En la firma del Contrato Programa con la Universidad de Oviedo

Una de las cuestiones más importantes, más positivas y que suponen un buen legado para el futuro es la leal colaboración que hemos mantenido durante los años de tu mandato y, en general, creo que desde el año 99 con otras personas que, en aquel momento, tenían también labores institucionales, y en tu caso también las desempeñaste, es que mantuvimos siempre una actitud positiva. Como creo que la he mantenido siempre a lo largo de mi vida no solamente académica, sino política. Al frente de la Alcaldía de Gijón, doce años donde se fue configurando el actual Campus de Gijón, espléndido Campus, gracias a una planificación pactada. Creo que ha sido uno de los Campus en España donde pudo preverse el futuro antes de desarrollarlo y se hizo un Plan Especial que coincidió prácticamente con mi entrada en la Alcaldía y pudimos desarrollar. Tuve también el honor de rematar muchas de esas instalaciones y muchas de esas ideas en el periodo en el que asumí la Presidencia del Principado en colaboración contigo y con tu equipo, entre otras personas.

 

Ha sido una relación muy fructífera y en momentos muy convulsos  y muy difíciles que creo que debemos de valorar todos. Toda la institución universitaria desde su Gobierno, sus componentes, sus estudiantes, tienen que saber que vivimos en un mundo muy complejo, muy distinto del que teníamos hace unos años. No tiene nada que ver el mundo actual y los retos de la Universidad con los de la Universidad que nosotros conocimos y vivimos en nuestro periodo de formación.

 

Porque hoy la globalización provoca riesgos e inquietudes, pero también grandes oportunidades. Y las sociedades hoy tienen que responder ya no desde escalas locales, sino que tienen que coordinarse esas respuestas con otros ámbitos que superan incluso al ámbito de los países en los estábamos acostumbrados a actuar. Ni siquiera Europa es ya hoy un espacio suficiente para dar respuestas a la gobernanza mundial y se necesitan sin duda acuerdos en los ámbitos internacionales. Y, sobre todo, hacer frente a fenómenos absolutamente nuevos como la crisis de los sistemas financieros que inciden de forma muy directa en la economía real y producen fenómenos que nos desbordan muchas veces en nuestra capacidad de actuación.

Y en ese mundo tan complejo surge una idea que, quizás recuperando el pensamiento ilustrado –ahora que estamos en el bicentenario de Jovellanos, pues pone la inteligencia, en aquel momento la educación, para la felicidad de los pueblos y de las personas. Pero, en definitiva, el conocimiento como el primer valor a desarrollar en un mundo como el nuestro. Y uno de los recintos que acogen el conocimiento por excelencia es la Universidad.

 

El conocimiento en materias que ya accedemos a ellas por otros instrumentos además de los instrumentos presenciales. Por tanto, el tema de Bolonia, que muchas veces se idealiza un tanto, al final no es más que una metodología absolutamente renovada, personalizada, adaptada al mundo actual. Y sin duda hay otro elemento muy cualitativo que es la capacidad de elevar la información a conocimiento. Ahí, en ese cambio cualitativo, es donde tenemos muchísimo que hacer y que influir, y la investigación y la transferencia de conocimiento hacia la sociedad. Todos esos retos y esas metodologías tienen que cambiar profundamente. Y creo que están cambiando y creo que la Universidad está jugando ese papel.

Quiero valorar el esfuerzo tan importante que se ha hecho a lo largo de estos años. Porque si no valoramos lo que tenemos muy difícilmente podremos valorar el mundo en el que vivimos. Tenemos que aspirar siempre a cambiar las cosas, a mejorarlas. Aspirar a más. Pero tenemos que saber que hemos recorrido un camino muy complejo y muy valioso porque los estudiantes, nuestros jóvenes, las generaciones actuales afortunadamente han vivido en democracia. Pero además han vivido en un país con un Estado del Bienestar muy desarrollado. Podríamos decir que es quizás el que más lo ha desarrollado en Europa. Y no somos los más ricos, porque España acaba de proceder a la convergencia europea. Ni Asturias es la comunidad más rica. Y, sin embargo, tiene uno de los modelos de Estado de Bienestar más desarrollados.

 

Nuestra Sanidad. Nuestra Educación. De las etapas en las que iniciamos nuestro aprendizaje a hoy, han cambiado muchísimas cosas. Entre otras, una educación gratuita desde los tres años hasta los 16 oficialmente, en el fondo hasta los 18. Y luego una Universidad que es un verdadero privilegio. Que sepan las familias, los estudiantes y los jóvenes que pertenecen a esta generación, que apenas pagan, en promedio, el 15% del coste de sus estudios. Y esto en un país que tiene que tener recursos públicos, obtenidos a través de desarrollo económico, para poder financiar estos sistemas excelentes. Lo mismo que el sistema social.

Asturias encabeza en España el ranking de la valoración de los ciudadanos de su Sanidad; de su Educación, incluida la Universidad; y, también, de sus sistemas sociales en cuarto lugar. Y por algo será. Yo creo que un mérito importante es de las personas que estáis al frente, los servidores públicos que han provocado este cambio tan cualitativo en la sociedad asturiana.

 

Hoy firmamos un convenio específico que este año lo hemos orientado a temas relacionados con la investigación, con el desarrollo, con la innovación y con la transferencia.

Todo esto de común acuerdo con la Universidad, como hemos provocado, y os felicito por ello, en un periodo cortísimo toda la adaptación al nuevo campo de estudios superiores, que en Europa era obligado, y la transformación de las titulaciones, que no ha sido fácil. Ha sido un complejísimo trabajo y se ha hecho de una manera muy racional.

 

Cuando se aplica esa lealtad a la que hacía referencia el Rector, la cooperación por encima de todo, el interés general por encima del particular, seguro que salen las cosas. Y cuando se explica también cómo, a veces, no hay recursos para atender todas las peticiones, también lo entiende la inmensa mayoría. Y nosotros nos hemos entendido así y ha sido un buen entendimiento en beneficio de Asturias y en beneficio de la Universidad.

Hoy renovamos el compromiso político con la universidad pública asturiana, garantizando la financiación necesaria para que la Universidad de Oviedo consolide su posición entre las universidades españolas con mayor prestigio docente e investigador.

 

El modelo de crecimiento económico inteligente, sostenible e integrador  que plantea La Estrategia Europa 2020 es un camino que Asturias lleva recorriendo en los últimos años, contando para ello con el proceso de modernización de la Universidad.

 

A nivel estatal, la Ley de Economía Sostenible, recientemente aprobada, establece nuevos objetivos para que las Universidades sean más competitivas y para que impulsen la actividad de transferencia del conocimiento y la actividad innovadora a las empresas y la sociedad.

 

En especial, esta Ley se refiere al Programa de Campus de Excelencia Internacional como programa que ha de servir a esa transformación y modernización de la Universidad, a su internacionalización y a su colaboración con el sector productivo. La Universidad de Oviedo obtuvo el sello de campus de excelencia internacional en la primera convocatoria de 2009 y con ello se asegura una posición inmejorable para llevar a cabo esta transformación.

 

Sabe el Rector que ha contado siempre con el respaldo de nuestro Gobierno en todo el proceso y que, además de aportaciones económicas dentro de nuestras posibilidades, el apoyo es seguir creando el camino para que todo esto se consolide en el futuro.

 

Desde 1999, invertimos en solucionar carencias históricas de la institución. Hemos conseguido una Universidad de Oviedo saneada financieramente; de los 27 millones de euros de deuda hemos pasado a una Universidad que liquida sus cuentas en positivo.

 

Hemos contribuido a estabilizar la plantilla y a mejorar sus retribuciones, mediante la implantación del complemento retributivo autonómico, que fue un esfuerzo importante.

 

Se ha apoyado el proceso de reestructuración de centros, Facultades y Escuelas para conseguir una gestión más eficiente. Se han ganado espacios para la docencia y la investigación, con equipamientos nuevos y tan destacables como los del Campus de Gijón, en Laboral Ciudad de la Cultura, el Campues de Mieres, con un nuevo edificio de investigación, residencia para estudiantes y campus deportivo; y con instalaciones también en Oviedo.

 

La Universidad de Oviedo cuenta hoy con una nueva oferta académica renovada. A lo largo de estos años se han incorporado nuevas titulaciones y adaptado los contenidos al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, con una importante apuesta por la oferta de postgrado. La Universidad en estos momentos dispone de un número muy elevado de másteres autorizados y, sobre todo, de una internacionalización y una manera de ver el camino en el que coincidimos plenamente.

 

El contrato-programa significa cambios intensos e importantes mejoras, que seguimos impulsando. En un contexto de ajustes presupuestarios, mantenemos el compromiso financiero con la Universidad de Oviedo, reflejado en este Contrato-Programa que repite la asignación de 1.507.900 millones de ejercicios anteriores.

Los contratos-programa suscritos hasta ahora estaban especialmente orientados a la mejora de la calidad de la docencia y a atender las necesidades de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Este 2011 dedicamos un porcentaje importante a la financiación de acciones vinculadas a la innovación y a la transferencia del conocimiento.

 

El contrato programa refuerza, además, la posición internacional de la universidad de Oviedo mediante la habilitación de las instalaciones, equipamientos y sistemas de gestión necesarios para la Escuela Internacional de Doctorado dentro del Centro Internacional de Posgrado, así como la potenciación de los Másteres Universitarios y Doctorados Internacionales.

 

En Asturias tenemos el compromiso de una Universidad pública integrada en el Espacio Europeo de Educación Superior y con capacidad para liderar los campos de investigación básica y aplicada que demanda la economía y las necesidades de nuestra sociedad.

 

Hoy en día no se puede entender la actividad económica sin la aportación fundamental de la investigación. El tejido productivo asturiano ha tenido que superar en los últimos años sus carencias tecnológicas y de investigación, y ha podido hacerlo por la aportación de un sistema educativo de calidad en todos los niveles y por el compromiso político con el impulso a las actividades de I+D+i.

 

En una década, entre 1999 y 2009, la inversión en I+D+i en Asturias ha crecido un 203,8%. De los 74,4 millones de euros ejecutados en 1999 por empresas y administraciones hemos pasado a los 226 millones de 2009, de un porcentaje del 0,58% del PIB de la comunidad se ha pasado al 0,99%. Esto tiene su traducción en el empleo: en 2009 Asturias alcanzó las 3.769 personas empleadas en actividades relacionadas con la investigación y la innovación.

 

Para abordar una economía basada en el compromiso con la investigación y la innovación, lo primero que necesitamos son recursos humanos con alta cualificación científica y profesional.

 

En la Universidad hemos creado infraestructuras determinantes para la labor investigadora en Asturias: el Bioterio de la Universidad de Oviedo e Instituciones Sanitarias Concertadas, el Centro de Investigación del Campus de Mieres y las instalaciones del Campus de Excelencia Internacional.

 

Y, no nos olvidemos, en el HUCA las instalaciones son impresionantes, porque el cambio que va a haber en la docencia para la formación de los profesionales de la Sanidad es un elemento cualitativo. Y tenemos que hacer todos un gran esfuerzo para que se comprenda. Hoy la formación de los nuevos profesionales de la Sanidad estará ligada indefectiblemente a la gestión clínica. Imbricada en los centros, así lo hemos firmado con la Universidad porque entendimos que ese era el camino, a los centros de salud, a los hospitales. Que gran suerte tendrán los nuevos profesionales de la Sanidad cuando salgan formados, pero ya habrán visto cómo se funciona en esos centros, cómo su formación y sus instalaciones están a su disposición. Y cómo la formación presencial, que tendrá también una componente, no será tan alta como en el pasado. Y este cambio y los espacios son impresionantes, de gran calidad. Tenemos la gran suerte en Asturias de tener el mejor hospital de nuestro país y uno de los mejores hospitales europeos. La obra civil está prácticamente terminada y todos los dispositivos tecnológicos están ya licitados o adjudicados y siempre financiados. Dejamos un buen legado. El legado es que ese hospital está acabado y todo lo que falta para dotarlo está financiado, porque hemos adquirido un compromiso de financiación con el banco europeo de inversiones. Y eso está ahí, que también es muy importante en el ámbito de la Universidad.

 

Y en los sucesivos planes de Ciencia y Tecnología se han instrumentado diferentes ayudas con incidencia en el ámbito universitario. Así, en el último Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación se impulsaron  los programas Severo Ochoa de becas predoctorales (738 becas concedidas a estudiantes de tercer ciclo con un importe medio por becario de 12.724 €), Jovellanos de incorporación de titulados en empresas para realizar acciones de investigación y desarrollo (incorporación de 125 titulados universitarios a 75 empresas), Clarín de becas postdoctorales (50 becas con duración media de 23 meses), y el Ramón y Cajal para la incorporación de investigadores cualificados de forma estable en la Universidad y en centros de investigación.

A estos programas, se suman la concesión de ayudas a grupos de investigación en la Universidad y centros de investigación para mejorar sus equipamientos y facilitar su participación en convocatorias nacionales e internacionales; y las ayudas para Proyectos de investigación básica y para equipamiento científico-técnico en la Universidad y organismos públicos de investigación.

 

Ha existido también una apuesta decidida por la Creación y Desarrollo de Empresas de Base Tecnológica. Se ha apoyado la creación y desarrollo de 21 empresas innovadoras de base tecnológica desde 2006.

En el crecimiento que publicó el INE la semana pasada, en España en el año 2010, Asturias fue la cuarta comunidad en cuanto al crecimiento de PIB. De ese crecimiento, si uno hurga un poquito donde está la base, es fundamentalmente en el sector industrial y en un sector ‘servicios’ muy moderno. Un sector industrial que creció en Asturias más de cuatro veces lo que creció en el promedio del país y donde tuvo la Universidad un papel importante en algunos de los aspectos de ese crecimiento.

 

Se ha consolidado en Asturias algo nuevo, la Red de 7 Centros Tecnológicos; tres de los cuales han alcanzado el reconocimiento del Ministerio de Ciencia e Innovación, con una plantilla estable total de 240 profesionales, el 56% de los mismos licenciado superior y/o doctor e inversiones movilizadas por un importe cercano a los 18 millones de euros entre 2005 y 2009.

 

Los Centros Tecnológicos son una apuesta estratégica fundamental. Están llamados a ser el cauce donde confluyan las empresas asturianas y la Universidad de Oviedo, articulando entre todos un trabajo en común en I+D+i.

 

Y en este sentido, el balance positivo de las políticas de I+D+I en Asturias debe tener continuación en la actividad universitaria. Hace doce años, el sistema de ciencia-tecnología e innovación era prácticamente inexistente y hoy tenemos el sistema asentado, hemos puesto los cimientos, hemos creado una red de centros tecnológicos y de infraestructuras universitarias para la labor investigadora, hemos incorporado a las empresas a la actividad innovadora y hemos dotado a la Universidad de capacidad para liderar el sistema.

Asturias, tiene, pues, las condiciones para el desarrollo sostenible, integrador e inteligente que nos propone la Estrategia 2020 para un crecimiento equilibrado en la Unión Europea durante los próximos años.

No dudo que contaremos con el compromiso de los universitarios para aprovechar todo el potencial de nuestro sistema de ciencia, tecnología e investigación.

 

*Presidente del Principado de Asturias



1 comentario

  • # J.M. Responder

    21/06/2011 22:02

    La fértil creatividad nacida del apareamiento. 1 + 1 = ??.

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