Más donación de sangre para salvar vidas

Más donación de sangre para salvar vidas

La donación de sangre constituye la máxima expresión de generosidad y solidaridad, y como tal deber ser promovida, según los eurodiputados de la comisión de Medio Ambiente del PE. Las estadísticas muestran que Europa ha experimentado un auge en este sentido y que, además, todos los Estados miembros ofrecen algún tipo de incentivo para fomentar la donación de sangre. El pasado 15 de junio la comisión de Medio Ambiente del PE analizó el último informe que la Comisión ha elaborado al respecto.

Según datos del Eurobarómetro de octubre de 2009, un 37 por ciento de los europeos dona sangre frente al 31 por ciento que lo hacía en 2002. Austria, con un 66 por ciento, es el país europeo con mayor porcentaje de donantes. Le siguen Francia, y Grecia con un 52 y 51 por ciento respectivamente. Chipre presenta idéntico porcentaje al de Grecia. A la cola se encuentran Portugal con un 22 por ciento e Italia con un 23. España ocupa la duodécima posición con un 41 por ciento, lo mismo que Alemania.

                

Jo Leinen, eurodiputado alemán del grupo socialista y presidente de la comisión parlamentaria, confiesa que es donante y subraya que "durante el brote de epidemia E. coli pudimos apreciar lo importantes que son las donaciones". Leinen relató como "los hospitales de Alemania tuvieron que hacer un llamamiento urgente porque había escasez de sangre".


La directiva de 2002


Una directiva de la Unión Europea del año 2002 especifica que "los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para fomentar las donaciones de sangre voluntarias y no remuneradas con vistas a garantizar que la sangre y sus componentes procedan en la medida de lo posible de dichas donaciones".


No obstante los veintisiete Estados miembros ofrecen incentivos. Veintitrés de ellos lo hacen tanto para la donación de sangre estándar como para la aféresis, una técnica mediante la cual se separan los componentes de la sangre para seleccionarlos y devolver el resto al torrente sanguíneo. De los cuatro restantes, tres (Bulgaria, Chipre y Eslovaquia) sólo los ofrecen para la donación estándar mientras que Letonia hace lo propio para la aféresis.


Exención de impuestos


En Polonia por ejemplo, los incentivos van desde los beneficios fiscales hasta los ya más convencionales alimentos. Permisos para ausentarse en el trabajo y reconocimientos médicos gratuitos completan el cupo. Incentivos que no parecen ser suficientes, a la luz de los números, porque Polonia ocupa el tercer lugar por la cola con un 25 por ciento de donantes.


En veinticinco países de la UE, los principales encargados de la recogida y el abastecimiento de sangre tienen carácter público o son organismos sin ánimo de lucro. Solo en Austria es de carácter privado mientras que en Alemania, Finlandia y Lituania lo realizan de forma combinada organizaciones públicas y privadas.


Más hombres que mujeres


Los hombres son más proclives a donar sangre que las mujeres, con un 44 por ciento de los primeros frente al 31 de las segundas. Además, entre los ciudadanos europeos que cuentan con estudios, el porcentaje de donantes es mayor (un 46 por ciento) que aquellos que a la edad de 15 años o menos abandonaron el colegio, con un 32 por ciento.


Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en todo el mundo 62 países obtienen todo su suministro de sangre de donaciones voluntarias y no remuneradas, cifra que en los últimos diez años se ha incrementado hasta rondar el  cincuenta por ciento. Además, siete de cada diez donantes son hombres.


Mientras que en los países más ricos los donantes de sangre tienden a ser mayores, en los más pobres ocurre lo contrario. Otro dato que llama la atención es que, según la OMS, con que un uno por ciento de la población de un país done sangre se cubren las necesidades básicas del mismo.

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