicamente la muerte de Lincoln, consolidar la unión nacional y hacer que el país dejara atrás el trágico suceso.

 


UN TRASFONDO EMOCIONAL

 

Como telón de fondo de esas conspiraciones y maquinaciones políticas se halla, según Solomon, un profundo componente emocional: la historia de una madre y su hijo. «Tenemos a una madre que se encuentra en una situación desesperada al encontrarse básicamente abandonada por su hijo. Entonces, otro joven irrumpe en su vida y se convierte en su hijo sustituto. Y mientras que el verdadero hijo no acude a su rescate, es el sustituto el que la defiende y lucha por ella hasta el final».

 

Ese hijo sustituto no es otro que Frederick Aiken, un condecorado héroe de guerra del bando unionista que da sus primeros pasos en su carrera de abogado. Si bien en un principio defiende a Mary Surratt a regañadientes, acaba luchando por ella con uñas y dientes, enfrentándose a un sistema empeñado en ejecutarla con los demás acusados.

 

«En LA CONSPIRACIÓN, el curso de los acontecimientos aviva, tanto en Mary como en Aiken, una lucha emocional que pondrá en tela de juicio sus respectivas ideas del sentido del deber, del honor y de la lealtad. Esta cautivadora historia relata cómo se enfrentan a estos dilemas», añade Redford.

 

Solomon ahonda en este sentido: «Es una historia sobre patriotismo, honestidad y lealtades enfrentadas». Aiken, leal a Lincoln y a la causa unionista por la que luchó con valentía como capitán, trabaja junto a Reverdy Johnson (Tom Wilkinson), un letrado y senador sureño que, como el resto de los confederados, se ve obligado a prestar un aborrecido juramento de lealtad al término de la guerra. Pese a todo, Aiken admira a su mentor, comprende cuál es su deber de abogado y logra superar el rechazo que le inspiraban en un principio los presuntos asesinos. Conforme ahonda en el caso de Mary, cuestiona cada vez más sus propias lealtades hasta el punto de ser objeto del rechazo de la comunidad y de sus más cercanos amigos. Encuentra la horma de su zapato en Mary, una madre que defiende con firmeza la lealtad a su familia y, quizás también, a la causa sureña.

 


UN ARGUMENTO HISTÓRICO

 

LA CONSPIRACIÓN es el primer largometraje producido por The American Film Company (TAFC). Joe Ricketts, fundador de la sociedad de corretaje Ameritrade y cuya familia es propietaria de la franquicia de béisbol de los Chicago Cubs, creó la productora en 2008 con el fin de realizar películas comprometidas y fieles a la historia de los Estados Unidos. «La vida real suele ser más fascinante aún que la ficción», destaca Ricketts.

 

Según Solomon, guionista de LA CONSPIRACIÓN, «si Joe Ricketts no hubiera creado The American Film Company, esta película nunca habría visto la luz». La productora no trata los relatos históricos como reliquias del pasado. «La TAFC es consciente de la tremenda relevancia de esas historias y de su influencia en el presente», añade Solomon.

 

Como recuerda Falk, «el guión de LA CONSPIRACIÓN estuvo mucho tiempo circulando por Hollywood. Alguien lo tuvo entre las manos y pensó que debíamos echarle un vistazo. Sinceramente, creo que se trata del mejor guión inédito que he leído nunca».

 

De hecho, Solomon empezó a documentarse y a escribir LA CONSPIRACIÓN en 1993. «Cuando empecé el guión hace 18 años, casi todos cuantos lo vieron se quedaron sorprendidos: desconocían que subyacía una gran conspiración bajo el asesinato de Lincoln, que se perpetraron varios atentados aquella misma noche, que hubo centenares de detenciones, que un tribunal militar juzgó a los presuntos asesinos, entre ellos una mujer procesada probablemente por los crímenes de su hijo. “Una historia fascinante”, me decían, “pero demasiado desvinculada del presente”. Después del 11 de septiembre, rara vez volví a oír esa opinión».

 

Era exactamente el tipo de historias para el que la TAFC fue creada. Webster Stone, el tercer miembro del equipo directivo de la TAFC, hace hincapié en que la productora, en sintonía con su intención de explorar diversas épocas, seguirá apostando por películas que abarquen un amplio abanico histórico. Como señala Falk, «la realidad supera la ficción no solo porque es más sorprendente sino también más interesante».

 



Dejar un comentario

captcha