El Gobierno de España reconoce su valor simbólico como germen de las Comisiones Obreras y ejemplo de resistencia frente al franquismo
El Gobierno de España ha iniciado el procedimiento para declarar la Mina de La Camocha, en Gijón, como Lugar de Memoria Democrática, en reconocimiento a su papel fundamental en la resistencia obrera frente a la dictadura franquista y su contribución al nacimiento de las Comisiones Obreras.
El anuncio fue realizado este jueves por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, en un acto celebrado en las propias instalaciones de la mina, acompañado por trabajadores que protagonizaron las huelgas de los años 50 y 60, así como autoridades autonómicas. El expediente para su declaración ha sido ya publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Un símbolo de lucha obrera
Durante el franquismo, el régimen impuso el sindicato vertical, inspirado en el modelo fascista italiano, eliminando la libertad sindical y castigando la huelga como un delito de sedición. En ese contexto de represión laboral, hambre e inflación, surgieron en los años 50 las primeras movilizaciones obreras en distintas partes del país.
La Mina de La Camocha fue uno de los primeros focos de este despertar sindical. Entre 1955 y 1956, los trabajadores comenzaron a canalizar sus demandas mediante una comisión de representantes, que cobró fuerza y legitimidad hasta convertirse en interlocutora oficial durante la huelga de enero de 1957, que se prolongó durante nueve días.
Esa comisión no se limitó a reivindicaciones puntuales, sino que planteó demandas estructurales que trascendían el marco inmediato de la empresa. Por ello, ha sido considerada el germen fundacional de las Comisiones Obreras, uno de los movimientos sindicales más influyentes de la historia reciente de España.
Represión, resistencia y memoria
Las negociaciones tras la huelga de 1957 supusieron una victoria para los trabajadores, lo que convirtió a La Camocha en un modelo a seguir para otras luchas obreras. Sin embargo, esa visibilidad también tuvo un precio: los principales miembros de la Comisión Provincial Minera fueron encarcelados, y Comisiones Obreras fue ilegalizada en 1967, en plena oleada de nuevas protestas contra el incumplimiento de los acuerdos alcanzados por parte del régimen.
Durante el acto de reconocimiento, los asistentes destacaron la valentía de los mineros, la repercusión de sus logros, y el alto coste personal que muchos de ellos pagaron en forma de represión, cárcel y persecución.
Compromiso institucional con la memoria
En su visita a Asturias, el secretario de Estado Fernando Martínez se reunió también con el consejero de Memoria Democrática del Principado, Ovidio Zapico, para coordinar próximas actuaciones en materia de recuperación de la memoria histórica. Ambos reafirmaron su voluntad de seguir identificando y protegiendo lugares emblemáticos, como ya se viene haciendo con las declaraciones previas o actos como el homenaje a los exiliados republicanos celebrado en Avilés el pasado mayo.
“La historia de La Camocha es la historia de quienes se enfrentaron al miedo con dignidad. Es justo que permanezca viva, no solo en la memoria de sus protagonistas, sino también como patrimonio colectivo de una Asturias y una España que lucharon por la libertad”, subrayó Fernando Martínez.
Con esta declaración, La Camocha se suma al mapa de lugares que preservan el legado de quienes defendieron la justicia social y los derechos humanos frente a la opresión, consolidándose como un referente ineludible en la historia de la clase trabajadora en España.
