Los dinosaurios de la política quieren seguir en la pomada

Queda menos de un mes para que se celebren las elecciones generales dando fin así al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tras ocho años de más sombras que luces. Tendrán lugar el domingo día 20 de noviembre, aniversario, por cierto, de la muerte de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco. Pero como el pasado es historia y el futuro tiene que llegar lo mejor es centrarse en el presente del que deberá salir un gobierno fuerte para que España pueda superar la crisis y volver a ser el país desarrollado que éramos cuando llegamos a situarnos en novena posición como nación en el ranking mundial de potencias industriales.

Asturias llega a estas elecciones con un nuevo gobierno en mayoría minoritaria que preside Francisco Alvarez-Cascos al que hace unos meses la dirección asturiana del Partido Popular no tuvo el valor de colocar al frente de su lista de candidatos a la autonomía lo que hizo que el ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar decidiera tirar por la calle del medio y fundar un nuevo partido, Foro Asturias, que quiere ampliar su presencia a otras regiones de España, bajo el título de Foro de Ciudadanos, como es el caso de Madrid donde presenta candidatura buscando su principal objetivo: conseguir entre las dos autonomías grupo parlamentario –cinco diputados- y así por vez primera en la historia de nuestra autonomía tener voz propia en el Congreso.

Siguiendo en la línea que le caracteriza desde que ganó en las pasadas elecciones autonómicas –aunque el partido más votado no fue Foro sino el PSOE pero, ya se sabe, lo de las tres circunscripciones provoca estos resultados a la hora de formar el nuevo parlamento- Francisco Alvarez-Cascos ha colocado a uno de sus hombres de confianza, Enrique Alvarez Sostres, actual portavoz de FAC en la Junta General del Principado, como número uno de la candidatura y a otro asturiano, Carlos Bousoño, de apellido ilustre, al frente de la candidatura de Madrid. El problema para Foro Asturias es que ciudadanos de derechas que le votaron en mayo apoyen ahora al Partido Popular por aquello de coadyuvar a que Mariano Rajoy consiga el mayor número de escaños posible ahondando en el hundimiento del PSOE. Francisco Alvarez-Cascos en los discursos que ha hecho en los últimos días justifica su intento de tener presencia en el nuevo Congreso para frenar el nacionalismo y reconducir el Estado de las autonomías, añadiendo que si Mariano Rajoy le necesita aportaría el voto de los diputados de Foro en el Congreso.

¿Cual es mi quiniela para el 20 N?. Izquierda Unida colocará a su número uno Gaspar Llamazares en el Congreso. Estoy convencido que gran parte de la izquierda de los socialistas asturianos se irá a apoyar la candidatura de IU. El PSOE conseguirá del orden de dos diputados; Foro Asturias tres y el Partido Popular dos. En total, pues, han de ser ocho. Lo que ocurre es que si la quiniela da en el clavo uno de los dos, Isidro Fernández Rozada o Vicente Alvarez Areces, no saldrá senador ya que siempre el partido mas votado logra tres escaños en la Cámara Alta y el segundo, uno.

El caso es que unos y otros hasta que no pase el 20 N no se preocupan de los problemas de Asturias; primero porque una campaña electoral suele absorber casi todas las energías y segundo porque el Gobierno central ya no está en condiciones de resolver problemas a las autonomías.

La gran incógnita para Asturias es que pasará a partir de enero en que Francisco Alvarez-Cascos, si continúa viéndose apretado y sin posibilidad de colaboración alguna con los partidos en la oposición en el parlamento asturiano, y con más diputados en conjunto que él, puede convocar elecciones anticipadas en el Principado. Su actual situación como gobernante de Asturias tiene estos complejos puntos:

- Gobierno en mayoría minoritaria con solo un diputado más que la siguiente fuerza, el PSOE.

- Según el mismo se ha cansado de decir, no hay un euro en el cajón regional.

- El Gobierno central le es hostil. El actual y seguramente el que salga de las urnas el 20 N.

- Más de 60 ayuntamientos asturianos en manos de la izquierda, de los 78 que tiene Asturias, le aprietan pidiendo prestaciones que no puede dar.

En fin, como acabo de escribir, la situación que tenemos planteada los asturianos es complicada. Es cierto que Francisco Alvarez-Cascos ha dado acceso a la mayoría de los puestos de la autonomía asturiana a savia nueva –una de las razones, falta de renovación, por la que se hundieron PSOE y PP- aunque tanta bisoñez se nota, especialmente en las comparecencias de consejeros y vices en la Junta General del Principado, y también es cierto que los dinosaurios de la política asturiana como Mercedes Fernández, Ovidio Sánchez, Isidro Fernández Rozada, del PP, y Antonio Trevín, María Luisa Carcedo y Vicente Alvarez Areces, por citar, intentan continuar en la pomada, ocupando puestos destacados en las listas de sus respectivas formaciones políticas. Bueno, como es tradicional, los dirigentes nacionales que apenas se acuerdan de nuestra tierra durante la legislatura lo harán ahora en busca del voto perdido y en más de una ocasión, de aquí al 20 N. Alfredo Pérez Rubalcaba ya ha estado en la Felguera, pero volverá, y Mariano Rajoy tiene previsto una visita para mantener reuniones con empresarios y otra en plan mitinero. Gaspar Llamazares, que al fin y al cabo es de la tierra, ha retornado a la misma volviendo a pasear por la avenida de Galicia en Oviedo, sede de IU, mientras la bandera republicana se exhibe en su balcón.

Del resto de las formaciones que no tienen representación, o sea, la llamadas minoritarias, su participación será testimonial. Subirá, sí, el partido de Rosa Díez, Unión, Progreso y Democracia, que aquí presenta como número uno al abogado gijonés Ignacio Prendes, pero su aumento de votos no será suficiente para lograr escaño



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