Otra Europa

La Europa monetaria ha fracasado. La Europa del euro, sometida al neoliberalismo globalizador más radical, ha sido incapaz de construir una unión política, social y económica, que estuviera a la altura de la excelente Carta de Derechos Fundamentales que alumbró el año 2000. 
Estaba claro que el cortoplacismo económico y el sometimiento a los mercados llevaba a brotes neofascistas, xenófobos, fanáticos, aislacionistas… El resultado de las elecciones recientes en Austria, los adictos a Le Pen en Francia, la ultraderecha en Suecia –que contrasta todavía más con su pasado-… todo auguraba –los PIGS; la desfachatez de nombrar gobiernos sin urnas en Italia y Grecia, cuna de la democracia; el absurdo seguimiento de los grupos plutocráticos (G7, G8, G20) en lugar de fortalecer un sistema multilateral democrático; la sustitución de los valores éticos por los bursátiles; la deslocalización productiva guiada por la codicia; la tibieza institucional y moral frente al derecho al asilo y la ayuda al desarrollo…- lo que ahora parece sorprender a la mayoría de los líderes europeos. 
Ha sido necesario que el “Brexit” –¡forma “sui géneris” británica de salir de donde nunca habían entrado realmente!- para que ahora se reaccione… si no ceden otra vez “british cheks” ni facilidades a quienes no se las merecen. Y no permitan que se realicen referéndums vinculantes sin establecer nítidamente los límites aceptables de la decisión de unos ciudadanos sobre la voluntad de los otros… 
El Presidente Obama ya había advertido hace más de cinco años que la sola “austeridad” no resolvía los desafíos sociales y económicos de la nueva era digital… Fue desoído… 
Estamos, pues, en un momento muy difícil pero con muchas lecciones que, si fueran aprendidas y aprehendidas, podrían conducir en pocos años a encaminar adecuadamente las presentes tendencias. Incluyendo a los ciudadanos del actual Reino Desunido, que verían con satisfacción, sobre todo los jóvenes, que “el nuevo comienzo” que exige el antropoceno, requiere como premisa una Europa unida y democrática, en un mundo unido y democrático, con unas Naciones Unidas refundadas para estar a la altura de los tiempos. Las personas como Trump y Johnson se quedarían pequeñitos, sin voz y sin audiencia. 
La primera lección, ha advertido Roberto Savio, es actuar resueltamente frente a quienes pretenden repetir, consciente o inconscientemente, la historia trágica de Europa en el siglo XX. Memoria de lo que aconteció para actuar hoy como Robert Schumann proclamó en 1949: “Hay que inventar Europa”… para que sea ejemplo de hermandad y nunca más de enfrentamiento, de igualdad y nunca más de prevalencia.



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