La partida

Hoy soñé, o anteayer, que no me acuerdo muy bien; saben, recuerdo el contenido pero no se cuándo. En fin, el caso es que el escenario estaba compuesto por una mesa de juego y 4 jugadores (por la presencia continua, no por la calidad) de diz que mus. La partida estaba constituida por dos políticos y dos bankeros. No sé exactamente cómo estaban emparejados, pero ¡qué más da! Alrededor había más jugadores (éstos, sí, con cierta calidad) deseosos de entrar a jugar con la pareja ganadora. Me di cuenta de que se pasaban fechas falsas y había cartas en las mangas, todo tipo de argucias. Los expectadores y ávidos de entrar a jugar observaban estas coss y las recriminaban, pero como si nada. Y eso que había incluso letrados entre ellos.

Ya avanzada la diz que partida, el resulado era empate a 3; el último juego no se realizó por protestas, tras lo que se produjo un intercambio entre ellos mismos, haciendo caso omiso al exterior donde, por cierto, llovía. Así que decidieron volver a jugar, esta vez cumpliendo, dicen, todas las normas establecidas y vigentes (o sea, Reglamento) a la vez que imposibilitaban entrar a jugar a los ya cuasi enfilados espectadores, ya no se sabía si deseosos de sentarse a ello. Y siguieron jugando a pesar de reiterarse en las trampas, pero que no las detectaban entre ellos.

Obviamente, la pareja esperante y desesperante para jugar se había marchado...

Ahora, ya despierto, me digo: 'Huy,  huy, esta película ya la vuy'

Atentamente.



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