Areces recibe la Insignia de Oro de UGT

Areces recibe la Insignia de Oro de UGT

El viernes se celebró la entrega de los Premios Primero de Mayo UGT Asturias a Vicente Álvarez Areces, en su modalidad de Insignia de Oro. La insignia de Plata fue para: Militancia y Dedicación: Belarmina Fernández Ordíz. Sección Sindical: Sección Sindical de UGT en Carrefour. Trabajo Sindical de Base: José Ignacio Gómez García “Manín”

 

Intervención del Presidente del Principado

 

Es un gran honor recibir la insignia de oro de la UGT. Una distinción que desde 1996 han recibido hombres y mujeres, ejemplos de compromiso y lucha por la mejora de las condiciones sociales, económicas y laborales de los trabajadores y la sociedad en su conjunto.

Y es un honor mayor recibirla junto a las personas distinguidas con la insignia de plata, que son un verdadero ejemplo de trabajo y militancia sindical: Belarmina Fernández Ordiz, referente de compromiso con la lucha sindical en el sector sanitario, con la lucha por las libertades, por la democracia y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; José Ignacio Gómez García “Manín”, alguien siempre cercano a los trabajadores y trabajadoras, otro excepcional luchador por las libertades y un ejemplo por su destacada capacidad de negociación sindical, y la Sección Sindical de UGT en Carrefour, que representa el esfuerzo en la mejora de las condiciones laborales en un sector como el de grandes almacenes, difícil para las organizaciones de clase.

Me sumo a las felicitaciones por su dedicación sindical.

 

Como Presidente del Principado de Asturias, como persona socialmente comprometida durante toda mi vida con el progreso, debo felicitaros a todas y todos los que constituís esta gran familia ugetista,

y debo daros las gracias por la labor impagable de reconocimiento y referencia ética que desde 1996 significan estos premios Primero de Mayo.

Unos premios que nos recuerdan que el progreso de la humanidad se ha construido con los valores de unidad y lucha de los trabajadores que, en todo el mundo, representa el Primero de Mayo.

Cada año, el Día Internacional de los Trabajadores va teniendo diferentes eslóganes, distintos contenidos, pero el mismo objetivo de conquistar mejores condiciones de trabajo y prestaciones sociales.

 

A lo largo de mi vida me he identificado plenamente con los valores del primero de mayo y con las reivindicaciones de cada momento. En los años de la Dictadura fue todo el proceso de lucha por las libertades, y en el inicio de la transición la reivindicación de la libertad sindical, los derechos sindicales y la devolución del patrimonio de las organizaciones sindicales; en los años ochenta, la solidaridad contra el paro y con los trabajadores afectados por las fuertes reconversiones de un sistema productivo obsoleto y, desde los noventa, la reivindicación de un empleo digno, estable y para todos y todas.

Con especial compromiso, desde mis responsabilidades de gobierno en los últimos 24 años he trabajado por poner en práctica los valores del Primero de Mayo; para superar las dificilísimas condiciones sociolaborales que había en el Gijón de finales de los 80 y primeros 90, para recuperar el empleo perdido en las reconversiones, y también para incorporar a las mujeres y los jóvenes a su primer trabajo.

 

En Gijón fuimos pioneros en la incorporación de las organizaciones sindicales y sociales a las decisiones del gobierno local. A través del Consejo de Desarrollo Local pusimos en marcha la cultura del diálogo social para hacer ciudad, para orientar las políticas locales a la creación de empleo y al desarrollo de unos servicios públicos de calidad para todos.

En Gijón fuimos pioneros en el ámbito local en medidas de promoción de empleo, actividades de inserción laboral, y en el apoyo a la formación y a la actividad emprendedora. En el marco de colaboración con sindicatos y empresarios sacamos adelante medidas muy efectivas, tanto de apoyo a la contratación de trabajadores en prácticas y de colectivos específicos en las empresas, como con la capacitación e inserción profesional a través de las escuelas taller y casas de oficio, así como los Planes de Inserción Laboral y Empleo Social (PILES), que han dejado, además, un magnífico patrimonio a toda la ciudad.

 

La UGT ha tenido una implicación activa y decisiva para los buenos resultados de unas políticas que he tenido ocasión de trasladar en los últimos doce años al conjunto de Asturias.

Como Presidente de Asturias, desde 1999 he tenido ocasión de comprobar muy de cerca cómo la UGT ha puesto en práctica la lealtad a los valores que hoy premiáis, hasta el punto de que hoy no podría entenderse el camino recorrido por Asturias en materia social y económica sin el compromiso permanente y estable de la Unión General de Trabajadores.

 

Crear una economía basada en el valor del trabajo y abordar los problemas que se derivan del desempleo han sido la máxima prioridad de mis gobiernos. Incorporar a las mujeres y los jóvenes al mercado laboral, crear oportunidades de empleo en todos los concejos, impulsar un tejido productivo diversificado, con alto componente tecnológico, basado en la productividad, la calidad y la responsabilidad medioambiental y social como principales factores competitivos, son objetivos que han estado presentes en las políticas de todos estos años, al mismo nivel que el acceso a la vivienda, el desarrollo de los servicios públicos para todos y el refuerzo de los mecanismos de protección social en momentos de mayores dificultades, como en la reciente crisis.

 

Políticas compartidas con empresarios y sindicatos a través de los tres acuerdos de concertación social que han convertido Asturias en un modelo para otras comunidades autónomas.

Cuando en Europa se recrudece la crisis de la deuda soberana, en gran medida debido a los agentes financieros que intentan convertir la incertidumbre en un valor susceptible de especulación, desde Asturias tenemos que reivindicar el valor del diálogo y la concertación social como factor de crecimiento sostenible y de cohesión social y territorial.

 

Y muy especialmente tenemos que reivindicar y explicar el diálogo social a esa minoría que, después de doce años, no ha querido entender el significado de la concertación entre gobierno y agentes sociales.

Con el diálogo social impulsado por el Gobierno de Asturias convertimos a sindicatos y empresarios en protagonistas y partícipes de un modelo de desarrollo que responde a las necesidades reales de la sociedad, que es compartido por el conjunto de la sociedad y ha sentado las bases para afrontar la crisis y comenzar la recuperación sin dejar tiradas a las personas con menos recursos.

La concertación social nos ha permitido también impulsar inversiones productivas fundamentales para la cualificación de nuestro territorio, totalmente alejadas de las conductas especulativas que se han dado en otras comunidades, y que nos están permitiendo superar los efectos de la crisis con sólidas herramientas de futuro.

 

El empleo ha sido un reto constante.

La recuperación del empleo perdido durante los procesos de reconversión de las décadas de los  80 y 90, y la consolidación de un entorno de trabajo más seguro y saludable para los trabajadores.

Entre 1998 y 2010, y a pesar de los efectos sobre el empleo de la crisis financiera, Asturias creó cerca de 78.000 nuevos empleos (9 de cada 10 ocupados por mujeres, a lo que han contribuido las medidas impulsadas para favorecer la conciliación de la vida familiar y profesional, entre las que destacan la extensión de la red de centros de 0 a 3 años).

 

Y durante la crisis financiera, entre 2007 y 2010, hemos tenido una menor pérdida de empleo (8,1%) que el promedio de España (9,6%).

Hoy estamos entre dos fechas muy especiales y simbólicas para los trabajadores. Ayer se celebró el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo y el domingo será el Primero de Mayo. Dos fechas para recordarnos que no podemos aceptar llevar la desregulación que se alcanzó en los mercados financieros internacionales al ámbito laboral.

 

No podemos crecer a base de empleo en condiciones de precariedad, bajos salarios y con escasa protección social. Contra esto luchamos desde el primer acuerdo de concertación social, el Pacto Institucional por el Empleo de Asturias del año 2000. Las pequeñas y medianas empresas asturianas son hoy más competitivas porque también se han mejorado las condiciones de seguridad e higiene en el puesto de trabajo. La creación del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales ha sido esencial para reducir la accidentalidad y conseguir centros de trabajo más seguros y saludables para los trabajadores.

 

Es imprescindible recordarlo en estos momentos, en un contexto de menor empleo y menor concienciación sobre la importancia de impulsar entornos laborales seguros y confortables para el trabajador. Este ha sido también uno de los logros del diálogo social en Asturias.

Es fundamental reforzar el papel y la vigencia de la concertación social, así como el valor de la inversión productiva y los servicios públicos para impulsar el proceso de recuperación económica.

Hay que insistir en ello porque algunas comunidades autónomas, algunas opciones políticas que todos conocéis, aprovechando la crisis económica están replanteándose los pilares fundamentales del Estado de Bienestar. El neoliberalismo sigue proclamando que lo público es responsable de la crisis y que por lo tanto lo primero que hay que hacer es reducir el gasto público.

 

Estamos a menos de un mes de un proceso electoral que va a ser decisivo para la continuidad del Estado del Bienestar, para los servicios públicos de calidad y para los sistemas de protección social, que en gran medida dependen de los gobiernos autonómicos.

En Asturias conseguimos mantener unos servicios públicos de calidad y accesibles a todos porque este compromiso siempre ha sido fundamental en la concertación social. Y también porque hemos hecho una gestión política, financiera y fiscal rigurosa y de compromiso con la estabilidad financiera del Estado. Mantenemos una de las ratios de deuda/PIB más bajas de España, tenemos un sistema fiscal más progresivo, y ante la crisis hemos recuperado impuestos a las rentas más altas.

La cohesión social, la solidaridad debe ser un valor irrenunciable de nuestros servicios públicos y para ello necesitamos agentes sociales comprometidos, organizaciones fuertes frente a los que tienen siempre la misma solución a los problemas: reducir impuestos, desmantelar lo público y retirar protección a las personas con menos recursos.

Vuestra fortaleza, es pues, una gran parte de la fortaleza de la sociedad y el compromiso sindical en las políticas del país y de las Comunidades Autónomas, tiene mucho que ver con un diseño social de futuro en el que prevalezcan los valores progresistas, los que han permitido el desarrollo sostenible y cohesionado de Asturias durante estos últimos años.

 


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