La espátula de Félix Bravo, con renovado vigor, en Cimentada

La espátula de Félix Bravo, con renovado vigor, en Cimentada

Oviedo.- A Félix Bravo le pasa lo que a muchos asturianos en la historia. Se va por esos mundos de Dios con su paleta en la bolsa y los recuerdos de la montaña y la marina asturianas en las alforjas del recuerdo para triunfar aquí y allá, pero luego puede con él la morriña y vuelve a su tierra para exponer lo que sus viajes aportaron a su pintura.Y estos días lo hace en la señera sala Cimentada, en la coqueta Calle de Covadonga, al lado del restaurante La Goleta.

 

Diplomado en Bellas Artes en Barcelona. Al comienzo de su carrera artística expuso casi exclusivamente en salas del entorno asturiano, pero a partir de 1983 su obra rompió fronteras y comenzó a exhibirse en espacios para el arte de ciudades del resto de España y también en el extranjero, en grandes capitales como Bruselas, París o Ginebra. Está en posesión de varios premios conseguidos en certámenes nacionales, y obras suyas forman parte de diversas colecciones particulares y de instituciones como Caja Burgos, Caja España, etc.

 

Mucho se ha escrito sobre la obra de Félix bravo (http://www.felixbravo.com/), cuya próxima exposición, colectiva, será en Milán, Italia, con el título "Los mejores pintores contemporáneos. Yo les diré que es un monstro pintando, por su rapidez y seguridad en la resolución del oleo, su maestría en la conjunción de los colores para orientar la luz interna justo hacia donde el artista quiere, su dominio de la materia a la que obliga a revelar toda su potencia sobresaliendo del lienzo o la tabla pero sin dejar de formar parte de la unidad. 

 

Pero sobre todo les diré que merece la pena pasárse Cimentada, estos días hasta el 31 de mayo próximo, y disfrutar de sus cuadros, sus paisajes asturianos, sus composiciones de naturaleza, sus gallos y urogallos. Saldrán más frescos, más serenos, más en paz consigo mismos.

 

Dejar un comentario

captcha