Coge la cartilla y corre

Ahora si podemos decir que España está a punto de iniciar una semana decisiva para el futuro de sus 46 millones de habitantes. ¿Intervención o no intervención?. La locura general que parece haberse instalado en los mercados no deja de ser en mi opinión una locura calculada. ¿Objetivo?. Cargarse al euro atacando a los más débiles, los páíses del sur. La desaforada estructura de nuestras autonomías ha hecho que nos esté ahogando sin haber dado tiempo al gobierno de la nación a desmontar tanto chiringuito. Pero todos somos culpables de haberengordado las distintas administraciones públicas convirtiéndolas además en reinos de taifas de ayuntamientos para arriba.

España va a ser rescatada y ésta a su vez deberá rescatar algunas de nuestras autonomías, caso de la Comunitat Valenciana, esa que tanto ponía como modelo de buen hacer un cada vez más atribulado Mariano Rajoy, llegado al fin y para desgracia de los españoles a su máximo nivel de incompetencia. Menos mal que Asturias no parece que vaya a estar en el paquete de los torpes y según el presidente del Principado Javier Fernández no hay riesgo de intervención por parte del Estado. Por tanto pienso que la herencia dejada por Vicente Alvarez Areces no fue tan mala como algunos decían.

A corto plazo continúa coleado el conflicto de la minería que con la que está cayendo no solo han perdido fuerza las acciones reivindicativas de los trabajadores -aquí hay para todos, no solo para los mineros- si no que también se ha resquebrajado la unidad sindical entre el SOMA-FIA-UGT y CCOO. Claro que confío en la sensatez y veteranía de sus dos principales dirigentes, José Angel Fernández Villa y Mino, por lo que el  carbón, creo, no llegará al río.

Esta semana las partes y  el ministerio de Industria se van a sentar a negociar cara al plan 2013/2018 con búsqueda de alguna solución colateral para el presente año que ayude a paliar los casatróficos efectos de esa reducción del 63 por ciento de subvenciones al carbón prevista en los presupuestos generales del Estado.

Los mineros asturianos, incluídos los más de 300 polacos que hay en nuestras explotaciones, llevan muchos días sin trabajar, cerca de 50, y la economía de sus familias está muy castigada. En base al nuevo acercamiento entre las partes previsto para mañana o pasado hay que esperar una mejor actitud por parte del ministro José Manuel Soria y que, también,  los posibles acuerdos a que se lleguen no sean solo en beneficio de Victorino Alonso y los empresarios de León. Creo que ha llegado el momento en que la presidenta de HUNOSA Teresa Mallada explique a la opinión pública asturiana los pasos inmediatos que va a dar esta empresa. ¿Se mantendrán sus actuales pozos?. ¿Y los actuales 1.700 puestos de trabajo?. ¿Ha pasado la diversificación a mejor vida o, por el contrario, aún hay esperanzas de impulsar algún proyecto empresarial que contribuya a detener la decadencia crónica de nuestras comarcas mineras?.

Es una pena que Asturias no cuente con entidades financieras propias. Solo las dos cajas rurales hacen lo que pueden porque Cajastur, integrada en el madrileño Liberbank y lastrada por la absorción, que nunca tuvo que haberse hecho, de la Caja de Castilla La Mancha, ya no cuenta como entidad de apoyo a nuestros empresarios y emprendedores. Los asturianos empezamos a tener la sensación de que solo nos queda aquello de coje la cartilla y corre, aunque, claro, ¿Hacia donde?. Ni Severino García Vigón lo sabe.



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