El hambre disminuye en Europa y Asia central pero aparecen otras amenazas para la salud

El hambre disminuye en Europa y Asia central pero aparecen otras amenazas para la salud

En 2030 la desnutrición será tan solo un problema menor en Europa y Asia central, pero la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta, como las cardíacas, serán importantes retos para las políticas públicas, según advirtió hoy la FAO.

El hambre afecta actualmente a menos del cinco por ciento de la población en la mayor parte de la región, pero sigue constituyendo un problema importante en amplias zonas del Cáucaso y Asia central, según un informe que será presentado al comienzo de la Conferencia Regional para Europa y Asia central, que la Organización de la ONU celebra cada dos años. Sin embargo, el porcentaje de la población víctima del hambre en el Cáucaso y Asia central caerá desde el nueve al dos por ciento en 2030 y luego al uno por ciento en 2050, según prevé el informe.

El informe advierte igualmente que el cambio de una dieta basada en los cereales hacia un mayor consumo de carne y productos lácteos, puede hacer que los factores de riesgo relacionados con enfermedades crónicas y no transmisibles aumenten en algunos países de la región. También se señala que la dieta, el estilo de vida, la pobreza y los servicios sanitarios influyen en la obesidad, las enfermedades y la tasa de mortalidad.

Estos mayores niveles de riesgo supondrán una mayor presión para los servicios médicos en los países más pobres de Asia central en relación a los de la Unión Europea.

Eliminar la "brecha de rendimiento"

En áreas rurales de Europa oriental, el Cáucaso y Asia central, la producción agrícola de los pequeños campesinos -especialmente los cereales- se encuentra muy por debajo del rendimiento potencial, a veces hasta un 30-40 por ciento menos. Impulsar la producción serviría no solo para garantizar la seguridad alimentaria, sino también para combatir la pobreza rural al elevar los ingresos de los campesinos. La conferencia de la FAO debatirá sobre las políticas agrícolas necesarias para hacer frente a esta situación.

Reducir el impacto ambiental

La forma de mejorar la sostenibilidad ambiental de la agricultura será otra de las cuestiones sobre la mesa. Está previsto que el uso de fertilizantes químicos en la UE aumente un 20 por ciento para 2050. Mientras tanto, la agricultura en los países del Cáucaso y Asia central hace un uso intensivo de recursos hídricos, a menudo de forma ineficaz. Cerca de la mitad del agua para el riego se pierde por el camino debido a sistemas de distribución en mal estado, sometiendo a una gran presión a los recursos hídricos.

Desafíos para impulsar la producción alimentaria


Se espera que la producción agrícola anual en Europa y Asia central aumente un 20 por ciento para 2050 en relación a 2005/2007. El grueso de este incremento previsto deriva de un mayor rendimiento, según el informe, y no de la puesta en cultivo de nuevas tierras.

Un enfoque clásico para aumentar el rendimiento conllevará un mayor uso de fertilizantes y otros productos químicos. El agua para la agricultura en los países caucásicos y centroasiáticos seguirá siendo explotada a niveles insostenibles para apoyar una notable tasa de crecimiento agrícola en la región, del 0,81 por ciento anual. Los desafíos que ello plantea deberán ser abordados por las futuras políticas gubernamentales, según la FAO.

La Conferencia Regional de la FAO para Europa y Asia central reúne a ministros y altos funcionarios de 53 países y la Unión Europa para debatir políticas y tendencias y decidir el futuro programa de trabajo de la Organización en la región.

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