El oro de Asturias

Termina el campeonato mundial de bateo en Navelgas con gran éxito deportivo y de participación. Estos días, como no podía ser menos, su museo del oro ha sido de lo más visitado. Si durante siglos el carbón ha sido el oro negro de Asturias, ahora puede serlo el oro auténtico; las grandes multinacionales ya han puesto sus ojos en nuestra tierra y ahí está, por ejemplo, esa importante explotación subterránea en Belmonte de Miranda que da trabajo en estos momentos a medio millar de técnicos. Siguen las espadas en alto por lo que se refiere a la zona costera de Salave con fuerte oposición de ecologistas y vecindario pero, supongo, todo se andará.

Sin embargo, en mi opinión, creo que el futuro oro de Asturias está en el agua, un líquido natural que tenemos en abundancia y muy desregulado en un país cada día más desertizado. Hace muchos años, cuando allá por 1982 los socialistas llegaron al poder, ya el agudo Alfonso Guerra apuntó a la posibilidad de una exportación de agua desde Asturias hacia regiones periféricas demandantes de la misma. Las desaladoras para convertir en agua potable la del mar siguen siendo muy costosas y complicadas y aquel proyecto fantástico del escritor canario Alberto Vázquez-Figueroa no acabó de cuajar. Hace años incluso anduvo por Asturias queriendo captar ciertas posibilidades de nuestros pozos mineros pero todo acabó en nada.

Volviendo al bateo de Navelgas hay que empezar felicitando al alcalde de Tineo José Ramón Feito Lorences por el éxito de esta semana internacional. Los ciudadanos del occidente están muy críticos con sus políticos. No hace muchos días cuando la celebración del festival de la vaqueirada en Aristébano los romeros se encontraron con que cada dos por tres por la ruta de acceso había pancartas de Podemos ridiculizando la labor de dos de los diputados de la zona, Matías Rodr íguez del PP y Marcelino Líndez del PSOE, quienes, por cierto, en esta ocasión no asistieron a la fiesta vaqueira.

Pero a lo que iba, hubiera estado bien que con motivo del campeonato mundial de bateo -algo que ya practicaron los romanos en su época en estas tierras- tanto el ayuntamiento como la organización hubieran rendido un más que merecido homenaje al ilustre vecino de Navelgas, el pintor/escultor Manolo García Linares, quien desde hace años ha hecho lo posible y lo imposible por promocionar su tierra ante la incomprensión general de la zona. Se que Manolo García Linares tiene una personalidad difícil e independiente, a lo Asterix, diría, pero su entrega e intento de iniciativas para promocionar esta rica pero en muchos aspectos abandonada zona del occidente asturiano es digno de elogio. En su día, hace ya años, el bateo se puso de moda gracias a su interés y apoyo a gente joven a la que enganchó en tales prácticas. Me consta que desde hace años en algún cajón de los olvidos del ayuntamiento duerme el expediente para nombrar a Manolo García Linares hijo predilecto del concejo. Habría, sin duda, que hacer justicia con este artista cuya obra además está presente por medio mundo.



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