La euforia del IBEX y el anuncio del BCE de intervención en el mercado rebajan la tensión

La euforia del IBEX y el anuncio del BCE de intervención en el mercado rebajan la tensión

Las palabras de la canciller alemana en su intervención ante los participantes en el encuentro empresarial hispano alemán, en las que se mostró convencida de que "tenemos que salir todos juntos de esta trampa", pues 80 millones de alemanes no van a poder hacer gran cosa. A su juicio, es preciso que "nos juntemos los 500 millones de europeos para defender nuestros intereses hacia afuera", vinieron ayer, junto con otros movimientos en la política económica europea, a dar en buena medida un espaldarazo a la postura del presidente del gobierno español, que centra las posibilidades de recuperación para España en un fortalecimiento de la unidad de acción de la Eurozona. 

 

El viernes, la primera jornada en muchos meses en la que la sociedad, en epecial los agentes económicos y empresariales, abren con una cierta relajación de la presión, una rebaja de la incertidumbre e incluso el miedol campantes entre los españoles, comienza con un IBEX ciertamente eufórico, que hoy continuará recuperando posiciones, y un relajamiento de la prima de riesgo que, además, ha permitido al Tesoro español colocar deuda en el mercado con intereses sensiblemente inferiores a lo habitual en las últimas operaciones.

 

El anuncio, ayer, de que el BCE intervendrá en los mercados para comprar deuda soberana de forma ilimitada, si así se le pide desde los respectivos estados, España, Italia, Francia... ha devuelto, al menos en un medio plazo, la confianza de los compradores en la fortaleza del euro al comprobarse que el BCE sí puede actuar como Banco Central para contrarrestar los ataques a la moneda y enfriar el mercado especulativo cuando se desboca.

El presidente del gobierno se ha apuntado un tanto, y, al menos este fin de semana, es posible que repunte incluso el consumo interno, al extenderse un cierto alivio por una sociedad que lleva ya demasiados meses angustiada. Aunque, por supuesto, es mucho el camino que queda por recorrer y los sacrificios a padecer por los españoles. 

 

El presidente se ha referido a la difícil coyuntura económica que está atravesando España y ha asegurado que el Gobierno está determinado a superarla: "Ésta es mi determinación y éste es mi compromiso".

Mariano Rajoy ha reconocido los problemas que ello representa en un contexto de turbulencias en los mercados financieros y de dificultades crecientes en el acceso a la financiación: "Sin embargo, no hay otro camino". Su convicción es que estos esfuerzos no serán en vano y que sentarán las bases de un futuro más estable y próspero.

En su opinión, necesitamos actuar en varios frentes: el fiscal, el financiero, una mayor integración económica y una decidida reforma política, pues sólo estas reformas a nivel doméstico y comunitario permitirán colocar  tanto a la economía española como europea en posición de competir y crecer; y a sus empresas, en condiciones de aprovechar todas las oportunidades existentes.

 

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