Gibraltar, más que una politica de gestos..

 

En ocasiones entra desánimo al echar una ojeada a la propia hemeroteca.Compruebas que situaciones y errores se repiten tozudamente.. El 13-o4-80 esta columna(1) se refería a la reunión tenida en Lisboa entre diplomáticos españoles y británicos a propósito   de Gibraltar y que había terminado con sendas declaraciones de las respectivas representaciones.

Así, por parte española se declaraba:”Restablecimiento de la integridad territorial de España y salvaguardia de los intereses de los  gibraltareños”.Mientras que el Reino Unido ponía todo el énfasis en:”Mantener plenamente su compromiso de respetar los deseos libres y democráticamente expresados de la población de Gibraltar”.

Nuestro comentario del momento añadía “que a la vista de las negociaciones las cosas seguirán como están para España, mientras los “llanitos” habrán mejorado sustancialmente al cesar el cerco, con la verja abierta, y con grandes posibilidades de colonizar toda el área del Campo de Gibraltar. Si ahora a pesar de las dificultades se han mostrado irreductibles en cambiar su nacionalidad o sin cambiarla, en que sea España la dueña del “suelo”, no parece lógico que varíen su actitud teniendo su vida más fácil y con un “status” de privilegio”

Casi 20 años después del artículo aludido, de nuevo la columna en un “ventanal” titulado “ Top of  the rock”(25-07-09) (2) volvió a reflexionar sobre el contencioso gibraltareño, y esta vez con ocasión de la visita del ministro Moratinos al Peñón, por aplicación de las prescripciones del Foro de Diálogo de Gibraltar,que convino Zapatero en 2006 en el que se daba carácter de interlocutor a la autoridad gibraltareña, en plena igualdad con España y Gran Bretaña , para toda clase de negociaciones, incluida la soberanía. Como  es lógico nos sumamos a las numerosas críticas que suscitó este nuevo paso en falso de nuestra política exterior ,cuanto más que no se había constatado algún adelanto sobre las previsiones de Lisboa, incluso todo lo contrario.Los gibraltareños ganaron competencias y facilidades que ampararon el Reino Unido.

Ahora, siete años después del Foro, se ha podido volver a evidenciar el fracaso de las políticas de gestos, apaciguamientos y milongas con los “llanitos” y sus valedores, Antes bien,  Gibraltar se ha consolidado económicamente a costa del área circundante y España.

En el programa electoral del Gobierno figuraba figuraba la revisión de la política exterior en cuanto a la descolonización de Gibraltar. Los hechos recientes de acoso a pescadores e intentos de ampliación de aguas territoriales, han dado oportunidad al Gobierno para aplicar una política menos permisiva y contemplativa respecto al “status” de los gibraltareños, que ,ahora mismo ha ocasionado un incidente diplomático con el Reino Unido, con bastante ruido pero de limitado alcance.

La mejor forma de parar los pies a las autoridades gibraltareñas es aplicar todos los instrumentos legales que incidan fiscalmente en las 30.000 empresas domiciliadas en el Peñon y también en los 6.000 “llanitos” que tienen doble domiciliación, en Gibraltar y en la Costa del Sol, disfrutando de servicios y sin contribuciones por su parte. Así mismo sería conveniente una regulación de los accesos a la Roca. Resulta chocante que desde España se promocione el turismo a Gibraltar.

Nadie desea repetir las Malvinas, pero en política importan más los resultados que las buenas intenciones. En las relaciones exteriores la diplomacia de gestos puede servir como adelanto de acciones posteriores, pero si se busca efectividad hay que pasar pronto a posiciones más convincentes, asumiendo consecuencias y riesgos.

 

(1) pg118-(2)pg509-libro del autor:”Transición,democracia y crisis”



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