Sostres: “Es ridículo discutir propuestas de Castilla-La Mancha e ignorar la realizada por FORO"

Sostres: “Es ridículo discutir propuestas de Castilla-La Mancha e ignorar la realizada por FORO"

FORO tiene registrada en las Cortes una iniciativa para reducir en cincuenta el número de diputados y en otros tantos el de senadores


  • La reforma incluye la reducción del tamaño de las circunscripciones para favorecer el conocimiento directo y la mayor vinculación de los representantes públicos con los ciudadanos
  • Promueve también la simplificación en el funcionamiento interno de ambas Cámaras con el consiguiente ahorro para el erario público

 

El diputado nacional de FORO, Enrique Álvarez Sostres, ha asegurado hoy, en referencia al respaldo del PP asturiano al planteamiento de Dolores de Cospedal de reducir el número de diputados autonómicos, que “es ridículo estar discutiendo propuestas de Castilla-La Mancha e ignorar la realizada por FORO en el mismo sentido para el Congreso y el Senado de España”. Recordó Sostres, en este sentido, que él mismo y el senador de FORO Isidro Martínez Oblanca presentaron el pasado 1 de agosto en el Registro del Congreso y del Senado, respectivamente, una iniciativa parlamentaria para “impulsar el cambio para la regeneración política” mediante una “reforma del Parlamento y de la Ley Electoral” que incluía reducir el número de parlamentarios nacionales en un centenar, cincuenta en cada una de las Cámaras. “Nadie del PP, ni asturiano ni nacional, quiso debatir siquiera esta propuesta, basada en muy similares principios a los que ahora dice defender Cospedal. Eso sí, cuando quien la plantea es una dirigente nacional de su partido, el PP de Asturias no ha tardado ni 24 horas en mostrar su sumisión, o su adulación, sumándose a un debate en el que podrían llevar ya bastante tiempo”, afirmó el diputado de FORO.

 

“Aunque la propuesta de reformar la ley electoral la registramos hace poco más de un mes –explicó Sostres–, la habíamos planteado ya en el programa electoral con el que concurrimos a los comicios generales del pasado mes de noviembre. En él ya planteábamos que actualmente el Parlamento español no está estructurado para legislar bien y, con el paso de los años, se ha reconvertido en un escenario donde la auténtica función legisladora se ha sustituido por un escenario en el que se teatralizan debates con más ruido que nueces. En la práctica, la elaboración y reforma de las leyes se desarrolla en despachos alejados del Congreso de los Diputados y del Senado, con poca intervención real de quienes han sido elegidos por la ciudadanía. En ambas Cámaras, los parlamentarios se limitan a aprobar, con unos mínimos retoques, las leyes que han sido diseñadas y elaboradas por técnicos no elegidos por la voluntad popular y que forman parte de los aparatos de los grandes partidos que se alternan en el poder. Urge, por tanto, la reforma institucional de nuestro Parlamento”.

 

 En el marco del necesario e imprescindible ejercicio de austeridad, adelgazamiento y mejora que es preciso llevar a cabo en la Administración Pública española, la iniciativa de FORO ante las Cortes Generales reclamaba la disminución en 50 del número de diputados, uno por provincia, manteniendo, en todo caso, el principio de proporcionalidad. FORO también propuso el recorte de otros 50 senadores, uno por provincia. Partiendo de la necesidad de afrontar una reforma de la Constitución y de la Ley de Régimen Electoral General para llevar a efecto la rebaja del número de parlamentarios nacionales, el objetivo de la iniciativa de FORO es la simplificación en el funcionamiento interno del Congreso de los Diputados y del Senado con el consiguiente ahorro para el erario público.

 

 Ya en el momento de su presentación, FORO dejó claro que su iniciativa parlamentaria para disminuir el número de representantes en las Cortes precisa de un amplio consenso político que busque la coherencia con la actual situación de España. Los importantísimos cambios constitucionales, legales e institucionales son de gran calado y, por tanto, exigen altos grados de acuerdo político entre partidos al objeto de alcanzar la mayor legitimidad y excelencia en los resultados de la reforma del poder legislativo.

 

Asimismo, se persigue la mayor eficiencia en el trabajo parlamentario en ambas Cámaras legislativas, impulsando sus tareas y reforzando el papel individual de los representantes públicos que, al ser menos, fomentará la mayor exigencia de proximidad con los ciudadanos a los que representan.

 

Para FORO, los ejes de la reforma constitucional y de la Ley de Régimen Electoral General son los siguientes:

  • La solidez y la excelencia del Congreso de los Diputados y del Senado han de equipararse a las de otros parlamentos europeos y americanos en los que hay un poder legislativo fuerte que cumple su función y la realiza, además, con alta calidad de la labor de sus parlamentarios.
  • Es prioritario el impulso del papel del parlamentario como representante de las personas que le han votado. Es preciso sustituir la actual “partitocracia” e impulsar la labor directa del parlamentario con su electorado para hacerla eficaz. Las circunscripciones deben reducirse para vincular mucho más a los parlamentarios con sus electores y con la zona a la que representan.
  • Se mantiene el sistema bicameral, Congreso y Senado, pero con menos diputados y menos senadores. A los parlamentarios, como representantes de los ciudadanos, se les deben proporcionar las competencias y medios necesarios para que puedan realizar su labor con eficacia, buen juicio y sentido de la responsabilidad con el electorado. Si esto se logra, se incorporarán al ejercicio de la actividad pública las mejores cabezas que ahora prefieren, no sin buen motivo, dedicarse a la actividad privada.
  • El número de diputados se establecerá en 300 mediante la supresión de un diputado fijo asignado por provincia y el reparto proporcional de los restantes.
  • Se aumentará el número de circunscripciones mediante la reducción de su tamaño para que, como máximo, se elijan tres diputados en cada una.
  • Se reducirá en 50 la cifra de senadores en uno por provincia, fortaleciendo la labor del Senado tanto en su calidad de Cámara de segunda lectura como en lo relativo a cuestiones de su especialización, como pueden ser las territoriales.

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