"Hay que eliminar todas las reticencias del sistema sanitario hacia la píldora poscoital"

"Hay que eliminar todas las reticencias del sistema sanitario hacia la píldora poscoital"

Por Ágata A. Timón / SINC

 

Ezequiel Pérez Campos es el director de la Fundación Española de Contracepción (FEC), organismo que fomenta el asesoramiento, la difusión, la promoción y el estudio científico de los métodos anticonceptivos. Junto a la Sociedad Española de Contracepción han impulsado el primer estudio poblacional sobre el uso y la opinión de la píldora poscoital.

 

Han pasado dos años desde que se implantó la medida que permite comprar la píldora del día después (PDD) sin receta en las farmacias españolas. ¿Cuál es su valoración general de lo que ha pasado desde entonces?

Desde que el 29 de septiembre de 2009 se legisló la libre dispensación, se comenzó a hablar de las consecuencias negativas para la salud de las mujeres. También se alertó del mal uso que le darían: iban a abandonar su método anticonceptivo, aumentarían las transmisiones de ETT, etc. También se empezaron a crear una serie de mitos, como de que era abortiva o muy perjudicial para la salud. Nosotros nos vimos en la necesidad de responder a todo esto, porque creíamos que sucedería justo lo contrario, de acuerdo con la evidencia científica disponible y la experiencia en otros países.

 

¿Cómo han rebatido estos vaticinios y afirmaciones?

Hemos investigado, con una muestra importante de mujeres (más de 6.000), sobre los conocimientos, opiniones y utilización de la PDD.

 

¿Qué conclusiones han obtenido?

Lo primero, es cierto que se ha incrementado mucho el uso porque hay más conocimiento y además las mujeres tienen ese recurso más disponible.

Pero podemos decir que la utilización no es inadecuada, se recurre a la PDD cuando falla el método anticonceptivo, pero no han cambiado los hábitos en cuanto a prevención de riesgos de transmisión de ETT o de protección anticonceptiva. Por otro lado, las mujeres todavía siguen teniendo determinadas ideas erróneas, como que es antiabortiva o muy insegura, porque se les ha bombardeado excesivamente con este tipo de informaciones no científicas.

 

Una de las fuentes responsables de estas falsas creencias es el propio personal sanitario. ¿Cómo ha respondido el sector en esta nueva situación?

Sabemos que hay facultativos que opinan que la píldora poscoital debería estar prescrita por médicos, que debería estar muy controlada, incluso que es peligrosa, que es una bomba hormonal…

 

¿Cómo podría remediarse esta situación?

El origen de esto básicamente es un desconocimiento de la evidencia científica al respecto. Quizás sería importante que escucharan las realidades que expone respecto a esto la Organización Mundial de la Salud (OMS), para romper todas las reticencias del sistema sanitario hacia un medicamento que es esencial y no tiene riesgos. A veces, tiene más riesgos un paracetamol o un ibuprofeno y nadie se rasga las vestiduras porque se estén utilizando.

 

¿Porqué hay tantas reservas entonces con la PDD?

La dispensación y uso de la PDD se incluye dentro de la esfera de la sexualidad, y ahí la sensibilidad está a flor de piel. Hay sectores sociales que son muy beligerantes con todo lo que tenga que ver con la sexualidad libre.

 

Otro sector involucrado en el uso de la PDD, que ha quedado fuera de su estudio, son los varones. ¿Cuál es su papel en estas situaciones?

Está previsto para próximas ediciones conocer cómo se usa y cómo se considera la PDD en las parejas. Hemos hecho este primer estudio para salvar esta imagen que se estaba transmitiendo de las mujeres, de malas usuarias e irresponsables. Pero es importante ampliar la investigación, las percepciones de los varones son muy influyentes en el uso de las medidas anticonceptivas. Aunque la mujer cada vez tiene más autonomía, todavía un 10% se ven determinadas en la elección de anticonceptivo por su pareja.

 

Dentro del manifiesto que ha publicado la FEC con motivo del Día Mundial de la Sexualidad: ‘Vive tu vida, conoce tus derechos, aprende sobre anticoncepción’, se remarca la importancia de ser consciente de los derechos sexuales. En España, ¿cuáles cree que son los más vulnerados o los más desconocidos?

Somos un país privilegiado en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos. Yo creo que el de la información objetiva a veces se vulnera. Se dan informaciones sesgadas, manipuladas desde el punto de vista ideológico.

El acceso a servicios sanitarios suele ser bastante regular, aunque hay sectores que lo tienen más complicado, como las jóvenes, las inmigrantes…  Debería ser económicamente asequible a todo el mundo, y ya está empezando a serlo.

Respecto a violencia sexual, obligación de mantener relaciones sexuales, negación de anticoncepción… estas cosas siguen existiendo en el mundo, pero en España afortunadamente estamos en una situación mucho más favorable. Lo cual no quiere decir que no tengamos que seguir luchando por las otras mujeres.

 

 

FOTO: El médico Ezequiel Pérez Campos es actualmente el presidente de la FEC. Imagen: FEC

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