Por Luis José de Ávila-Me encuentro en la sede de la patronal asturiana, FADE, escuchando al comunicólogo José Manuel Velasco, un periodista avilesino del que me cabe el honor que diera sus primeros pasos profesionales con un servidor en la ya desaparecida Voz de Asturias, cuando me informan por teléfono del fallecimiento en Madrid de Ramón Colao Caicoya, un graduado social y abogado que tras desempeñar importantes cargos en el Banco Hispanoamericano accedió a la presidencia de Duro Felguera en donde desarrolló una gran labor logrando sacar a la centenaria compañía de la difícil situación en que se encontraba, acometiendo la modernización de la misma con un especial cariño con Asturias y la tierra en la que se fundó, el concejo de Langreo. Tanto es así que Ramón Colao, que contaba 83 años, era siempre agasajado por las fuerzas vivas del la cuenca del Nalón y seguro que si hoy estuviera al frente de la Duro no habría el contencioso y la frías relaciones actuales entre el ayuntamiento y la dirección y no solo por lo de los talleres del Conde ni porque la oficina técnica se haya trasladado a Gijón.
La última vez que estuve con Ramón Colao fue precisamente en La Felguera como miembros de uno de los jurados de la Fundación Marino Suárez. Quedamos en vernos en el hotel de La Reconquista de Oviedo con motivo de la junta general de Duro Felguera que está previsto se celebre el próximo 17 de mayo pero, lamentablemente, el destino ha dispuesto otra cosa. Teníamos buenos amigos en común como Manolo Linares, Rufino Roces, Antonio Fernández Velasco y José Ramón Castañón, por citar. Me consta, por lo que hablamos en más de una ocasión, que Ramón Colao, nacido en Grado, estaba muy preocupado por como se están desarrollando los acontecimientos en Asturias y así lo comentaba siempre a las importantes personalidades que compartían con él el jurado que otorga el premio Príncipe de Asturias de la concordia, fundación a cuyo patronato pertenecía. Se nos ha ido pues otro buen asturiano, siempre excelente embajador de lo nuestro por esos mundos de Dios, en los que a la primera de cambio sacaba a relucir su tierra, que es la nuestra, expresando siempre admiración y amor por la misma.
Y como digo al principio del artículo asistí este mediodía a la conferencia sobre “El DIRCOM como estrategia” que pronunció José Manuel Velasco, presidente de la Asociación de Directivos de Comunicación de España, y que profesionalmente lo es del grupo de empresas que preside Esther Koplowitz. Velasco hace 22 años que dio el salto de Asturias a Madrid donde comenzó encargándose de la revista corporativa de FEVE para luego pasar a jefe de comunicación de RENFE, de Unión Fenosa, y finalmente de las empresas del grupo FCC en donde está. Esta mañana ofreció al medio centenar largo de profesionales presentes, como Angel González, José Luis Fernández, Juan Cepeda, Angel Marcos, Ignacio Sánchez Vicente, etc. una muy interesante visión del mundo de la comunicación de la empresa en relación a los medios que la transmiten con especial incidencia en la televisión y las redes sociales. Si tuviera que resumir su intervención de una hora en una frase sería ésta: la verdad existe pero hay que saber transmitirla bien. Tampoco me cayó en saco roto su pronóstico sobre las muchas contradicciones en materia de comunicación en las que está cayendo el gobierno que preside Mariano Rajoy. Como no podía ser de otra manera José Manuel Velasco tuvo un recuerdo para La Voz de Asturias, que acaba de cerrar, y para nuestros compañeros que han quedado con una mano atrás y otra adelante, periódico en el que desempeñó la información municipal de Oviedo en mi etapa como director. Muy interesante, por tanto, su exposición; otro asturiano importante en el siempre competitivo mundo de la comunicación, que destaca en el ámbito nacional pero que en cuanto puede gira su cuello hacia el Pajares para no perder jamás de vista el Principado. Y es que es de bien nacido el ser agradecido
