Falleció el rey de los fogones

Falleció el rey de los fogones

Por Luis José de Ávila.- Esta mañana falleció un buen amigo y mejor profesional de la restauración, Fernando Martín Rodriguez, el de Trascorrales, como le conocíamos todos, tras una enfermedad que le tuvo postrado en cama los últimos meses. Fernando Martín fue el cocinero y restaurador más importante de Asturias. Con una hija y cuatro nietos, el maestro de la cocina tradicional asturiana, que siempre bordaba uno de sus platos preferidos, el salpicón de marisco, nos dejó para siempre hoy, no muchos meses después de haber abierto su tercer restaurante Trascorrales en la zona baja de La Gascona del que practicamente no tuvo tiempo de disfrutar, llevándolo en la actualidad su hija.

 

Fernando Martín obtuvo la primera estrella de la Guía Michelín que se dio a un profesional de la restauración en Asturias y sirvió sus platos, siempre basados en la cocina tradicional asturiana, a reyes y magnates. Creo escuela y su alumno preferido, el brasileño Sandro, triunfa en estos momentos en Madrid con los restaurantes El Paraguas y Ten con Ten. Amigo de sus amigos, además de un excelente relaciones públicas, allá por donde pasó Fernando Martín dejó siempre bien alto el pabellón de Asturias. Salido de la cocina familiar del restaurante Pelayo en Oviedo, ciudad en la que nació, Martín abrió varios negocios  siempre con éxito aunque su inquieto espíritu emprendedor pronto hacía que buscara nuevos horizontes. Recuerdo el pollo al ajillo que servía en el restaurante que tuvo en la gasolinera de Argame a donde en la noche acudía al terminar la jornada un clientela variopinta compuesta de periodistas, policías, mecheros y señoritas de la buena vida. Regentó en Alcobendas “La Venta del Oso” y “El Higuerón” entre Mijas y Arroyo de la Miel en Málaga. El suelo de El Higuerón era de la madera que en su día consiguió del antiguo cine Aramo de Oviedo, a raíz de cerrarse éste, puesto que, no debemos olvidarlo, Fernando Martín fue también un hacha en temas de decoración de nuevos establecimientos. Pero su buque insignia durante años fue el restaurante Trascorrales junto al ayuntamiento ovetense. Un restaurante coqueto y de cocina superior en el que Fernando Martín echó el resto logrando un prestigio internacional. En él conocí a Rockefeller y a Liz Taylor cuando vinieron a la entrega de los premios Príncipe de Asturias. Y en él comió varias veces el príncipe Felipe y su padre el rey Juan Carlos I.

 

La fama de Fernando Martín y sus fogones pronto trascendió de las fronteras asturianas. En cierta ocasión, con motivo de una viaje oficial del presidente del Principado, entonces Juan Luis Rodríguez-Vigil, a Cuba acompañó a la delegación asturiana Fernando Martín que dejó al mismísimo comandante Fidel Castro con la boca abierta al prepararle en su propio barco unas langostas a la plancha con un toque tan especial que el veterano revolucionario de Sierra Morena quiso inmediatamente ficharle como su cocinero personal. Menos mal que el sol del Caribe no influyó los suficiente y Fernando Martín, no sin agradecer la oferta, la declinó regresando a la madre patria.

Su última etapa, retornado a Oviedo, fue encargarse en los últimos cuatro años de la restauración del hotel de cinco estrellas Palacio de Las Luces en Lastres. Insisto en la elaboración su inimitable salpicón de marisco “igual que lo hace mi madre , me dijo en una ocasión. Me parece que su madre Enedina vive también en Oviedo con más de 90 años. Con el fallecimiento de Fernando Martín se va un monstruo de la cocina asturiana, alguien que abrió paso a las estrellas Michelín en Asturias y fomentó con su ejemplo la vocación de jóvenes importantes que hoy ocupan la actualidad del sector de la restauración y dan con sus creacciones lustre al mismo en Asturias y fuera de ella.

 

Amigo Fernando, descansa en paz. Que suerte tiene San Pedro y los suyos que a partir de ahora podrán disfrutar allá arriba, en las praderas de Manitu, de los guisos de este rey de los fogones que se nos ha ido para siempre.

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