Vivimos en un tiempo extremo: Naief Yehya

Vivimos en un tiempo extremo: Naief Yehya

El escritor y periodista es autor del libro Rebanadas, una reflexión sobre la insensibilidad humana, la guerra contra el terrorismo,  los crímenes, las violaciones, los abusos y las injusticias.

 

Máxico D.F.-Existen platillos peculiares cuyos sabores, ingredientes y texturas pueden parecernos demasiado extraños pero que para otros son auténticas delicias que se consumen con el objetivo de conocer nuevos sabores además de descubrir, experimentar y vivir distintas sensaciones. Pero sacarle a un hombre las vísceras, el hígado, sus riñones y cortarle el pene para cocinarlos de manera sencilla y luego comerlos lentamente a su lado, disfrutando cada bocado como un nuevo hábito gourmet que despierta de forma rápida la excitación es sorprendente.

Esta es una de las historias albergadas en Rebanadas, un libro de cuentos que de acuerdo al escritor y periodista Naief Yehya –en entrevista con el  Conaculta– presenta visiones mediatizadas de una era en guerra. Un mosaico de emociones que retratan la brutalidad de la guerra contra el terrorismo que desató George W. Bush después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

“El libro muestra 10 años de mi trabajo en donde reflejo mi forma de vivir una guerra mundial en cierto sentido, la situación de incertidumbre, de violencia permanente, de altos crímenes cotidianos, de actos de abuso, injusticias y una sinrazón de violencia que han estado dominando la psique del planeta durante los casi 12 años que ha durado esta guerra contra el terror”.

Pero… ¿Por qué hablar de una guerra que involucró ataques a la población de Nueva York y Washington y a dirigentes y militantes de Al Qaeda y grupos yihadistas asociados, en Yemen, Somalia y Pakistán, y que por lo tanto, no sucedió de forma directa en territorio mexicano y mucho menos tuvo un impacto en la vida cotidiana de su población?

Porque –detalló Naief Yehya– se busca exhibir que vivimos en un tiempo extremo en donde estamos y hemos hecho de lo grotesco, lo atroz y espantoso la cotidianidad. Y al mismo tiempo, porque busca mostrar cómo lo cruel de esta guerra no son sólo los crímenes cometidos, las violaciones, los abusos, la injusticia y lo impropio que es la guerra perse sino el efecto de insensibilización que esto ha creado entre la población.

“Por ejemplo, cuando vemos un video de decapitados la primera vez esto te horroriza, pero ya la número 50 la vemos como un crítico que incluso juzga el estilo de decapitación y de filmación. Mi libro busca exponer cómo nos estamos volviendo testigos de este espectáculo grotesco y sin embargo no chistamos, no tartamudeamos y por el contrario, al verlo nos volvemos no cómplices, pero si espectadores entretenidos de estos horrores.

“En un tiempo extremo, de atrocidades, de horror, yo no podría escribir ni pensar en otra cosa que tuviera que ver con este tema que a mí en lo personal me lleva a una reflexión y logra despertarme un poco ya que vivimos narcotizados por estas cosas”.

Las 168 páginas que integran Rebanadas albergan 13 breves historias: El continente de los elogios, El crisol del olvido, El tibio atajo de la paz, Ella era actriz, Palabras, La rueda de la fortuna, Rococó o simbolismo, Enormes patios desolados, Atardeceres en Garamakán, Neutral, Aparición, Morir en una ciudad extraña y Zulu.  

“Todos son cuentos –añade el autor– que se presentan como una rebanada de pan, un pan que tuvo lugar los últimos 12 años de mi vida. Reflejan todas mis emociones, intereses, desilusiones, frustraciones y temores. Después de leer todo, de encontrarle la forma a cada uno de estos relatos, se darán cuenta que en ellos reflejó toda mi ambigüedad con respecto a lo que está sucediendo en el mundo, en mi cabeza, en las relaciones personales y en todo lo que me pasa.

“De todas las historias para mi destaca Zulu que es el mejor cuento del libro. Es la última historia del texto y la última que escribí. Fue una historia accidental y es una de las mejores con las que realmente me siento contento y satisfecho porque me refleja absolutamente en todo”.  

Un escritor mediocre que es asediado por un fanático que resulta ser mejor escritor que él; Irigoyen, un director de cine que quiere realizar una película con un comandante sin brazos ni piernas;  Dayanara un joven de veinte años que usa un vestido de mujer y una peluca rubia, un hombre que se cree un espía observado, un joven que intenta mutilarse el pene para matar su deseo sexual.

Brenda una bailarina de table dance que a cualquier precio intentará convertirse en una actriz famosa de cine porno; una ex actriz de cine  porno que por unos cuantos centavos se deja humillar frente a las cámaras; un padre despistado que pierde a su hija en una feria de pueblo; un escritor que difama a su hijo para evitar que su carrera vaya en picada; un hombre que muere en un supermercado en circunstancias triviales.

Un joven que seduce a hombres para cortarles partes del cuerpo, cocinarlas y luego comérselas; mercenarios que matan a sangre fría, pero que lloran porque no pueden ver la final de futbol; dos hombres que van a morir en la calle sin nada más que la ropa que llevan puesta y un perro y su dueño que logran sobrevivir de forma milagrosa ante una injusticia, son algunos de los protagonistas de este libro.  

“Son personajes –añadió Naief Yehya– que representan un eco mío y no me siento mucho más cercano a uno que a otro ya que todos tienen algo que ver conmigo; una genealogía o que surgen de algo relacionado a mi trabajo de ensayo, por ejemplo el tipo que se auto mutila que es una proyección de haber leído numerosos análisis médicos y psiquiátricos de gente que tiene estas filias.

“Los mercenarios tienen referencias con un trabajo de investigación que hice para un libro de guerra. Los padres, tienen un reflejo de mi ineptitud o temores de incompetencia como padre. Los que son escritores frustrados o incompetentes en cierta manera reflejan también mis inseguridades, inquietudes y mi manera de burlarme de mi mismo, de lo que hago”.

Finalmente Naief Yehya detalló que con este libro busca que el lector examine cada una de sus páginas, se divierta y pueda transitarlo como él lo planeó: una especie de montaña rusa emocional que provoca momentos de subida y bajada, de vértigo, de emoción, risa y temor.

“Por otro lado estoy ofreciendo un panorama vivencial intelectual de lo que para mí han sido estos últimos años, reflejados en la experiencia de alguien que vive en una especie de autoexilio, ya que no vivo en mi cultura, en mi país, en mi idioma y todo eso está presente en el libro.

“La idea es reflejarlo como una especie de caleidoscopio con muchos mensajes cifrados que siento yo que como mexicanos podemos entender aunque estemos hablando de un territorio remoto o inexistente como Garamakán. También trata de ironizar nuestra condición en este mundo en donde nadie entiende sus raíces y tradiciones”.

Rebanadas se presentará el martes 23 de julio a las 19:00 horas, en el auditorio del Centro Cultural Bella Época, Librería Rosario Castellanos, ubicada en Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill, colonia Hipódromo Condesa, con los comentarios de Alberto Chimal, Bruno H. Piché, Julio Trujillo y el autor. Entrada libre.

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