Cuatro jóvenes detenidos en Mieres por fingir un delito de agresión sexual

Cuatro jóvenes detenidos en Mieres por fingir un delito de agresión sexual

 

Mieres.-El 20 de Abril, en plenas fiestas de la Folixa, a las cuatro de la madrugada, una mujer se presentó en solitario en la Comisaría de Mieres para denunciar una agresión sexual en la zona de los servicios de un conocido bar de copas, diciendo que para defenderse de su agresor había utilizado una botella con la que le había golpeado en la cabeza. Llegó muy alterada, llorando y en estado de ansiedad a la Comisaría.

 

Mientras relataba lo sucedido, un hombre se presentó en el Centro de Salud para ser atendido por un golpe en la cabeza por un botellazo, que según contaba, ha sido como consecuencia de una riña en el mismo bar de copas.

 

  Al tiempo que se traslada a la mujer al Centro de Salud para ser asistida, policías del Grupo Operativo y de Seguridad Ciudadana, se dirigen al bar donde ocurrieron los hechos, al conocerse que existen cámaras de seguridad por toda la sala e incluso los exteriores del lugar, ya que las versiones de los afectados no parecen ser coincidentes y observarse desde un principio, actitudes ciertamente extrañas, como era el hecho de que la presunta víctima, ante tales hechos, no presentara testigos a pesar de estar el bar lleno de gente a esa hora y llegase a Comisaría sin compañía alguna.

 

 Al ser visionadas las imágenes por los agentes en el bar se observa, que la versión de la mujer no concuerda por lo grabado en las cámaras y que la denunciante se encontraba acompañada, por al menos tres hombres, con los que abandona el lugar con total y aparente tranquilidad.

 

  Finalmente se identifica a sus acompañantes que merodeaban las inmediaciones de la Comisaría, pero que no querían dar su versión de los hechos y que a continuación desaparecen, dejando a la mujer sola prestando declaración.

 

  Se inicia así la investigación, que en un primer momento es remitida al Juzgado de Instrucción de Guardia de Mieres, con los testimonios de la mujer, la del presunto agresor (Quien manifiesta haber sido agredido en el baño de caballeros por un varón, el cual le propinó un botellazo en la cabeza)  y la de los tres hombres que la acompañaban en el bar, que son finalmente citados como testigos.

 Tanto la mujer como sus acompañantes ofrecen testimonios similares, aunque curiosamente ellos aseguran no encontrarse en el bar mientras se perpetra la supuesta agresión.

 

 Los policías encargados de la investigación solicitan las imágenes de grabación al responsable del bar, que son meticulosamente analizadas.

 

 Al tiempo el Juzgado de Instrucción abre Diligencias Previas sobre el asunto y ordena a la Policía, realice las investigaciones necesarias para el esclarecimiento de los hechos e identificación de los autores.

 

Ya con todos los datos en su poder, las investigaciones culminan con la detención de la mujer y su tres acompañantes, uno de ellos su pareja sentimental,  por simulación de delitos, ya que las imágenes grabadas se contradicen totalmente con sus declaraciones, tanto de la mujer como de los tres hombres, evidenciando una total desprecio a la verdad de cómo sucedieron los hechos.

 

 Claramente la mujer simula ser víctima de un delito a todas luces inexistente, e imputa falsamente a otra persona de la autoría de un delito grave, con la supuesta intención de proteger a alguno de sus acompañantes, que había sido el autor de las lesiones del botellazo y que para librarse de las posibles responsabilidades urdieron el plan para acusar al mismo, de la agresión sexual inexistente.

 

Sus acompañantes, en dos ocasiones, prestan declaración en la Comisaría de Policía, y que a pesar de haberse puesto de acuerdo en lo que tenían que declarar, se contradijeron en multitud de aspectos, con lo realmente sucedido, constatado con las grabaciones de las cámaras del bar.

 

Las diligencias practicadas, así como todas las grabaciones,  fueron remitidas al Juzgado de Instrucción correspondiente a cuya disposición pasaron, en el día de hoy, igualmente los detenidos.

 

El imputar falsamente a una persona, es un delito castigado penalmente y que ha tenido y tendrá graves repercusiones par los cuatro jóvenes implicados que actuaron tan inconscientemente, que para librarse de una posible falta de lesiones, terminaron siendo detenidos por un delito de simulación del mismo, además de no librarse de la imputación por las lesiones que habían causado al denunciado por la agresión sexual.    

 

 

 

 

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