Silencio, ¡Se rueda!

Si el añorado y desaparecido Garcí­a Berlanga viviera y tuviera 40 años nada mejor que este escenario llamado Asturias para rodar una pelí­cula a la italiana porque nuestra sociedad lleva camino de convertirse en neorralismo puro y duro. Ahora que un año más, y con nuevo director, Nacho Carballo -muy discreto el tí­o, por cierto-, acaba de inaugurarse una nueva edición del festival de cine de Gijón debo tener una referencia para el séptimo arte y la mala suerte que desde siempre Asturias tiene con él. Para empezar diré que de la presente edición del festival de cine de Gijón me quedo con la presentadora, Inés Paz, de la cantera y a la que auguro importantes éxitos, de los que ya me di cuenta cuando presentaba el programa de verano desde el muro de Gijón y con muy pocos medios para la desaparecida Tele Gijón. Solo queda ahora que de una vez por todas TVE le de la oportunidad que merece.

Digo que Asturias siempre tuvo poca suerte con los medios audiovisuales por que nace la tele autonómica y no han pasado muchos años para que no solo languidezca si no sea también objeto de controversia polí­tica. En su día aquel concejal que tuvo Gabino de Lorenzo, el allerano José Suárez Arias-Cachero, alias”Felechosa”, el más ácrata que el PP ovetense tuvo jamás en nomina, convenció a la corporación que con ayuda de los fondos mineros habi­a que construir, como así­ fue, un edificio para la producción de programas televisivos en Olloniego. Se construyó y al final Gabino de Lorenzo al no saber que hacer con el mismo lo cedió gratis por veinte años a la productora Zebrastur del asturiano Velasco que realiza gran parte de los programas de la TPA. Al por entonces Presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces, que al final ha tenido que refugiarse en el Senado, le gustaba también lo del cine y creó una cosa que se llamaba Films Comissión, o algo parecido, en la que unas cuentas personas cobraban la sopa boba con el objetivo de promocionar nuestra comunidad en la gran pantalla. Menos mal que no le dio al general secretario Francisco Alvarez-Cascos por investigarlo. Y no solo conformándose con eso lió con promesas que nunca cumplió al productor asturiano Juan Gona, una excelente persona y además autodidacta, para que en su concejo natal, Morcí­n, construyera unas instalaciones magní­ficas -concretamente en el polí­gono de Argame- para en sus platós realizar programas para la televisión autonómica, filmar pelí­culas y dar clases sobre audiovisuales a la gente joven. Pues ni lo uno ni lo otro. Cuando Juan Gona quiso darse cuenta estaba empufado hasta el pescuezo -lo está- y solo la permisiva actitud de su principal acreedor, Cajastur, le permite seguir aún respirando y no haber tirado la toalla si bien las magní­ficas instalaciones de Argame las tiene inactivas y cerradas a cal y canto.

Tras algunos fallidos intentos desde la distancia de promocionar Asturias, caso de Gonzalo Suárez o de José Luis Garcí­, con la excepción de la oscarizada “Volver a empezar”, solo el joven morciniego José Antonio Quiros pone su granito de arena para con Asturias. Tiene dos pelí­culas muy dignas rodadas en nuestra tierra: “Pí­dele cuentas al rey”, de la que solo critico que por presiones polí­ticas tuvo que cambiar el final de la misma, y “Cenizas del cielo” sobre la contaminación de la central térmica de Ribera de Arriba que me encanta y que de vivir hubiera hecho las delicias del profesor Pertierra que pleiteó toda su vida contra la contaminación de dicha instalación industrial. Me han contado últimamente quiere rodar su tercer filme en Oviedo y sobre Oviedo. Espero que lo consiga aunque deseo no sea una repetición de aquel bodrio “Oviedo express” que dirigió precisamente Gonzalo Suárez.

Ya que comencé el artí­culo refiriéndome al festival de cine de Gijón recuerdo que en mi juventud llegué a conocer a un personaje del que ya no soy capaz de acordarme su nombre y que durante unos años, en la década de los 60, fue el encargado de la oficina del Ministerio de Información y Turismo en Gijón. Forofo del cine habí­a rodado lo que se considero la primera pelí­cula hecha en Asturias y cuyo nombre, si mal no­ recuerdo, era “Ya te oyí­”. ¿Que habrá sido de ella?. En definitiva, Asturias no ha tenido buen cine, como en general allende Pajares nunca hemos tenido buena prensa. Claro que, estoy convencido, la culpa de ello la tenemos los propios asturianos.



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