Entorno y atención especializada en la lucha contra las adicciones

Entorno y atención especializada en la lucha contra las adicciones

Conseguir dejar atrás una adicción, sin importar a qué sustancia, es un camino largo y lleno de obstáculos. Que quien la sufre sea plenamente consciente del problema y desee superarlo es el primer paso. Pero además, es necesario el apoyo familiar y social y, sobre todo, atención especializada.

 

El ingreso en centros de adicciones suele verse como el último recurso, sin embargo, sus tratamientos de desintoxicación ofrecen la atención continua y personalizada que en muchos casos no se puede recibir de otro modo. Con programas de intervención específicos para distintas adicciones y pacientes de muy diferentes características, también brindan un seguimiento posterior para evitar recaídas. 

 

Ese tipo de atención constante es la base de un trabajo mucho más amplio y profundo, como se puede comprobar en sitios como masferriol.com. Un trabajo que convierte este tipo de centros en la mejor, y a veces única, salida definitiva. 

 

La importancia de la desintoxicación

 

El abandono de cualquier adicción requiere de una fase de desintoxicación. Una fase complicada, sobre todo, en el caso de sustancias psicotrópicas. Cuando hablamos de alcohol y drogas, el síndrome de abstinencia ataca duramente. 

 

Si el paciente intenta superar esa fase en su entorno habitual, donde será muy fácil caer de nuevo en la tentación al menor síntoma de debilidad, la posibilidad de fracaso es muy elevada. El alejamiento es, por tanto, uno de los primeros factores que puede determinar el éxito o el fracaso de en intento de abandonar la adicción.

 

El gran beneficio del ingreso en un centro de desintoxicación es que esa primera etapa no solo se realiza en un entorno más amable y alejado de lo que provoca su adicción. Además, el enfermo cuenta con vigilancia y apoyo constante en dos semanas que son decisivas.

 

Los primeros pasos hacia la recuperación

 

Superada la desintoxicación el camino hacia la recuperación, es largo y complicado. Llega el momento de la deshabituación. Durante esta fase, que puede prolongarse varias semanas, también es aconsejable permanecer lejos del entorno habitual.

 

Llega el momento de someterse a terapia, que podrá variar en función del grado de dependencia, el tipo de adicción o incluso circunstancias personales. Pero también es el momento de crear nuevos círculos sociales que ayuden en el proceso, de aprender a socializar y a emplear el tiempo de una forma sana, así como de adquirir y practicar técnicas que permitan un adecuado control de las emociones.

 

Con estas bases bien cimentadas y una buena relación familiar, el enfermo ya tiene en su poder herramientas para continuar su recuperación en un entorno normalizado, eso sí, siempre bajo un estricto seguimiento destinado a evitar recaídas. Nunca hay que olvidar que una persona que ha conseguido abandonar una adicción es un enfermo crónico, y como tal, debe seguir recibiendo la ayuda profesional y social adecuada.

 

Las adicciones pueden cambiar la vida de quien las sufre y de aquellos que le rodean, pero se puede salir de ellas si se dispone del apoyo profesional adecuado. ¿El ingreso en un centro de desintoxicación es imprescindible? No necesariamente, pero este tipo de centros sí que ofrecen el entorno y las terapias más adecuada para elevar las tasas de éxito.   

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