Recetas de una abuela asturiana: Pechuga de Pollo con champiñones Portobello y salsa de Cabrales (pa’ comer este platín no hace falta más que un poco de cariño)

Recetas de una abuela asturiana: Pechuga de Pollo con champiñones Portobello y salsa de Cabrales (pa’ comer este platín no hace falta más que un poco de cariño)

¡Hola, cielín! Pues hoy vengo con una receta que va a quitaros el sentíu, ya veréis, porque pa’ comer este platín no hace falta más que un poco de cariño y la mejor de las sonrisas, que la cocina también se hace con buen humor, como siempre digo. Ya sabéis que soy muy de aprovechar lo que hay por la despensa, y hoy me ha tocado un pollo que no os imagináis lo que va a gustar. ¡Ya lo veréis!

¿A que os mola la pechuga de pollo con esos champiñones Portobello tan bonitos y luego una salsita de Cabrales que está pa’ morirse? Pues venga, que os cuento cómo hacerlo, pero con un toque de la abuela, que siempre tiene que haber un poquitín de magia.

Ingredientes:

  • 1 pechuga de pollo (de las que no hacen ruido, eh, no quiero pluma ni na’)

  • Unos champiñones Portobello, que están más buenos que el pan de leña

  • Un trozo de Cabrales, que si no os gustan mucho, pues ponedle un queso que a vosotros os guste

  • Un chorretín de aceite de oliva (si no es de la abuela, da igual, pero siempre, siempre tiene que ser aceite bueno)

  • Sal y pimienta al gusto (que no os pase como a mí, que a veces la pimienta se me va de las manos)

  • Un buen puñado de cebollino fresco pa' darle color

Pasos a seguir:

  1. Empezamos con el pollo, lo cortáis en trocitos más o menos iguales, que no sean grandes porque sino la salsa no entra bien en el plato. Lo salpimentáis con cariño, pero sin pasarse.

  2. Poned el aceite en la sartén, que esté calentín, pero sin que llegue a chorrear. Echáis los trozos de pollo y los vais dorando por todos los lados. Ojo, que no se nos pase el pollo, que lo queremos jugoso, no como la suela de un zapato.

  3. Mientras, en otra sartén, echamos los champiñones cortados en láminas finitas. Cuando estén doraditos, los incorporamos al pollo. Veréis cómo empieza a oler esto que es pa’ flipar.

  4. Ahora, vamos con la salsa. En la sartén de los champiñones, metéis el Cabrales troceado y lo dejáis derretir con un chorretín de agua o caldo si queréis darle más sabor. Tenéis que mezclar bien hasta que quede una salsa cremosa que ni os cuento.

  5. Volvéis a meter el pollo con los champiñones y le echáis la salsa por encima. Lo dejáis reposar un ratito, que la salsa penetre bien. Yo os diría que lo dejéis unos 10 minutinos a fuego bajito, que es cuando ya huele de lujo.

  6. ¡Listo! A servir con cebollino picadito por encima pa’ que quede bien presentao, como si fuera una receta de esas que enseñan en la tele.

Consejo de la abuela: Si queréis impresionar a alguien, ponedlo con unas patatitas asadas de guarnición. Y, ojo, que si no tenéis Cabrales, pues os vale cualquier queso azul. Pero el Cabrales, mi cielín, el Cabrales, ¡es lo más!

Y ya sabéis, que el buen comer se disfruta con la mejor compañía. Así que, si tenéis alguien al lado, no olvidéis hacerle un “¿estás listo para disfrutar de esta maravilla?” cuando lo pongáis en la mesa. ¡Buen provecho y a seguir disfrutando de la buena comida y de la buena vida!

Hasta la próxima receta, mis cielinos. Y no olvidéis que “en la cocina no se entra con miedo, que hasta el sol sale todos los días”.

 

Dejar un comentario

captcha