Nueva normativa obliga a indicar el país de origen y porcentaje exacto de cada miel en la etiqueta.
Mayor transparencia para los consumidores y protección para la miel IGP de Asturias.
El Principado celebra este avance, que evita fraudes y refuerza la calidad del sector apícola.
El Consejo de Ministros ha aprobado un cambio histórico en la normativa de etiquetado de la miel, que obligará a los productores a detallar con total transparencia el origen y porcentaje exacto de cada país en las mezclas comercializadas. Una victoria para los consumidores y un escudo para la apicultura asturiana, que llevaba años exigiendo medidas contra el fraude y la competencia desleal.
A partir de ahora, comprar miel ya no será un acto de fe. Las etiquetas deberán reflejar, en un lugar visible, el porcentaje de cada país de procedencia cuando se trate de mieles mezcladas. Este cambio, promovido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y reclamado activamente por el Gobierno de Asturias, garantiza la calidad y protege a las mieles con Indicación Geográfica Protegida (IGP), como la Miel de Asturias.
"La miel que consumimos debe ser auténtica, sin trampas ni mezclas dudosas. Con esta norma, evitamos que nos den gato por liebre y garantizamos que el consumidor reciba un producto real y de calidad", ha destacado Begoña López, directora general de Agricultura, Agroindustria y Desarrollo Rural del Principado.
Más allá del etiquetado: un golpe al fraude y una defensa del producto nacional
Además de obligar a detallar el origen de cada miel, la nueva norma prohíbe la venta de miel filtrada en la que se haya eliminado una parte significativa del polen, un componente clave que vincula el producto con su procedencia real. Esta medida cierra la puerta a prácticas que camuflaban la verdadera composición de muchas mieles importadas.
Con esta reforma, el Ministerio busca fortalecer el mercado de la miel nacional y posicionar los productos de calidad frente a las importaciones masivas. Un sector en el que Asturias juega un papel clave gracias a su Miel IGP, que cuenta con 56 productores y más de 17.900 colmenas distribuidas por todo el territorio.
El Principado ha respaldado esta iniciativa con una inversión de 63.250 euros para la certificación y control de la IGP y 48.736 euros para su promoción, reafirmando su compromiso con la apicultura como motor de desarrollo rural.
¿Por qué esta medida es crucial?
✅ Mayor transparencia para los consumidores, que ahora sabrán exactamente qué miel están comprando.
✅ Protección para la miel de Asturias, que se verá fortalecida frente a productos de menor calidad.
✅ Adiós al engaño de las mieles filtradas, que eliminaban polen para ocultar su origen real.
✅ Refuerzo del sector apícola nacional, con una clara ventaja para los productores locales.
La miel, uno de los productos naturales más valorados, recupera así su autenticidad y trazabilidad. A partir de ahora, la etiqueta dirá la verdad.