Di María y el egoísmo del futbolista

 

El futbolista de por sí es egoísta. Me explico. Siempre quiere jugar más, ser indiscutible y en muchos casos pierde la perspectiva dónde está o lo que realmente merece. Pues bien, quizás Di María esté atravesando en estos instantes ese peligroso túnel.

Y es que el argentino quiere marcharse. Quiere jugar más, quiere llegar al Mundial en perfectas condiciones y quiere sentirse importante en las promociones de fútbol. O eso alega. Pues bien, como bien recalcó Ancelotti en rueda de prensa, no parece ni el momento ni el lugar para tomar esa decisión. Di María pidió quedarse a sabiendas de la llegada de Bale y aunque la extraordinaria irrupción del galés le haya cerrado en muchos partidos las puertas de la titularidad, el futbolista argentino sigue siendo importante.

El pasado fin de semana en Xátiva el descontento de ‘El fideo’ fue palpable. Actitud cuestionable, falta de motivación y aumento progresivo de sus malas decisiones en el terreno de juego fueron las notas predominantes de su actuación en el partido de Copa del Rey. Y eso es algo que no puede suceder.

Volviendo al primer párrafo, Di María tiene que entender que no es un jugador ‘top’ y tiene por delante dos que sí lo son. El ‘fideo’ es un gran jugador, un futbolista útil pero en ningún caso pertenece a la máxima élite. Es rápido, desequilibrante y tiene gol pero le falta algo que, desde mi punto de vista, marca esa diferencia fundamental: la toma de decisiones. Ángel Di María se equivoca en un porcentaje muy alto en su toma de decisiones en los partidos. Esto se maquilla con sus buenos números y estadísticas que su buena predisposición sobre el terreno de juego y su calidad le permiten firmar, pero está por detrás de Bale y Cristiano Ronaldo.

De este modo, el argentino debe saber que está en un club que pertenece a la élite de las apuestas de fútbol mundiales y que va a tener los minutos suficientes como para llegar al Mundial en plenitud de facultades siempre y cuando ofrezca su máximo rendimiento. Esto no sucedió el último día y Ancelotti manifestó su descontento sustituyéndole. Si Di María baja el nivel futbolistas como Jesé o Morata le adelantarán en la rotación. Entonces será el momento en el que realmente dejará de ser importante o de llegar en condiciones óptimas al Mundial.

La famosa frase de que ‘todos los jugadores son importantes’ toma mayor sentido en el caso del extremo argentino. Su calidad le permitirá salir muchos días de inicio y otros revolucionar desde el banquillo pero siempre como pieza importante de la plantilla. Cuando un jugador se da cuenta de esto es cuando el tópico de jugador egoísta comienza a desaparecer.

En definitiva, parece evidente que su futuro está en Madrid y en su mano está jugar más o menos minutos. Él decidió quedarse y ahora debe pelear por hacerse con un hueco. La confianza de Ancelotti está intacta pero si algo ha demostrado el italiano es que le gustan los jugadores comprometidos. Veremos si Di María lo está.



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