Casa Lin, la embajada de Aller en Oviedo

 

No exagero nada con el título de este artículo. Es por excelencia el lugar de encuentro de todos los alleranos aquí en la capital. Su ubicación se halla en la Avda. de Colón, 14. El promotor y por consiguiente embajador es  Lin (Manuel Solís Fernández, natural de Collanzo) todo un bon vivant y no lo expreso por los años (3) que estuvo viviendo en Francia, sino porque el concepto encaja como anillo al dedo a su personalidad.

 

 

El local es un fiel reflejo de los bares con sabor añejo, aunque joven en años -su apertura, data del 2001- se lo puede tildar de chigre asturiano con todas las connotaciones. Carteles, fotos, mobiliario sin aspavientos, vasos y copas de coñac (con el anillo rojo) y la barra, todo un icono. Colaborador nato, todos los años cuelga el cartel de los "Humanitarios de San Martin" y desde el inicio está presente en la revista "Estaferia Ayerana". En cuanto al establecimiento propiamente, llama la atención que el frontal que da a la puerta de la calle, es una cocina de carbón de las tradicionales, con las arandelas que como bocas tragaban las paladas de carbón. Me crié con una de ellas, hasta que el confort dio paso a la modernidad.

 

 

La carta es un compendio entre ensaladas especiales, productos leoneses (dónde la cecina de buey reserva se lleva la palma), callos, entrecot, lomo, cachopo, y como no, los productos elaborados en Aller, tanto de embutidos como repostería. Los vinos de calidad y los de toda la vida. Del servicio y trato sobran los calificativos, hay que ir para que nadie se lo cuente y que cada cual evalúe su paso por el local. Seguro que repite y lo recomienda. Entre las joyas a resaltar hay una botella López Heredia de 1913, le hubiera encantado servir un vino a Induráin. Clientela con un poco de renombre, el rector actual Gotor y nuestro ex-rector, paisano Juanin Vázquez. Cada dos meses los restauradores de la cocina asturiana, después de sus reuniones concluyen en este emblemático chigre, como Abel del asador que lleva su nombre, Gerardo de Prendes, el Balneario de Salinas, etc. 

 

 

Cuando me entra la nostalgia de mi tierrina allerana, acudo a este refugio que sé que voy a encontrar no solo el calor de un amigo (Lin) sino que otros en las mismas circunstancias, nos arropamos entre nosotros. La mafia allerana que nadie la ponga en duda existe. Que nadie se asuste...no vamos de matones. Somos nobles y leales hasta decir basta. Ya saben, si quieren disfrutar de cómo eran aquellos chigres de solera CASA LIN, es uno de los pocos que quedan. Me viene a la memoria de cuando era guaje, un slogan de los vinos de la Vda. de Vidal, allá en mi Moreda de Aller natal. Decía así: " Quién nuestro buen vino bebe...nunca se muere". Si quieres ser eterno ya lo sabes, bebe en CASA LIN y el cielo que espere.

 

Pero, desde ayer, para Ud. lector lo vi escrito sobre un azulejo, el lema de CASA LIN es este:

 

                                ”Paz a los que llegan,

                                  Salud a los que habitan,

                                  Felicidad a los que marchan. "

 

Alleranos, asturianos, y de toda condición... sean bienvenidos. CASA LIN, su casa.

                              

 



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