Fuerza contraria

Fuerza contraria

Los fabricantes de automóviles buscan constantemente sistemas innovadores para captar nuestra atención de compra, impulsan tecnologías que hacen que los coches, sean más rápidos, tengan más potencia, sean más cómodos, que los interiores sean de lujo, sean menos ruidosos o que consuman menos, pero podríamos decir que para que tanto, si después no podemos correr ni utilizar una cuarta parte de la potencia de estos automóviles, esto es la incongruencia personificada.

  Esto es el mayor derroche energético que existe, la rentabilidad más penosa, tanta inversión, materiales, investigación, para después andar a 80km/h en un vehículo de 450cv, pero a esto nadie le pone freno ni cascabel, estas necesidades con estas reglamentaciones son absurdas.

  Pero hoy no toca hablar de este tema, nos toca hablar de un enemigo de la eficiencia, que es la “resistencia a la rodadura”. Entre un 20% y un 33% de la energía que mueve las ruedas de un coche se utiliza para vencer la resistencia a la rodadura, este es un motivo de investigación importante en los vehiculos eléctricos, ya que esa resistencia disminuye duración de carga. Esta fuerza opuesta al movimiento, generada en la zona de contacto entre el neumático y el asfalto, es la segunda más importante tras la resistencia aerodinámica a la hora de dificultar el movimiento de nuestro coche en general y la más importante a bajas velocidades.

  Como en los tiempos que corren la prioridad es la pela, muchos propietarios de vehiculos colocan ruedas de baja calidad, lo que produce que el ahorro que consideramos en la compra  no se tal, ya que se  disparara después en el consumo del vehiculó, debido a la calidad de las gomas, al final lo comido por lo servido.

 La resistencia a la rodadura proviene de la deformación que sufre el neumático en la superficie de contacto contra la carretera, la cual influirá también el peso del vehiculó, por estos motivos la investigación en los próximos años estar vinculada al desarrollo de estructuras mucho más ligeras, intentando reducir el peso un 37% frente al aumento del coste de un 3%.

Las nuevas estructuras de carrocería serán de materiales como el aluminio, magnesio, composite o steel. Con  estas modalidades reducimos un 31% lo que significara un ahorro de 528kg, sin duda será un paso importante que concentrara el objetivo de reducir el número de piezas de fabricación.

 Como la resistencia a la rodadura es directamente proporcional al peso soportado por el neumático, todo esto vendrá bien, ya que el coeficiente de resistencia a la rodadura se define como una magnitud adimensional que expresa la fuerza opuesta al movimiento por cada unidad de carga soportada, este coeficiente representa el porcentaje del peso soportado que se transforma en resistencia al avance.

 Este coeficiente se sitúa alrededor de entre 0.007 y 0.014 sobre asfalto, esto significa que entren el 0.7 y el 1.4 del peso de un coche se convierte en resistencia al avance a través de los neumáticos. Tomando un coeficiente medio de 0.01 y un peso de 1500kg, la resistencia a la rodadura que ha de vencer en todo momento seria equivalente a unos 15kg tirando hacia atrás en todo momento.

Una consecuencia muy importante de la relación lineal entre resistencia a la rodadura y peso soportado es que con idénticos neumáticos los 15kg de resistencia pasarían a ser la mitad si el coche pesase la mitad y el doble si duplicase su peso. Suponiendo una velocidad constante de 100km/h empleará alrededor de 5.5CV de potencia en vencer la resistencia, 3.6CV Para un vehiculó de 1000kg de 7.3CV para uno de 2000kg.

Aunque tengamos neumáticos de baja resistencia cuyo compuesto es el sílice, estén con buenas presiones, no eliminaremos tal efecto, pero si conseguimos una reducción del 10%, mejoraría un 2% la reducción del consumo. Por estos motivos es imprescindible un buen inflado de neumáticos, nuestros bolsillos lo notaran a la hora de llenar el tanque.

En este mundo todo está relacionado queramos o no!

 

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