Un maestro del protocolo

Un amigo me comenta desde Cataluña que a sus los 95 años el profesor Felio A. Vilarrubias Solanes, nacido en Barcelona y que en el desarrollo de su carrera profesional como experto en protocolo terminó recalando en Asturias, sigue vivo y coleando en la Ciudad Condal acordándose mucho del Principado donde en las décadas de los 80 y de los 90 realizó una brillante labor en la Fundaci&0acute;n Príncipe de Asturias y en la Universidad de Oviedo. Primero desempeñó ese cargo con motivo de la entrega de los premios y luego se vinculó a la Universidad de Oviedo logrando un acuerdo con la Escuela Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores consiguiendo que el protocolo fuera una rama universitaria con reconocimiento oficial superior.

Tuve la ocasión de tratar en aquellos años a Felio Vilarrubias, un personaje singular, culto y protocolario a la vieja usanza, autor de numerosos libros sobre la especialidad, uno de los cuales firmado por él mismo guardo como oro en paño en mi biblioteca.

No exagero si digo que la labor de Felio Vilarrubias en nuestra comunidad sirvió para despertar la vocación del protocolo a muchos de nuestros jóvenes comenzando por ese hoy maestro de la especialidad que es mi admirado colega allerano Carlos Fuente quien precisamente sustituyó a Felio Vilarrubias en la Fundación Príncipe de Asturias. Luego, con la jubilación de su director Graciano García, los cambios en el patronato y la llegada de Teresa Sanjurjo como directora también se cargaron a Carlos Fuente fichando entonces al jefe de protocolo de la Diputación de Cádiz.

Mi relación profesional como periodista en el cubrimiento informativo de los premios Príncipe de Asturias hizo que surgiera una buena amistad, pese a la diferencia de edad y gobierno, con Felio Vilarrubias. Debo decir que siempre nos facilitó la labor a los informadores, plumillas y fotógrafos, para cubrir tan importante evento y su buena sintonía con la sociedad asturiana le permitió ligar con la universidad asturiana y conseguir junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y su Escuela Diplomática ese reconocimiento universitario para la especialidad que ahora es cursada cada vez por mayor número de alumnos.

Felio Vilarrubias era profesor del Instituto de Administración Local en Madrid, cargo que dejó al ser designado jefe de Protocolo y ceremonial de la Fundación Príncipe de Asturias cuando estaba destinado en la delegación de dicho instituto en Barcelona, allá por el año 1980. En Asturias se especializa aún más a través de conferencias y artículos sobre protocolo, ceremonial, heráldica, vexilología y emblemática. Su formación humana y profesional acaba de completarla con una empresa cultura e histórica como fue la reconstrucción total del Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Poblet, palacio y panteón de la Casa Real de Aragón-Barcelona.

Felio Vilarrubias, nieto de un Vilarrubias que fue destacado alcalde de Sabadell, también desempeñó la jefatura de protocolo de la Diputación de Barcelona durante el franquismo. En una entrevista periodística que le realizó en la prensa catalana mi colega Víctor Colomer este maestro del protocolo afirmaba que "el poder envenena a los políticos", gran verdad, y que el personaje que mas huella le había dejado a lo largo de su vida profesional había sido Eva Perón.

Ahora que acaba de celebrarse una nueva edición de los premios Princesa de Asturias bien merece un recuerdo en vivo al bueno de Felio Vilarrubias quien acompañó al Príncipe de Asturias, hoy Rey, en todos sus viajes desde niño y al que profesaba una gran admiración. Pero la historia es inamovible por lo que su recuerdo, su obra, su humanidad estarán siempre presente en la historia de la fundación y de la Universidad de Oviedo. Y por supuesto en la memoria de sus muchos amigos. Será cuestión, pienso, de darle un merecido homenaje que de bien nacidos en ser agradecidos.



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