La cultura de las navatas será declarada BIC inmaterial

La cultura de las navatas será declarada BIC inmaterial

El Gobierno de Aragón se adhiere además a la candidatura conjunta para que sea reconocida como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO

 

El departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha incoado expediente para declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón, las llamadas navatas.

Quiere reconocer y proteger de esta forma una actividad tradicional que constituye una parte esencial de nuestro patrimonio etnológico y que sigue viva mediante la celebración anual de descensos de navatas. Incoado el expediente, se abre un periodo de información pública de un mes para que se puedan presentar alegaciones.

Dentro de ese esfuerzo de protección y promoción el Gobierno de Aragón, a través de la dirección general de Patrimonio Cultural, se ha adherido además al proyecto de candidatura de la cultura del transporte fluvial de la madera para que sea incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de una candidatura compartida con Navarra, Cataluña y Castilla La Mancha.

El departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte ha trasladado ya este apoyo al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como representante oficial ante la UNESCO.

Aragón cuenta actualmente con dos bienes de interés cultural inmaterial declarados: la trashumancia y la Contradanza de Cetina, a los que en unos meses se unirá la cultura del transporte fluvial de madera.

 

 

El transporte fluvial de madera en Aragón

Históricamente en Aragón los “navateros” han transportado la madera de los bosques del Pirineo por el cauce de los ríos hasta Tortosa o Xerta. Aprovechaban el deshielo para llevar los troncos unidos en plataformas (las llamadas navatas) hasta el Ebro y a través de él hasta la desembocadura.

Las rutas fluviales de la madera en Aragón han sido tres:
    - la del río Aragón (desde Ansó - río Veral y Hecho - río Aragón Subordán)
    - la del río Gállego (formando navatas en Murillo y Santolaria)
    - la del río Cinca (desde Laspuña y Escalona)

Las navatas se formaban entrelazando los maderos con ramas de sarga trenzada y estaban compuestas por hasta tres tramos que se enlazaban y que los navateros conducían río abajo con la ayuda de remos. Las últimas navatas llegaron a Tortosa en 1949. No fue hasta los años 80 cuando en el Sobrarbe se comenzó a recuperar esta actividad y a organizar descensos por el Cinca, entre Laspuña y Ainsa, que se han ido extendiendo a otros ríos.

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