Las verdades del barquero

Tal como lo dijo lo está cumpliendo. El presidente de Foro Asturias Francisco Alvarez-Cascos ha comenzado una nueva ronda sin avisar de visitas por aquellos concejos en los que los suyos no ganaron a fin de darles ánimos y reiterarles su promesa de que pronto podrán vivir en la Asturias feliz. Mañana, de nuevo en la Junta General del Principado, se reunirá con Isabel Pérez Espinosa. Me cuentan que la quería acompañar Ovidio Sánchez a lo que se negó en redondo el presidente forista. El diputado electo Isidro Martínez Oblanca me jura y perjura que Alvarez-Cascos da a las juntas locales plena libertad de actuación. Incluso que cuando tocó elegir candidatos para las alcaldías en el caso de Gijón -fue escogida la cirujana Carmen Moriyón- el ex ministro de Fomento se enteró por el periódico. No se si al bueno de Oblanca no le crecerá nariz como a Pinocho. En todo caso los comentarios en los mentideros políticos apuntan -no me lo creo- a la posibilidad de que el socialista Javier Fernández sea elegido en minoría presidente del Gobierno del Principado con los votos suyos y de Izquierda Unida al abstenerse el Partido Popular. Sería una operación arriesgada que podría acabar de rematar al PP asturiano. Mientras tanto Gabino de Lorenzo, no se si contento porque Paloma Sainz no recoja el acta de concejala, se dispone de nuevo a ser alcalde de la capital del Principado y es que el grupo socialista que ahora dirige Alfredo Carreño -un buen reto para el ex minero mierense- ha decidido, o le han decidido, no presentar candidato por lo que de Lorenzo puede salir con los votos de su grupo. Pero, ya digo, son rumores. Roberto Sánchez Ramos, que estos días anda algo tocado de las cervicales por lo que le cuesta mucho girar el cuello para otear el horizonte, cree que, coméntense lo que se comente, Foro y PP -hijos de la misma madre- pactarán para llevar a Gabino de Lorenzo de nuevo a la alcaldía como lo harán en la Junta General del Principado para que  a su vez Francisco Alvarez-Cascos sea investido presidente.

El alcalde en funciones de Siero José Antonio Noval, que me parece un buen tipo, y al que por coquetear con Cascos el PP le defenestró pese a que, incluso, fue hasta Madrid para entrevistarse con la Cospedal a la que expuso la persecución a que era sometido, está que rabia, consciente como es, de que debe retornar a dar clases en un colegio. Su esposa que era diputada también fue ignorada por la dirección de Ovidio Sánchez y ha tenido que retornar a su puesto laboral como empleada de El Corte Inglés, empresa que, por cierto, a la chita callando ha abierto, precisamente en Pola de Siero, su primera tienda outlet en Asturias. José Antonio Noval me envía una copia de la carta que en su momento sobre el lío suyo y del PP ofreció a los vecinos. Con dureza no exenta de educación José Antonio Noval dice “soy consciente que mi único error, o fallo, si se puede llamar así, ha sido desear lo mejor para el partido, desear que el proyecto político del Partido Popular de Asturias lo liderase la persona que más votos aportaría a nuestro partido, que no era otro que Francisco Alvarez-Cascos, y de ahí vienen las imposiciones para que yo no sea candidato en las próximas elecciones de mayo”. Que razón tenía el bueno del alcalde que finaliza su misiva diciendo “Por último solo me queda dar la enhorabuena al mal llamado sector crítico, que no les importa que el PP tenga más o menos votos, más concejales o menos, que el ayuntamiento lo gobierne el PP u otro grupo político. Su único objetivo era impedir que yo fuera candidato en Siero; ya lo han conseguido, que lo disfruten, pero no está de más recordar a los vecinos que estas personas no tienen ni ideología, ni proyecto; su única ideología es el rencor. Tan pronto eran moralistas, tan pronto asistían a lo actos pro Cascos, como ahora se definen isabelistas”.

Lo dicho, como las verdades del barquero.



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