Asturias logra evitar la contaminación de 4.820 t de aceites industriales usados

Asturias logra evitar la contaminación de 4.820 t de aceites industriales usados

2020 estuvo marcado por la crisis global causada por el coronavirus, cuyas consecuencias a nivel sanitario, social y económico aún están muy presentes. Sin embargo, la gestión del aceite industrial usado no paró. Declarada actividad esencial, el sistema encargado de la recuperación de este residuo peligroso en España, SIGAUS, llevó a cabo 3.130 operaciones de recogida de aceite usado en 65 municipios asturianos, en los que se atendió a 1.395 establecimientos, más de la mitad talleres mecánicos. Esta gestión evitó la emisión de 1.869 t de CO₂ y ahorró la utilización de más de 547.000 barriles de petróleo, siguiendo así con la hoja de ruta marcada para lograr una economía más circular, en la que los residuos se convierten en recursos. 

Los aceites usados procedentes de los vehículos o la maquinaria son un residuo peligroso y con un elevado potencial de impacto ambiental. En 2020 SIGAUS garantizó el cumplimiento legal y la protección de nuestro entorno con la recuperación de 4.820 toneladas brutas de aceites usados en el Principado de Asturias. Esta cantidad incluye el volumen de aceite usado neto finalmente tratado, 4.172 toneladas, y ciertas cantidades de impropios, como agua o sedimentos, que suponen el 13% del total, y que han de separarse durante el tratamiento.

El 58% de los establecimientos en los que se realizó el servicio de recogida fueron talleres mecánicos (más de 800 talleres), en los que se recuperaron 1.082 toneladas de residuo. En 2020 SIGAUS recogió en todo tipo de talleres: marquistas, multimarca, independientes, multiservicios, especializados, autocentros, mecánica rápida, vehículos industriales o lavado y engrase. Sin embargo, la industria (246 instalaciones atendidas) fue la actividad de mayor generación de aceite usado en el Principado, con 3.092 toneladas generadas, que suponen el 64% del volumen total recuperado en esta comunidad autónoma.

Un gran número de recogidas tuvo lugar en otra amplia variedad de actividades, como la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, así como relacionadas con la Administración pública, las fuerzas armadas, presas, parques eólicos, empresas de alquiler de vehículos o autoescuelas, entre otras, que sumaron 346 establecimientos.

Eduardo de Lecea, director general de SIGAUS, hace balance del año asegurando que “2020 ha sido nuestro año más responsable. Cuando todo paró, nuestra actividad fue declarada esencial, y decidimos reforzar nuestro sistema para seguir ayudando al tejido económico mediante la recogida del aceite usado en toda España. Nuestra misión fue asegurar en todo momento la operativa de otras actividades esenciales, y garantizar que el aceite usado no fuera un problema añadido, sino uno resuelto. En definitiva, que la gestión del aceite usado no parase para miles y miles de empresas que nos necesitaban”.

Recogida en zonas de especial vulnerabilidad ambiental

El aceite industrial usado es uno de los residuos peligrosos que se generan en mayor cantidad. Por su toxicidad y su escasa biodegradabilidad puede tener importantes efectos sobre la salud y el medio ambiente. Su vertido provoca graves problemas de contaminación y su combustión incontrolada conlleva la emisión a la atmósfera de gases tóxicos (con cloro, plomo…). Es, además, especialmente dañino en el medio acuático: tan solo un litro de aceite industrial usado puede llegar a contaminar hasta un millón de litros de agua. 

Esta peligrosidad, unida a la precaria situación económica vivida por la industria gestora de este residuo, llevó a SIGAUS a tomar la decisión de aumentar la financiación de la recogida: “Entendimos que una situación excepcional requería medidas excepcionales. En el peor momento, multiplicamos por 6 la financiación de la recogida para ayudar a las empresas gestoras y asegurar que seguían recogiendo el aceite usado en cada rincón de España, por muy lejos que estuviera” —señala Eduardo de Lecea. 

Desde el punto de vista ambiental, la recuperación de este residuo peligroso tiene un importante valor añadido en zonas alejadas, principalmente rurales, donde se encuentran la mayoría de espacios naturales protegidos y recursos hídricos, y donde habitan una parte importante de la flora y fauna protegidas. El 75% de los municipios asturianos donde se recuperó aceite usado son rurales. En estas zonas la población, y la generación del aceite usado, presenta altos índices de fragmentación y dispersión. Aun así, allí se atendieron 381 establecimientos y se recuperaron 408 toneladas de residuo.

Dentro del medio rural de Asturias, en zonas especialmente vulnerables a la contaminación, como son las inmediaciones de espacios protegidos y recursos hídricos, se recuperaron 181 toneladas de aceites usados de 166 establecimientos.

En concreto, SIGAUS recogió 47 toneladas en el entorno de 11 espacios protegidos en Asturias, incluyendo Parques Nacionales, Parques y Reservas Naturales, Reservas de la Biosfera, Zonas Ramsar y otras áreas de especial protección. Un ejemplo de ello, es la recogida de 33 toneladas de aceites usados en la Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Burón o de 11 toneladas en la Reserva Natural de la Ría de Villaviciosa. 

Por su parte, en el entorno de recursos hídricos (ríos, lagos, embalses y zonas sensibles a la eutrofización) se evitó el potencial contaminante de 137 toneladas de aceites usados (siendo en algunos casos puntos de generación coincidentes con espacios protegidos).

Por su parte, la actividad de recogida también fue intensa en zonas de montaña o escasamente pobladas (municipios de menos de 1.000 habitantes) de Asturias, con la prestación del servicio de recogida en 644 y 15 establecimientos productores respectivamente.

Economía circular del aceite usado: de residuo a recurso

Una vez recogido, el aceite usado es analizado en centros de transferencia donde se determina su destino final para ser tratado a través de los diferentes procesos existentes. El Principado cuenta con 7 instalaciones de gestión de aceites usados, incluyendo 4 plantas de gestión final: 3 de reciclado y 1 de tratamiento previo a su valorización energética.

Se trata de un residuo que, siendo bien gestionado, tiene valor en su totalidad. Contiene importantes recursos materiales y energéticos que permiten su uso como materia prima en la fabricación de nuevos productos, ya sea como nueva base lubricante —el tratamiento denominado regeneración— o como combustible de uso industrial. El aceite usado también se puede someter a un reciclado material, siendo válido como lubricante para otros usos. 

Un 28% del aceite usado neto recogido en 2020 en Asturias fue tratado mediante regeneración, 1.160 toneladas. Un tratamiento que extrae del residuo una base lubricante válida para la fabricación de nuevos aceites, evitando tener que recurrir al refino del petróleo. El volumen de residuo destinado a este tratamiento permitió devolver al mercado 726 toneladas de lubricantes, y el ahorro de 341.144 barriles de petróleo. Y, en términos medioambientales, este proceso hizo posible evitar la emisión de 774 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Parte de los aceites usados que no fueron regenerados se trataron para fabricar combustible de uso industrial, utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc., evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo. A este tratamiento se destinaron el pasado año 1.997 toneladas, evitando con ello la emisión a la atmósfera de 1.095 toneladas de CO2 y la utilización de cerca de 206.000 barriles de petróleo.

Por otro lado, 1.014 toneladas fueron sometidas a un proceso de reciclado material, que permite su reacondicionamiento para su utilización en aplicaciones lubricantes dentro de la propia industria generadora.

2020 ha reafirmado la importancia de contar con un servicio que asegure la gestión del aceite industrial usado en nuestro país, como afirma Eduardo de Lecea: “Hemos solucionado eficazmente el problema de este residuo peligroso en todos los rincones de la economía, y del territorio, aportando nuestra contribución para que muchas de las empresas de nuestro país siguieran adelante. Más allá de las cifras de gestión conseguidas, éste ha sido nuestro gran logro, y nuestro orgullo, en este año tan complicado”.

 

 

SIGAUS es el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) de referencia en España en el sector de los aceites industriales usados, cuyas empresas adheridas representan cerca del 90% del aceite lubricante que se pone en el mercado en España. La existencia de SIGAUS responde a las obligaciones que el Real Decreto 679/2006, por el que se regula la gestión de los aceites industriales usados, impone a los fabricantes e importadores de lubricantes de garantizar la correcta gestión de los productos que ponen en el mercado una vez llegan al final de su vida útil. SIGAUS se encarga de atender estas obligaciones en nombre de sus empresas adheridas.

Como entidad sin ánimo de lucro, SIGAUS emplea íntegramente los ingresos que obtiene de sus empresas adheridas (0,06 € por cada kg de aceite puesto en el mercado) en financiar la recuperación y correcta gestión de los aceites industriales usados incluidos en su ámbito de actuación. SIGAUS ofrece un servicio de recogida universal y eficiente que cubre todo el territorio y todos los sectores en los que se generan aceites usados. Desde 2007 SIGAUS ha recogido y valorizado más de 1,9 millones de toneladas de aceite usado, y regenerado más de 1,3 millones de toneladas.

SIGAUS cuenta con un Sistema de Información Tecnológico (SIT) que registra informáticamente las declaraciones de operaciones de gestión (recogida y tratamientos) efectuadas por los gestores con contrato con SIGAUS, acreditadas en los documentos oficiales regulados y expedidos por el Estado o las CC.AA. Los datos de gestión aportados en esta nota provienen de dicho SIT.

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