El poblado tardorromano de El Castillón, en Zamora, tuvo contactos con la costa

El poblado tardorromano de El Castillón, en Zamora, tuvo contactos con la costa

José Pichel Andrés/DICYT Los antiguos pobladores de El Castillón, en la localidad zamorana de Santa Eulalia de Tábara, mantuvieron contactos con la costa atlántica a raíz de los descubrimientos realizados en este yacimiento arqueológico. Durante la última campaña de excavaciones se halló una concha de vieira y otra de ostra, que actualmente están siendo estudiadas en la Universidad de Salamanca. Este enclave estuvo habitado en época tardorromana y visigoda, entre los siglos IV y VI después de Cristo, un periodo del que los historiadores conocen pocos datos, de manera que este tipo de hallazgos resultan muy interesantes para completar la información de este periodo.

 

En los veranos de 2007 a 2010, el 'Proyecto de Investigación y Difusión sobre el Patrimonio Arqueológico Protohistórico de la Provincia de Zamora' ha desarrollado campañas de excavación en el castro, donde se han hallado estructuras correspondientes a la muralla, dos hornos de reducción de metal de hierro correspondientes a un centro metalúrgico, y una gran estructura habitacional. Sin embargo, hasta la última campaña de excavaciones no había aparecido un material tan extraño como una concha marina.

 

"Apareció a más de 1'50 metros de profundidad, al exterior de uno de los hornos de reducción de hierro, en un complicado contexto arqueológico, ya que se encuentra muy cerca de un pequeño muro relacionado con materiales propios de la Edad del Hierro y en contacto con los niveles inferiores relacionados con la Antigüedad tardía", explica José Carlos Sastre Blanco, codirector de la excavación junto a Óscar Rodríguez Monterrubio.

 

La cronología de este yacimiento va desde la Edad del Hierro, de la cual han aparecido unos pocos fragmentos cerámicos en la última campaña, a la tardoantiguedad (siglos IV-V d.C.), que es de la que proviene el grueso de los materiales y estructuras que se han recuperado hasta la fecha.

 

Esteban Álvarez, profesor de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca y experto en arqueología marina, colabora en el proyecto y ha podido precisar que la principal concha encontrada corresponde a la especie 'Pecten maximus', la vieria, que solo se encuentra en el Atlántico y que culturalmente está asociada al bautismo cristiano y al Camino de Santiago.

 

Datar la concha

 

Parece poco probable que un peregrino llevase la concha hasta El Castillón a pesar de que se encuentra en la Ruta de la Plata, porque el contexto histórico del yacimiento parece anterior a las peregrinaciones, pero los investigadores no han podido datar con exactitud la edad de la concha. Sólo podrían hacerlo en relación a los elementos de su alrededor en el momento de la aparición y no es una tarea sencilla por la mezcla de materiales de diferentes épocas. Intentar datarla con otros métodos la destruiría, así que esta opción está descartada.

 

"Lo importante de la aparición de esta concha es la distancia al mar", señala Esteban Álvarez, ya que es impensable que la vieira tuviese un uso alimenticio a cientos de kilómetros de la costa. Por el contrario, "se lleva usando desde la Prehistoria como cuchara y como objeto de adorno". De hecho, cuando el hombre las recoge en la cultura Magdaleniense, en el Paleolítico Superior, no tienen una función alimenticia.

 

En cuanto a la ostra, "se consume desde la prehistoria, pero es raro encontrar una sola", señala. En la época romana se consumían ostras en Astorga, era un producto para la élite, pero fuera de este contexto, a pesar de la cercanía de la localidad leonesa, es raro encontrarlas.

 

Utilidades

 

En cualquier caso, no es rara la utilización de moluscos marinos primero como alimento y, posteriormente, como colgantes, por ejemplo, desde África a cualquier lugar de la costa peninsular.

 

La importancia de documentar el yacimiento reside en que pertenece a la Alta Edad Media, de manera que es posterior al apogeo romano, una época en la que el número de yacimientos es bajo. "Es un periodo en el que se desconocen muchas cosas", afirma Álvarez. En cualquier caso, "el hecho es que hay relación con la costa pero no sabemos qué función tenían estas conchas", concluye


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