Intervención del Presidente del Principado, Adrián Barbón, en el día de la mujer

 Intervención del Presidente del Principado, Adrián Barbón,  en el día de la mujer

Conmemoración del Día Internacional de las Mujeres

 

 

Hoy es 8 de marzo. Hoy, como cada año, conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres. Estas palabras son para vosotras, para todas las que continuáis trabajando y luchando por una sociedad con igualdad real, para todas quienes sabéis que la mejor Asturias necesita más impulso feminista.

 

Os hablo a través de las redes sociales, desde el despacho de la Presidencia del Principado, un edificio iluminado de morado, el color del movimiento feminista. En el Gobierno de Asturias hemos decidido asomarnos a las redes, sustituir la celebración institucional y presencial por este mensaje y otros actos telemáticos para reducir los riesgos asociados a la pandemia. Es una decisión coherente con la actitud de un Ejecutivo que desde el primer momento ha elegido anteponer la salud pública, salvar vidas, a cualquier otra consideración.

 

Esta pantalla es hoy mi ventana, mi calle y mi pancarta, pero el protagonismo es vuestro, como siempre. Que no haya duda sobre quién tiene hoy la voz y la bandera. No los gobiernos, ni los parlamentos, ni ninguna institución, sois vosotras. A mi Gobierno, comprometido de pleno con la igualdad, lo que le corresponde sin duda es seguir desplegando políticas a favor de las reivindicaciones feministas, tanto contra el machismo brutal y explícito como contra el que se agazapa en todos los rincones, incluso en la innovación tecnológica. De hecho, ese es el lema que elegimos para este año: Igualdad para innovar, igualdad de hecho. En nuestras otras lenguas, Igualdá p’anovar, igualdá dafechu; Igualdá p´anovar, igualdá dafeito.

 

La innovación debe aprovechar el conocimiento de mujeres y hombres y es una oportunidad para no repetir los sesgos que perpetúan la discriminación de género y para evitar la violencia a través de la red, porque, no lo olvidemos, el machismo también agrede en línea.

 

Quiero volver a hablaros de la pandemia. Hace un año, algunos sectores políticos aprovecharon las concentraciones masivas del 8 de marzo para señalar al movimiento de las mujeres, al movimiento feminista. Utilizaron vuestra fortaleza, la enorme capacidad de convocatoria social que tenéis, para culparos. Encontraron un pretexto y lo manipularon con la misma grosería argumental de siempre, con sus noticias falsas y sus delirios. No vamos a facilitarles ese camino. El feminismo tiene fuerza sobrada para desbordar las redes usando las nuevas tecnologías, para ocupar las ventanas y balcones e iluminar Asturias entera de morado con vuestros lemas y reivindicaciones.

 

La pandemia, la crisis sanitaria, está condicionando nuestras vidas y, muy especialmente, las de las mujeres. Lo sabéis mucho mejor que yo. Fijémonos en este dato: en Asturias, las mujeres piden nueve de cada diez excedencias laborales para cuidar a familiares. El porcentaje es incluso más alto si se trata de cuidar a hijos o hijas. Esas no son las estadísticas de una sociedad igualitaria, sino de una en la que las mujeres continúan sujetas al rol de dispensadoras de cuidados.

 

Por eso también tenemos que estar muy atentas y atentos a los otros daños que genera la crisis sanitaria. Hablamos mucho, y con razón, de las repercusiones económicas, de los sectores más perjudicados, de las pérdidas de actividad y de empleo. Pero no nos olvidemos de aplicar también un análisis de género, porque lo que no podemos permitir en ningún caso es que la covid se traduzca en más mujeres en paro, más mujeres en casa o más mujeres con peores empleos. No consintamos que el virus contagie también una epidemia de desigualdad porque, como sociedad, en Asturias no podemos dar ni un solo paso atrás.

 

Esa misma mirada feminista–o con perspectiva de género, como la prefiramos llamar- es la que nos permite destacar el protagonismo de la mujer en la contención de la pandemia. Médicas, enfermeras, farmacéuticas, maestras, profesoras, trabajadoras de residencias, cajeras, limpiadoras, todas esenciales. Esta realidad tampoco debe pasar ante nuestros ojos sin reconocerla. Ya ha habido bastante invisibilidad a lo largo de la historia, demasiadas mujeres borradas como para que ahora no las reconozcamos. También científicas, como Margarita Salas.

 

Yo os lo reconozco y os lo agradezco en nombre del Gobierno del Principado. El año que viene espero sinceramente poder hacerlo presencialmente, detrás de vosotras, de vuestros lemas y vuestras pancartas y no de forma telemática como hacemos este año. A vuestra voz, las calles de Asturias volverán a llenarse de feminismo, a rebosar con el anhelo de la igualdad. Me ilusiona pensarlo, lo tengo que reconocer, porque eso significará que la pandemia ha sido vencida y que el 8M demostrará una vez más que es imparable, que el señalamiento machista no habrá logrado debilitarlo.

 

Hoy comparto vuestras reivindicaciones desde esta pantalla, utilizando las redes sociales y las nuevas tecnologías, el ventanal que he elegido para participar en este 8 de marzo especial. Un 8 de marzo distinto, necesariamente distinto por la pandemia y por la necesidad de luchar contra el coronavirus. Este 8 de marzo, el Gobierno del Principado os alienta a continuar vuestra lucha por una Asturias feminista, por la mejor Asturias: la de la igualdad real.

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