Carvallina

Los lectores quedaran asombrados del título del artículo, pensando que es el nombre de un pueblu de Asturies o que está mal escrito, pero no ye ningún pueblu, ye una presunta asociación moderna entre una empresa ricachona y un concejal de deportes en nuestru ayuntamientu.

 

El “REAL OVIEDO” lo pongo con mayúsculas para ver si algún cabrón  se entera de una vez que es un club grandioso desde tiempos inmemorables, que parece ser que no se enteran, pero así  se lo recordamos.

 

Este club de futbol tiene detrás una historia grandiosa y  una afición  que no se merece lo que le están haciendo. Desde hace muchos años ha estado dirigido por gestores mediocres o por intereses personalistas,, llevándolo a la ruina más absoluta y ahora que tiene una gestión decente, con una directiva honrada y trabajadora, aparecen los listos y los politiquillos de turno, que solo les gusta lamer culos a los grandes terratenientes, sin dar valor al trabajo y al esfuerzo de personas que por su venas corre sangre azul, lo han demostrado poniendo al OVIEDO económicamente bien y no creo que fuera por dinero, más bien por amor al club.

 

Ya lo decía mi abuelu “cuando no hay pelas no se acerca nadie, ahora cuando las huelen vienen como moscas a la mierda”, pero el ser humano siempre fue y será así. Esta entidad salvada por ciudadanos y socios humildes, con aportaciones económicas pequeñas,  con un trabajo de la actual directiva digno de admiración y de estudio en las más prestigiosas escuelas de negocios de este país, ahora se  encuentra  que quieren subir al carro de la gestión, gente que no tiene “ni puta idea” de lo que ye un balón, que pa ellos ye cuadrau.

 

Es muy triste para los ciudadanos ver que la “mierda” siempre la revuelve  una mano política, la cual siempre busca donde atecharse sin trabajar, que ye el oficio de ellos, vaguear al máximo y empobrecernos de forma desalmada, no cumpliendo con el trabajo que tiene encomendado  y por el cual todos le pagamos el sueldo con nuestros  impuestos, que por cierto  cada día  son más elevados.

 

 

Ahora a todos los ciudadanos nos cae bien que nos machaquen estos tipejos, les consentimos de todo, nadie les pide explicaciones, nadie les mide su productividad y eficacia, para denunciarlos por su negligencia social y abuso de poder. La justicia parece  cautiva de este poder político absoluto y dictatorial, que tiene secuestrada nuestra  democracia, podría estudiar estos casos “gente con cargo público que maneja intereses privados, con una gestión accionarial de un equipo local, cedida por una empresa privada, que  al mismo tiempo este señor es concejal de deportes”  y donde los intereses económicos no pueden ser los mismos.

 

Pero el día a día nos demuestra que bajarse del sillón y dejar de vivir del cuentu ye jodido, ningunu dimite, dejan un cargo pero como tienen tantos siguen chupando de la piragua y pa más el ya dice que de dimitir nada, que eso ye personal.

 

Como decía  Emilia Garcia “la Pixarra” “PUXA OVIEDO” qué tiempos aquellos de amor a los colores y de dignidad personal.

 

rEvolución!



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