Una entrevista repugnante

 En alguna ocasión pude ver el programa de Jordi Evole, el azote de la derecha, de la iglesia y de otras instituciones que no son afines a sus ideales mentales y políticos y aúnque es cierto que en muchas ocasiones sus incisivos ataques y preguntas pusieron contra las cuerdas a más de un entrevistado, ese es su estilo y así es como vende sus programas, parece ser que desde ayer o sólo ayer no fue así.

En más de una ocasión me sentí en comunión con él al destapar y contradecir tantas mentiras de no pocos políticos y empresarios, y en alguna ocasión también sentí si se puede decir pena, por la forma agresiva de tratar y preguntar a sus invitados.

Ayer, al no ser abonado de la cadena privada que emitía el partido de fútbol me dediqué a hacer zaping y cuál fue mi desagradable sorpresa cuando veo a un sanguinario y terrorista, ser el "blanco" de las preguntas de Evole, digo desagradable sorpresa por dos cosas, primero por darle voz y publicidad gratuita a quien permitía, consentía, aprobaba, etc. cientos de asesinatos en España y por otro lado desagradable por ver el trato de cariño, amistad y consentimiento con que lo trató en todas y cada una de sus preguntas.

No vi en ningún momento sentir que el entrevistado (perdonen que ni diga su nombre) esbozaba un ápice de incomodidad en las preguntas y si vi cinismo en sus respuestas, incluso prepotencia y altanería.

Vivimos en un mundo al revés donde el verdugo es la víctima?, hasta dónde vamos a llegar entrevistando  a personajes como éste dándoles categoría de dolorosos sufridores.

Asco, repugnancia, vergüenza sentí al ver que en España se puede llegar a permitir este tipo de entrevistas, pero queridas y queridos lectores, la culpa también la tengo yo que vi la entrevista, aunque les voy a ser sincero, después de 10 minutos con el asco que me daba volví a hacer zaping buscando algo que me cambiase el maltrago....y lo encontré.

El resto de lo que se y he escuchado fueron grabaciones de emisoras de radio tan asqueadas y avergonzadas como yo.

Evole, no escribiré lo más suave que me sale decirte.



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