Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti, Premio Príncipe de Investigación

Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti, Premio Príncipe de Investigación

Los neurocientíficos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2011, según ha hecho público hoy en Oviedo el Jurado encargado de la concesión del mismo.

 

Estos tres científicos son considerados referentes mundiales de la neurología por haber proporcionado pruebas sólidas para la regeneración de neuronas en cerebros adultos (neurogénesis), y por el descubrimiento de las llamadas neuronas espejo. Sus investigaciones han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el Alzheimer, el Parkinson o el Autismo.

 

El Jurado de este Premio –convocado por la Fundación Príncipe de Asturias– estuvo presidido por Enrique Moreno González, e integrado por Juan Luis Arsuaga Ferreras, Pedro Miguel Echenique Landiríbar, Antonio Fernández-Rañada Menéndez de Luarca, Luis Fernández-Vega Sanz, Vicente Gotor Santamaría, Santiago Grisolía García, María del Rosario Heras Celemín, Bernardo Hernández González, Petra Mateos-Aparicio Morales, Amador Menéndez Velázquez, Rafael Nájera Morrondo, César Nombela Cano, Ana Pastor Julián, Eduardo Punset Casals, Julio Rodríguez Villanueva, Manuel Toharia Cortés y José Antonio Martínez Álvarez (secretario).

 

Esta candidatura ha sido apoyada por Ricardo Miledi, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1999, y por Paul Greengard, Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2000.

 

Joseph Altman inició sus investigaciones en 1961 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) hasta que en 1968 se trasladó a la Universidad de Purdue (Indiana). Siendo investigador independiente del MIT, descubrió la neurogénesis en adultos. Este hallazgo, que Altman realizó en la década de los 60, recibió muy poca atención por parte de la comunidad científica hasta que en los años 90 se demostró la veracidad de su teoría. Su labor investigadora certificó, utilizando la técnica de autorradiografía con timidina tritiada para marcar células en división, la existencia de neurogénesis en algunas áreas del cerebro postnatal y adulto de la rata, especialmente en el bulbo olfativo y el giro dentado. Asimismo, sugirió que estas nuevas neuronas desempeñan un papel crucial en los procesos de la memoria y el aprendizaje. Se ha demostrado que en varias especies, durante la etapa postnatal y a lo largo de toda la vida, continúan generándose nuevas neuronas, especialmente en las zonas subventricular (ZSV) y subgranular del giro dentado (GD) del hipocampo. Joseph Altman ha publicado numerosos ensayos y es autor de libros como Atlas of Prenatal Rat Brain Development (1994), Development of the Cerebellar System (1996) y Development of the Human Spinal Cord (2001), entre otros.

 

Arturo Álvarez-Buylla licenciado en Investigación Biomédica por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1983, se doctoró en la Universidad de Rockefeller en 1988, institución en la que ha ejercido la docencia desde 1989 hasta 2000. Actualmente es investigador y profesor de Anatomía y Neurocirugía en la Universidad de California-San Francisco. Sus principales campos de trabajo son la neurogénesis del cerebro de los mamíferos adultos, el ensamblaje del cerebro, los tumores cerebrales y su curación y la ontogenia y la filogenia del comportamiento. Descubrió que una subpoblación de células gliales funciona como progenitores primarios de nuevas neuronas que se incorporan al bulbo olfativo. Utilizando métodos inmunocitoquímicos, microscopía óptica y electrónica, describió en ese sistema la zona sub-ventricular, que es el origen de la neurogénesis de células olfativas en el adulto y la migración en cadena de estas células para alcanzar el bulbo olfativo, siguiendo una vía específica denominada rostral migratory stream.

 

Académico correspondiente extranjero de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, es, además, miembro de la Sociedad de Neurociencias (EE.UU.), de la Organización Internacional de Investigación sobre el Cerebro, de la Sociedad Bioquímica (EE.UU.), de la Academia de Ciencias de América Latina, de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Células Madre (EE.UU.) y la Sociedad Americana de Biología Celular. Entre los reconocimientos que ha recibido figuran la Medalla Gavino Barreda de la Universidad Nacional Autónoma de México (1983), el Premio Robert L. Sinsheimer (EE.UU., 1992), el Premio Jacob Javits (EE.UU., 2000), el Premio de la Fundación IPSEN (Francia, 2002) y el Premio de la Asociación de Ciencias Qimioreceptoras (EE.UU., 2004).

 

Giacomo Rizzolatti (Kiev, 1937) cursó sus estudios universitarios en Padua, donde se licenció en Medicina y Cirugía y se especializó en Neurología. Posteriormente, pasó tres años en el Instituto de Fisiología de la Universidad de Pisa, dirigido entonces por el profesor Giuseppe Moruzzi. Su carrera académica continuó en la Universidad de Parma, en la que actualmente es profesor de Fisiología del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina y Cirugía. Desde principios de los 90, tiene una estrecha colaboración con el Departamento de Informática y Neurociencia de la Universidad del Sur de California-Los Ángeles y con el Ahmanson Lovelace Brain Mapping Center de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA).

Sus primeras investigaciones estuvieron centradas en los campos de la fisiología del sueño y la visión. En particular, estudió la organización funcional del colículo superior y del cuerpo calloso del cerebro.

 

Posteriormente, estudió el sistema motor y su papel en la percepción, así como la atención y las relaciones entre atención y el sistema motor. Mientras estudiaba la relación entre el sistema motor y las funciones cognitivas a principios de los 90, Rizzolatti descubrió en el cerebro de los monos un tipo de neuronas que se activaban no sólo cuando el individuo realizaba una acción concreta, sino también cuando observaba a un congénere realizar la misma acción. Denominadas neuronas espejo, este hallazgo inició una revolución en la comprensión del modo en que se interactúa con los demás. Investigaciones posteriores demostraron el papel de estas neuronas en el ser humano y sus distintas implicaciones en las capacidades sensoriales y el desarrollo del leguaje y la comunicación. Las neuronas espejo son las que permiten explicar la imitación y la empatía. Del mismo modo, un déficit de las mismas puede ser responsable de varios síntomas del autismo: los problemas sociales, motores y de lenguaje. Estas neuronas proporcionan un marco adecuado para la comprensión de los mecanismos subyacentes a la empatía emocional, imitación, comunicación y comportamiento social.

 

Doctor honoris causa por las universidades Claude Bernard de Lion, San Petersburgo y Católica de Lovaina, ha sido presidente de la Sociedad Europea de Comportamiento Cerebral y de la Sociedad Italiana de Neurociencia. Durante varios años ha dirigido el Programa Europeo de Entrenamiento en Investigación del Cerebro y el Comportamiento. Es miembro de la Academia Europea, de la Accademia dei Lincei y miembro extranjero honorífico de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias. Entre las distinciones que ha recibido se encuentran el Premio George Miller de la Sociedad de la Neurociencia Cognitiva (EE.UU., 1999), el Premio Feltrinelli en Medicina (Italia, 2000), el Premio Grawemeyer de Psicología (EE.UU., 2007) y el Premio de la Fundación IPSEN de Neuroplasticidad (Francia, 2007).

 

Premios Príncipe de Asturias

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Dentro de este espíritu, podrán ser candidatos al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica aquellos “cuyos descubrimientos o labor de investigación representen una contribución relevante para el progreso de la Humanidad en los campos de las Matemáticas, Física, Química, Biología, Medicina, Ciencias Ambientales, de la Tierra y del Espacio, así como técnicas y tecnologías relacionadas con ellas”.

 

En esta edición concurrían un total de 41 candidaturas procedentes de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Japón, México, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza, Ucrania y España.

Este ha sido el cuarto de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo primera edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Príncipe de Asturias de las Artes al maestro italiano Riccardo Muti, el de Ciencias Sociales al psicólogo estadounidense Howard Gardner y el de Comunicación y Humanidades a la institución británica, The Royal Society. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Letras y Cooperación Internacional. Los Premios Príncipe de Asturias de los Deportes y de la Concordia se fallarán el próximo mes de septiembre.

 

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

 

Ilustración: FPA

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