De deslegitimacion y fariseismo

En los países democráticos, el poder se alcanza a través de procedimientos homologados, aunque cuando median pactos multilaterales entren en juego partidos de dudosa catadura. 

Esto ha sucedido en España: Sánchez ha alcanzado el poder por medios legítimos, por más que haya pactado con los herederos de la ETA, separatistas y nacionalistas. 

Pero la legitimidad de origen no es una patente de corso; requiere para su convalidación democrática su mantenimiento a lo largo de la legislatura, y el Gobierno la ha venido derrochando en una hemorragia constante de credibilidad que ha superado todas las líneas rojas en el Preámbulo de la Ley 5/2021, que es un auténtico panfleto contra el PP. Nadie se había atrevido a tanto: una auténtica injuria.

Los preámbulos (exposiciones de motivos en trámite parlamentario), según las reglas al uso, no contendrán exhortaciones, declaraciones didácticas, laudatorias o similares. 

El caso de los sobres -balas y navaja de uso pastoril- se ha convertido en un espectáculo circense que incita a la risa, cuando no al vómito democrático. Miguel Ángel Blanco las recibió en la nuca y Pablo se abraza con los herederos de los asesinos.

Las elecciones madrileñas de hace dos años se desarrollaron con total normalidad. ¿Cuál es la diferencia con las actuales? Sin duda, la presencia de Iglesias, que se ha evidenciado una vez más (y van…) como lo que es, un auténtico agitador, antisistema y follonero causante de la crispación, que es lo suyo. 

El peligroso fascista de la navaja es un esquizofrénico de San Lorenzo del Escorial que hasta puso el remite en el sobre.

La Ministra Maroto hizo un clamoroso ridículo al publicitar la amenaza a las puertas del Congreso de los Diputados y acusar indirectamente a Vox cuando ya sabía quién era el autor de la misiva. 

Si la Policía pudiera actuar con libertad, a buen seguro averiguaría quiénes están detrás de las cartas de las balas, pero no lo hará hasta después de las elecciones madrileñas, a no ser que ya los tengan identificados, traten de vincularlos a algún partido de derechas y lo saquen a relucir el día previo a las elecciones. El juego sucio es marca de la casa.

Si Iglesias fuera un delincuente, su denuncia no habría sido tomada en consideración, dados sus antecedentes de mentiroso compulsivo.

No sé a qué esperan los grandes traficantes de drogas, que utilizan costosos y sofisticados métodos en su trabajo, para enviar sus pedidos a través de Correos, porque en esta semana cuela casi todo. 

La presencia de Marlaska en los mítines del metamorfoseado Gabilondo haciendo campaña sobre un asunto que evidencia que en su Ministerio la seguridad no funciona es, además de patética, esperpéntica. 

Se está haciendo un uso político sin precedentes de estos incidentes que hace dudar de su autenticidad, al menos de los tres primeros envíos.

 En boca de mentirosos, lo cierto se hace dudoso. 



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