La minería de tierras raras amenaza la supervivencia del lince ibérico

La minería de tierras raras amenaza la supervivencia del lince ibérico

El auge extractivista que estos años de crisis atenaza los más variados territorios de la Península Ibérica vuelve a hacer acto de presencia. Esta vez le toca a Castilla-La Mancha y de nuevo bajo la más que permisiva mirada de una formación política como el PSOE, que últimamente parece haberse empeñado en ir en contra sus votantes.

 

Porque esta vez no hablamos de los Fernández, ni de Javier ni de Belén -él como Presidente del Principado, ella como Consejera de Infraestructuras, Territorio, y Medio Ambiente- ni de su afición a la minería del oro. No porque hoy toca hacerlo de la de tierras raras y de sus homólogos castellano-manchegos, Emiliano García-Page y Francisco Martínez Arroyo, Presidente y Consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural respectivamente.

 

De hecho, era este último quien henchido de orgullo, casi de padre primerizo, anunciaba el pasado mayo el nacimiento de dos nuevas camadas de lince ibérico en los Montes de Toledo. Martínez Arroyo afirmaba entonces que "constituye un gran paso adelante para recuperar la especie y la importancia que tuvo en el pasado". Una apuesta fefrendada también por el propio García-Page, que dos meses antes llegó a participar personalmente en la suelta de dos ejemplares en la localidad manchega de Marazambroz.

 

Es por ello que aunque de buena parte de la clase política ya no sorprende nada, no puede dejar de asombrar la voz en alto de la Plataforma Sí a la Tierra Viva, un colectivo ciudadano que desde la Comarca del Campo de Montiel está luchando sin descanso contra la minería de tierras raras a cielo abierto.

 

Porque mientras Presidente y Consejero con una mano se entretienen -y enternecen- con la buena prensa y el caché de ese gato rebelde y campero que además es el felino más amenazado del mundo, con la otra apoyan con denuedo la tramitación de los proyectos mineros.

 

Alerta Sí a la Tierra viva de la incongruencia de la quijotesca pareja, pues los terrenos afectados por el plan extractivo es utilizado por los linces como corredor ecológico y zona de dispersión, gracias a sus valores naturales y a la abundancia de presas que le sirven de alimento, como el conejo de monte y la perdiz roja.

 

Así se lo han hecho saber desde el grupo tanto al Servicio de Medio Ambiente de la Unión Europea como a Miguel Ángel Simón, Director del proyecto Life+ IBERLINCE, una iniciativa suscrita por todos los socios europeos y en la que también participa la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, cuyo objetivo es garantizar la supervivencia de la especie a cualquier precio.

 

Desde la Plataforma apuntan que "es un hecho conocido que una de los mayores riesgos para el felino más amenazado del planeta es la transformación, fragmentación y destrucción de su hábitat natural, pues la alteración del monte mediterráneo, que presenta un gran nivel de biodiversidad, también acaba afectando a las poblaciones de las especies de las que se alimenta el lince" y que "de  autorizarse el plan minero se vería seriamente comprometida tanto la financiación como la imagen del proyecto de reintroducción del lince en Castilla-La Mancha y la viabilidad del mismo".

  

LA MINERÍA DE TIERRAS RARAS, UN RIESGO PARA EL MEDIO AMBIENTE Y LA BIODIVERSIDAD.

 

Como otras formas de minería metálica, la de tierras raras a cielo abierto elimina la capa superficial del terreno para acceder al mineral, en un proceso que necesita de una ingente cantidad de agua y la utilización de sustancias químicas de elevada toxicidad tanto durante el proceso de concentración/beneficio beneficio como durante el proceso de lixiviación/recuperación. Sin embargo, a diferencia de otras menas, en los minerales de los que se extraen las denominadas "tierras raras" como la monacita, es habitual la presencia de elementos radioactivos como el torio y el uranio generando un problema añadido.

 

ESCUCHAR A LA CIUDADANÍA ES ESENCIAL

 

Deberían el Señor García-Page y su animoso consejero escuchar al pueblo, como a regañadientes lo hicieron en 2014 el Sr. y la Sra. Fernández en la mina de oro asturiana de Salave, cuyo proyecto acabó cancelado por el Principado. Más cuando al igual que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, la del Guadiana no está por la labor de abrir el grifo a las mineras en una zona que necesita su agua para sus actividades tradicionales y el abastecimiento de la población.

 

Porque el PSOE en este caso tiene la excusa perfecta. Aún con su voto en contra, fue la mayoría absoluta de las Cortes Castellano-Manchegas la que instó al Gobierno autonómico a proceder al archivo de las actuaciones mineras de tierras raras.

 

Recuerden estos dos afamados caballeros que al político que no escucha se lo lleva la corriente.