¡Mucho Sporting!

¡Mucho Sporting!

El Sporting ganó por 0-1 en el Santiago Bernabeu al Real Madrid en partido de Liga correspondiente a la jornada 30. Marcó el gol De las Cuevas y la Mareo, incansable en su aliento, no cesó de animar. Convirtió el coliseo madrileño en una espectacular fiesta rojiblanca.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cavalho, Albiol, Arbeloa (Pepe) , Lass, Di Maria (Caales), Khedira, Granero (Higuaín), Ózil y Adebayor.
Sporting:  Juan Pablo; Lora, Botía, Iván Hernández, Canella (José Ángel) Rivera, Nacho Cases; De las Cuevas, André Castro (Eguren), Nacho Novo; y Barral (Sangoy).
Árbitro: González González, del Comité de Castilla y León. Amonestó a José Ángel, Nacho Novo y Juan Pablo, por el Sporting, y a Sergio Ramos, Di María, Albiol y Lass por el Madrid.
Incidencias: Tarde primaveral, aunque con cielo gris, Terreno de juego en perfecto estado. Gran entrada en el Santiago Bernabeu, prácticamente lleno, con la presencia de más de 2.500 seguidores sportinguistas. La Mareona le puso ambiente al partido.
Apenas iniciado el partido, el Sporting sufrió un serio contratiempo, en una acción en la que se lesionó Canella. El relevo de urgencia fue el natural, el de José Ángel, que pasó a ocupar el lateral zurdo.
El Madrid había salido con la clara decisión de poner pronto la balanza a su favor, pero el cuadro gijonés se posicionaba con orden. Nacho Novo se situaba por la derecha, con De las Cuevas basculado a la izquierda. André Castro buscaba sus opciones por detrás de Barral. El auxilio en la medular llevaba el equilibrio de Rivera y Nacho Cases, que actuó como un veterano.
Atrás, la defensa, extraordinaria, infranqueable, y cuando hizo falta apareció sobrio y seguro Juan Pablo..  
En el mastodóntico Bernabeu se escuchaban todo tipo de cánticos rojiblancos. Incansable la Mareona, que no le callaba a la afición blanca, pese a su inmensidad numérica. Gran ambiente, y que gran afición.
En el césped, el equipo blanco cada vez estaba más incómodo ante un equipo gijonés que le negaba los espacios y buscaba la contra. André Castro y José Ángel lo intentaban desde lejos. El portugués la tendría también a la salida de un córner, pero el remate le salió alto por poco.
A punto estuvo Nacho Novo de sorprender a Casillas, al que superó, pero luego, casi sin ángulo, se resbaló. Fue luego De las Cuevas el que trató de desbordar a la defensa blanca sobre la misma linea de fondo en una jugada imposible. 
Con el empate sin goles se alcanzó el descanso. Muy meritorio Sporting, que incluso había llevado a la portería contraria más peligro que el Real Madrid.
Se reanudó la segunda mitad con un Madrid que nuevamente puso la directa, pero volvió a encontrarse a un Sporting muy serio y sin concesiones.
Mourinho, buscó recursos, nuevos efectivos, para lo que echó mano del recuperado Higuaín. De inmediato Preciado dio entrada a Eguren por André Castro. Era el minuto 13 de la segunda parte. Comenzaba un nuevo partido en el que los estrategas trataban de jugar las cartas de las que disponía.
Higuáin en un tres para tres puso a prueba a Juan Pablo, que realizó una extraordinaria parada. Adebayor la tuvo luego de cabeza, pero remató alto. Apretaba el equipo madrileño, que buscaba acciones de juego directo.
Mourinho hizo un doble cambio. Dio entrada a Pepe y a Canales. Más en pos del juego directo ante la imposibilidad de superar al centro del campo sportinguista. Los gijoneses actuaban con las líneas muy juntas. 
Nacho Novo se marchó de Carvalho. El ferrolano realizó una prodigiosa galopada a la que sólo le faltó el remate cuando sirvió en la frontal del área.
Preciado sacó a Sangoy en busca de oxígeno arriba. 
Mereció quedarse con uno menos el Real Madrid. El árbitro perdonó la expulsión a Lass. Agarrón de libro y sólo falta. Hubiera sido la segunda.
A continuación, era el minuto 33, gran jugada sportinguista, que coronó De las Cuevas a gol tras recibir de Nacho Cases en una jugada que había arrancado Lora.
En el 37 pasó por encima de la raya de gol sportinguista un remate cruzado, pero acabó despejando el peligro el Sporting. Volvía a apretar el Real Madrid a la desesperada. Juan Pablo se mostraba seguro. El Real Madrid buscaba con reiteración el juego directo. 
Los últimos minutos pasaron a ser numantinos, peor sin renunciar el Sporting a la opción del contraataque, y con 10, porque Lora se lesionó, atenazado por los calambres, y no había más cambios,
Pasaron los cuatro minutos de añadidura y el árbitro decretó el final.
Tres puntos de oro en un campo de relumbrón y con la Mareona cantando.¡Mucho!  
Y llegó el final. Gran e histórica victoria rojiblanca.

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