Las puertas automáticas y el coronavirus

Las puertas automáticas y el coronavirus

Los efectos de la crisis provocada por la aparición del coronavirus van a convivir con nosotros durante más tiempo del que se esperaba en un principio, afectando a casi todos los sectores de la sociedad. Un claro ejemplo son las modificaciones que van a sufrir muchos puestos de trabajo, en los que soluciones que parecían temporales, como el caso del teletrabajo, han llegado para quedarse de forma casi definitiva. 

 

También es importante resaltar las necesidades que se han generado en el ámbito del hogar, donde la búsqueda de una vivienda más segura e higiénica se ha disparado.  El miedo a sufrir un contagio ha alimentado la demanda de accesorios que permitan a los usuarios disfrutar de su vivienda habitual de una forma más segura. Tal es el caso de la amplia gama de puertas Manusa para mayor seguridad, que permiten acceder de forma cómoda y limpia al interior de una estancia. 

 

Un claro ejemplo de esta situación son las puertas automáticas. Gracias a este tipo de instalación el acceso a cualquier lugar se realiza de una forma efectiva e higiénica, ya que el contacto con superficies comunes se elimina en su totalidad. Como las puertas automáticas se abren mediante sensores de proximidad, no es necesario tocarlas ni hacer ninguna maniobra que implique el contacto con superficies que hayan estado expuestas a las demás personas. 

 

Ventajas de las puertas automáticas para una mayor higiene

 

Las puertas automáticas suponen una gran ventaja en la lucha contra la propagación del coronavirus u otros virus similares, ya que son mucho más higiénicas que las puertas con un sistema de apertura más tradicional, como las puertas que se abren con la utilización de una manilla. 

 

Los motivos que permiten una aseveración de tal calibre son muchos y variados, pero hay varios que destacan por encima del resto. Por ejemplo, la mejora en accesibilidad que proporcionan supone una enorme ventaja, sobre todo de cara a los colectivos de personas más vulnerables de cara a un posible contagio, como las personas mayores o los niños. 

 

Esta mejora de la accesibilidad redunda en otro de sus beneficios, la higiene que proporcionan. Tal y como se ha comentado, el hecho de no tener que tocar las puertas para que se abran evita el contacto con determinadas superficies que podían haber sido manoseadas por cualquier persona. De esta forma, el riesgo de contagio se reduce de manera muy efectiva. 

 

Así mismo, las puertas automáticas proporcionan una excelente forma de controlar el acceso a determinados espacios que necesiten ser vigilados o que cuenten con un aforo máximo. De esta forma, pueden volverse indispensables para el acceso a restaurantes, tiendas de alimentación o cualquier clase de comercio. Porque también es importante mantener la seguridad y la higiene fuera de casa, es muy seguro que su uso acabe extendiéndose por diferentes tipos de negocios. 

 

En definitiva, las puertas automáticas proporcionan una forma fácil, limpia y rápida de acceder a cualquier sitio, y se han convertido en un elemento diferencial a la hora de luchar contra la propagación del coronavirus. 

 

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