Programa de cirugía especializada en Gaza por MSF

Programa de cirugía especializada en Gaza por MSF

Las consecuencias del embargo de Israel sobre la Franja de Gaza van más allá de lo económico. Aunque el sistema sanitario funciona, el acceso de la población a ciertas especialidades médicas es muy limitado. Los pacientes no pueden salir de Gaza para ser intervenidos ni los profesionales locales para adquirir nuevas técnicas y conocimientos. Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja para cubrir estos vacíos.

 
Un médico pasa consulta a un paciente en el Hospital Nasser de Gaza © Isabelle Merny/MSF

MSF trabaja en la Franja de Gaza desde hace 10 años. El sistema sanitario de los Territorios Palestinos Ocupados, y particularmente de Gaza, es más avanzado que el de muchos de los lugares en los que trabaja la organización, pero hay necesidades que siguen sin estar cubiertas. La situación se ve agravada por el embargo israelí que, desde 2007, dificulta aún más la vida de una población ya afectada por años de conflicto.

 

El embargo tiene repercusiones tanto sobre la economía como sobre la salud. Por ejemplo, el reparto arbitrario de carburante impide el suministro y regular funcionamiento de la única central de energía que todavía funciona en Gaza. Los cortes de electricidad se suceden diariamente y se prolongan durante varias horas. La población recurre al uso de generadores, bombonas de gas de baja calidad, velas o lámparas de queroseno que causan accidentes domésticos graves, especialmente entre las mujeres y los niños.

 

Los equipos de MSF han observado un notable aumento de casos de quemados en los últimos dos años. Tras los cuidados iniciales, estas heridas, a menudo inhabilitantes, requieren cirugía reparadora, llamada “cirugía de repetición”. En los casos particularmente complicados, se trata de intervenciones que requieren un alto grado de especialización. Sin embargo, a pocos pacientes se les permite abandonar Gaza para ser operados en el extranjero (Jordania, Israel, Egipto…) y el número de cirujanos especialistas en Gaza no es suficiente para cubrir las necesidades.

 

Necesidades específicas no cubiertas

 

En respuesta a esta situación, MSF abrió un programa de cirugía reparadora en julio de 2010, en colaboración con el hospital público Nasser, en la ciudad de Khan Younis. Los pacientes con quemaduras importantes representan más del 60% de los casos atendidos por los equipos quirúrgicos especializados que MSF envía a lo largo del año al hospital Nasser. El resto de pacientes sufren secuelas de accidentes o anomalías congénitas.

Además del tratamiento de pacientes, otro de los objetivos de este programa es fomentar la transferencia de conocimientos técnicos al equipo médico local. Como declara el Dr. Hassan Hamdan, jefe del servicio de cirugía del hospital: “El embargo también tiene un gran impacto sobre nosotros, los médicos y cirujanos. Es realmente difícil asistir a una sesión de formación en el extranjero, por ejemplo. El tiempo de formación aquí es, pues, más que bienvenido. Las cosas han mejorado en los dos últimos años, gracias a la cooperación y los intercambios con los equipos internacionales de MSF. Aprendemos de su conocimiento y experiencia”.

 

Desde que arrancó el programa en 2010, 490 pacientes han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas. En los más de 10 años de trabajo de MSF en este contexto volátil, sujeto regularmente a brotes de violencia, las actividades han evolucionado y la oferta de atención sanitaria se ha diversificado para responder a las necesidades que han ido surgiendo: atención psicológica, fisioterapia, cirugía… Así, a principios de 2012, MSF abrió su primera unidad dedicada a rehabilitación de la función de las manos, dentro de su programa de fisioterapia, para cubrir esta necesidad tan específica que el sistema sanitario local no cubre. El equipo de MSF sigue de cerca la evolución de las necesidades médicas derivadas de la violencia entre israelíes y palestinos y de los enfrentamientos entre facciones palestinas en los territorios ocupados.

 

FOTO: Un médico pasa consulta a un paciente en el Hospital Nasser de Gaza © Isabelle Merny/MSF

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