Siempre Gabo

(Artículo del autor escrito en AsturiasMundial el 3/8/2011)

 

Vaya aquí mi admiración, por él -como escritor- quién fue el que me hizo amar los libros; y su mágico mundo literario me acompañó durante tantas veladas...que le estaré eternamente agradecido.
A "G.G.M." lo descubrí a mediados de los setenta, haciendo la "mili", atraves de un recluta granadino -no recuerdo,su nombre-, precisamente en Alcalá de Henares -cuna, de Cervantes- y para mi los dos, sin duda alguna, los mas grandes escritores en lengua castellana, aquel joven me prestó: "CIEN AÑOS DE SOLEDAD" que leí con verdadera devoción, ya que me encandiló desde la primera página, por otra parte allí, lo que nos sobraba era tiempo, así que lo devoré enseguida.
Con el devenir de los años, fui leyendo todos los libros que caían en mis manos escritos por él, hoy ocupan un sitio privilegiado en mi biblioteca (acabo de contarlos para este articulo, tengo 34) de  los cuales algunos, son primeras ediciones, que logré con mucha paciencia, tesón y pasta.
En el año 1.994, tuve el honor de conocerlo personalmente. No eramos mas de 20 personas, en un salón privado en el Hotel de le Reconquista, conversamos unos diez minutos, testigo su esposa Mercedes, estuvo encantador -a pesar de la fama que le precedía- el fue quién me presentó a su gran amigo, Carlos Fuentes, que era el motivo de la presencia de "G.G.M." aquel día en Oviedo. Vino a compañarle a la entrega del Premio Príncipe de Asturias a las Letras, que se le otorgó al escritor méxicano.
 
-Carlos, este joven, desea...
- No, .. no.., me apresuro a decir.
 
El libro que llevaba en mi mano, era: "Cien años de soledad" Cuando, Carlos Fuentes, descubrió la portada se echo a reír. Para salir de aquel desaguisado, añadí:
 
- Mañana, nos vemos en su firma de ejemplares.
- Allí, le espero, respondió, mientras se alejaba y nos volvía a dejar solos.
 
Mercedes, sonrió a su marido y éste tomó el libro (su libro) y me dejo la siguiente dedicatoria:
"Para, Manuel Luis, del amigo, -su firma- y bajo ésta 94".
 
Al día siguiente, Carlos Fuentes, hizo lo propio con su libro: "Gringo Viejo".
Gracias de corazón, "Gabo", por ese maravilloso mundo fabulado que nos haces ver al real con mejores ojos.
Tu fiel lector.



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