Sentarse en el banquillo

Sentarse en el banquillo empieza a estar de moda. ¿Es porque nuestra sociedad se encuentra enferma o es porque hemos madurado democráticamente hablando?. Hay de todo un poco, creo. Lo cierto es que no hace mucho éramos los periodistas a quienes se nos ponía en el punto de mira; ahora son además de periodistas, políticos y empresarios. No me extraña que el diputado Ovidio Sánchez haya obtenido el placet del Congreso para dedicarse también a la ab0ogacía ya que en la Cámara Baja no abre la boca. Eso sí, tendrá que ejercer la abogacía gratis. Una pena.

En Asturias tenemos en capilla a tres destacados dirigentes. Bueno, uno, Francisco González “Quico”, ex alcalde de Cudillero y ex diputado regional, lo fue, que ahora no tiene cargo alguno; los otros dos son el teniente de alcalde de Oviedo, Jaime Reinares por lo de los correos de Rosa Zapico y el diputado de IU Angel González por una adjudicación cuando era viceconsejero en el último gobierno de coalición que tuvieron PSOE e IU cuando Vicente Alvarez Areces era presidente del Principado. Al alcalde e Pravia Antonio de Luis Solar el juez le acaba de exonerar de responsabilidad tras sentarse en el banquillo por haber avalado a una empresa que iba a colocar parquímetros en la villa. El forista Juan Vega, a quien también le gusta mucho andar en pleitos  -tranquilo, ya llegarás a alcalde de Proaza-, le da caña en su blog. El caso es que el alcalde en cuestión tuvo el detalle, cuando fue imputado, de dimitir como presidente de la Federación Asturiana de Concejos. Exonerado ahora de toda culpa no le perdamos de vista. Es un joven valor del socialismo asturiano que puede llegar muy lejos. El ex presidente de FADE Severino García Vigón también deberá sentarse en el banquillo y, en fin, habrá más, sin duda. Entre suspensiones de pagos, quiebras, denuncias, etc. los juzgados, en el caso de Oviedo dispersos por media ciudad, están desbordados.

Me consta que una de las principales preocupaciones del presidente de la Justicia en Asturias, Ignacio Vidau, es conseguir unas buenas y definitivas instalaciones para los distintos organismos de Justicia lo que en Gijón, menos mal, ya ha ocurrido. No hace mucho declaraba Vidau que los jueces están al límite de sus posibilidades. Lo creo. Por cierto ¿Que fue de aquella idea de concentrar las distintas dependencias en el edificio del antiguo  Instituto de Silicosis?. La Justicia está lenta sino que se lo digan al Consejo del Poder Judicial que continúa si escoger un nuevo magistrado para Asturias entre la terna que le envió el parlamento regional, cargo vacante desde hace más de dos años, tras la muerte del José Manuel Bujan.

El más guerrero en esto de pleitear, y me parece bien, que es su derecho, es el general secretario de Foro Asturias Francisco Alvarez-Cascos. Por supuesto que hace las delicias de los abogados, preocupados como están por el descenso de clientela por culpa de las tases judiciales que ha impuesto el polémico, y políticamente acabado, Ruiz Gallardón. El domingo el nuevo director de “El Mundo” Casimiro Garcia Abadillo publicaba un artículo metiéndose en el huerto de gestión cuando era ministro de Fomento de Alvarez-Cascos y ya tiene sobre la mesa una querella. La Nueva España, que se hizo eco de dicho artículo, ha visto también como el general secretario le ampliaba otra presentada por lo mismo hace unos meses contra el principal rotativo de la región. La credibilidad de nuestros políticos está bajo mínimos y no solo por culpa de la crisis y el descontento de los ciudadanos. Aunque sería injusto generalizar lo cierto es que el bipartidismo, el nacionalismo, las buenas retribuciones y la profesionalización de cargos electos, o protegidos por los electos, ha hecho que el ciudadano de a pié dude de la gestión de nuestros dirigentes, bien en el poder, bien en la oposición.

Bueno, el caso es que sentarse en el banquillo nunca es agradable. Yo pasé en varias ocasiones por ello como consecuencia del ejercicio de mi profesión. La vez en que más cerca estuve de ingresar en Villabona fue en 1988 dirigiendo La Voz de Asturias. Un reportaje sobre el entonces alcalde de Pravia hizo que a denuncia de éste el juez Agustín Azpárren, hoy destacado abogado en un bufete de Marbella, me impusiera una fianza de 10 millones de pesetas. Como no los tenía, ni La Voz de Asturias tampoco, debía ingresar en la cárcel antes de las 13,00 horas. Menos mal que el entonces gerente del periódico, el eficaz Joaquín de la Buelga, logró el aval en el último minuto del Banco Herrero, salvándome, por tanto, la campana. Luego, en uno de los juzgados que estaba ubicado provisionalmente en la calle Uría -antiguo comercio Botas-, ganamos el juicio; el alcalde recurrió y lo perdimos en la Audiencia; el periódico recurrió entonces al Supremo y volvimos a ganar. Una sentencia, por cierto, que sentó jurisprudencia sobre la libertad de expresión y responsabilidad de los medios sobre lo que publican. Pero el susto no me lo quitó nadie, que conste. Y es que preferiría como Roberto Robles sentarme en el banquillo del Real Oviedo. Estar a las órdenes del segundo hombre más rico del planeta no le pasa ni a Tata Martino, siendo además el equipo de mi ciudad.

Por cierto, en el Barca no ganan para sustos. Leo en El Confidencial.com que la policia investiga a la empresaria Susana Monje, nacida en Mieres y responsable del grupo Essentium, que es tesorera del Barcelona Club de Fútbol, por sus relaciones empresariales y de negocios con el quinto hijo de Jordi Pujol, el empresario Oriol Pujol. A Susana Monje me la presentó Manuel Vega Arango en la última visita que el equipo catalán hizo a El Molinón. Ella venía precisamente al frente de la expedición del club y me causó muy buena impresión. El grupo Essentium creo que había hecho alguna inversión por la comarca del Nalón, algo de prefabricados de cemento, pero hace tiempo que no oigo hablar del mismo. Me enteraré.



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