Primer implante de un corazón artificial permanente

Primer implante de un corazón artificial permanente

Profesionales del Hospital Reina Sofía realizan la intervención a un paciente de 70 años, que evoluciona satisfactoriamente y desarrolla su vida con normalidad

 

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Profesionales del Hospital Reina Sofía de Córdoba han implantado por primera vez en Andalucía con éxito un corazón artificial permanente, es decir, que funciona como terapia definitiva. El dispositivo ha sido colocado a un paciente de 70 años con una insuficiencia cardiaca terminal que, por patologías asociadas, no podía ser candidato a un trasplante cardiaco. La consejera de Salud, María Jesús Montero, ha acompañado a los profesionales que han informado sobre esta intervención.

La persona intervenida ha retomado su actividad cotidiana, pese a que antes del implante se encontraba sintomático y los especialistas pronosticaban una esperanza de vida muy corta y con grandes limitaciones. Se trata del cuarto corazón artificial que se implanta en España tras la reciente incorporación de esta modalidad de tratamiento por parte de especialistas de diferentes hospitales madrileños.

El paciente, aseguran los médicos del complejo sanitario cordobés, se encuentra clínicamente estable y con una importante disminución de los síntomas previos a la intervención. Tras la operación, permaneció en UCI 48 horas, cinco días en la unidad de cuidados intermedios de hospitalización de Cirugía Cardiaca y, posteriormente, pasó a planta de hospitalización de Cardiología, donde continúa actualmente. Está previsto que reciba el alta en breve y, durante las próximas semanas, los controles para comprobar el correcto funcionamiento del dispositivo serán frecuentes.

 

Este nuevo hito sanitario del complejo sanitario cordobés ha sido posible gracias a la amplia experiencia de sus profesionales en el desarrollo de técnicas de asistencia circulatoria artificial y a la formación teórica y práctica recibida durante los últimos meses para incorporar esta terapia, la más avanzada en la actualidad dentro de los dispositivos mecánicos de asistencia cardiaca.

En esta primera intervención ha participado un equipo multidisciplinar integrado fundamentalmente por cirujanos cardiovasculares, cardiólogos, intensivistas, anestesistas y personal de enfermería, con la colaboración de profesionales alemanes de gran experiencia en la técnica. El implante se efectuó el pasado 26 de octubre y el día anterior se llevó a cabo, de forma experimental, un implante en el hospital veterinario de la Universidad de Córdoba sobre un modelo animal. Previamente, los profesionales del Hospital Reina Sofía se habían formado y acreditado en Alemania para el implante y mantenimiento de este dispositivo y próximamente más profesionales cordobeses volverán a este país europeo para continuar con el proceso de formación.

Los equipos de asistencia ventricular, popularmente conocidos como corazón artificial, pueden ser temporales o permanentes, éstos últimos de más reciente incorporación. El Hospital Reina Sofía también llevó a cabo la primera intervención que permitió, por primera vez en Andalucía, la colocación de un corazón artificial temporal y extracorpóreo a un niño hace más de dos años.

 

Dispositivo

El corazón artificial que se acaba de implantar en Córdoba, denominado Berlin Heart Incor, consiste en una bomba de flujo axial accionada de forma electromagnética y compuesta por un motor-bomba, cánulas de entrada y salida, y una unidad de control. El dispositivo impulsa la sangre desde el ventrículo izquierdo hasta la aorta a una velocidad de entre 5.000 y 15.000 revoluciones por minuto y puede proporcionar hasta siete litros de flujo continuo, suficiente para reemplazar total o parcialmente la función cardiaca, según las necesidades en cada momento.

La totalidad del dispositivo se encuentra en el interior del paciente y está comunicado con la unidad de control -que se recarga mediante dos baterías- a través de un único cable, para alimentación eléctrica y análisis de datos. La autonomía de las baterías suele ser de 12 horas y se recargan normalmente mientras el paciente duerme. Actualmente existen pacientes con más de diez años de funcionamiento de dispositivos similares y sin mayores complicaciones.

Este tipo de intervenciones se realiza bajo circulación extracorpórea y antes de retirarla se llevan a cabo numerosos controles, hasta constatar el correcto funcionamiento del implante. Al contrario de lo que sucede en el trasplante cardiaco, no es preciso extraer el corazón del paciente, pues según el requerimiento de cada momento, puede sustituir parcial o totalmente la función del corazón.

 

Ventajas

El director de la Unidad de Cirugía Cardiovascular del Hospital Reina Sofía, Ignacio Muñoz, y uno de los impulsores de esta terapia, ha señalado que "como principales ventajas, en nuestro medio, el corazón artificial permanente ayuda a prevenir la mortalidad por insuficiencia cardiaca y ofrece una nueva posibilidad de supervivencia a personas que no pueden optar a un posible trasplante cardiaco, generalmente por presentar patologías asociadas que lo impiden".

Existen pacientes con más de 10 años de supervivencia y calidad de vida muy superior a la que tenían antes de recibir el dispositivo. A pesar de que se trata de la primera vez que se realiza en Andalucía y una de las primeras de España, la eficacia de esta técnica está constatada, ya que se ha implantado en más de 5.000 pacientes en todo el mundo.

De forma paralela al desarrollo de esta técnica en Córdoba, se ha creado un grupo de investigación centrado en el estudio de dispositivos mecánicos de circulación cardiaca e integrado por médicos del Hospital Universitario Reina Sofía (cirujanos cardiovasculares y cardiólogos), veterinarios e integrantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Córdoba.

 

Experiencia

El desarrollo de este tipo de implantes exige que los equipos cuenten con amplia experiencia en cirugías complejas. En este sentido, el hospital cordobés incorporó el programa de asistencia ventricular en 2009 con el implante del primer corazón artificial extracorpóreo -que se suele usar como puente para un futuro trasplante- y de la terapia de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) -un soporte cardiopulmonar que temporalmente sustituye la función del corazón y los pulmones-.

Hasta el momento, un total de 36 pacientes (18 adultos y 18 niños) se han beneficiado de ambas técnicas -el centro cordobés figura entre los de más experiencia clínica a nivel nacional-. Los dispositivos de asistencia ventricular y/o respiratoria pueden ser de corta duración (un mes como máximo) y de larga duración (desde varios meses hasta años).

En el tratamiento de los pacientes que reciben este tipo de soportes participa un equipo multidisciplinar de profesionales entre los que se incluyen intensivistas de adultos y edad infantil, cardiólogos, anestesistas, perfusionistas y personal de enfermería y auxiliares, además de los profesionales de Cirugía Cardiovascular.

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