¡Ay, cielines! ¡Qué os traigo hoy! Una receta que ni yo misma me creía cuando me la contó mi sobrina Pilarín, que vino toda moderna diciendo que había hecho sidra de pera en casa… ¡Y sin corcho ni tonel! Pero mira tú por dónde, que la probé y me quedé con los ojos como platos. Así que, aunque suene un poco irreverente, aquí me tenéis, vuestra abuela Balbina, dispuesta a compartirla. Porque en esta casa, si algo está rico y se puede hacer con cariño, ¡se defiende con el mandil puesto!
Ingredientes (pa un par de botellinas)
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4 peras bien madurinas (que al tocales se hundan un poco, como los mofletes del guaje de Tere)
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Un chorritín de zumo de limón (pa que no se oxide la cosa)
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(Opcional) Un toque de canela o jengibre si quieres hacerte la moderna
Utensilios
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Una licuadora o exprimidor potente (de esos que parecen que van a despegar)
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Una botellina de cristal bien limpia
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Pa los muy finos: un colador de tela o filtro de café
Preparación, cielines:
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Lava bien les peres y quítales el corazón, que ahí nun hay nada bueno. No hace falta pelales si son de piel fina.
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Lícualas con cariño, metiéndolas de una en una. Si ves que se atasca, mete un poco de zumo de limón pa ayudar.
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Recoge el zumo en un recipiente limpio y deja que repose unos minutos, que se separe la pulpa.
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Si quieres una sidrina más fina, cuélala con mimo, como si estrujaras un pañuelín lleno de lágrimas dulces.
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Echa'l zumo a una botella y guárdala en la nevera. Al día siguiente sabrá mejor, palabra de abuela.
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Si quieres un toque más audaz, échale un poco de canela o jengibre en polvo. Pero con cuidao, que esto ye sidra, no un postre tailandés.
Consejos de la abuela:
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Si tienes perales en el huerto, esto ye una bendición pa gastar les que se van quedando atrás.
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Nun hace falta meterle azúcar, que si la pera ta en su punto, ya trae dulzor de sobra.
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Esto nun fermentar, así que no emborratxa… pero si lo dejas unos días fuera, vete tú a saber lo que pasa.
¡Y ya está, cielín! Esta sidrina de pera ta pensada pa sorprender en verano, pa brindar sin miedo y pa decir con orgullo: esto lo fixo la güela Balbina, y mira tú qué cosa más rica. Que ye moderna, sí, pero ye nuestra. Y la tradición, a veces, también sabe adaptarse.
¡A brindar con peras, familia!