La inmigración llegó más tarde a Asturias, pero ya sostiene el futuro demográfico y laboral del Principado

La inmigración llegó más tarde a Asturias, pero ya sostiene el futuro demográfico y laboral del Principado
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La inmigración llega tarde a Asturias, pero ya sostiene el futuro demográfico y laboral del Principado

Un informe revela que los inmigrantes son ya el principal motor del crecimiento del empleo y el único freno real al envejecimiento extremo de la región

Asturias está viviendo un fenómeno que durante décadas parecía ajeno: la inmigración ha empezado a entrar con fuerza, hasta el punto de convertirse hoy en uno de los pilares imprescindibles para sostener el presente y el futuro del Principado.
Un nuevo informe analítico sobre los flujos migratorios y su impacto en la región es contundente: sin población extranjera, el declive demográfico y la contracción del mercado laboral serían mucho más graves.

Aunque Asturias sigue teniendo una de las tasas más bajas de inmigración de España —solo la superan Galicia y Extremadura—, el estudio muestra que la llegada de población extranjera no solo crece, sino que empieza a transformar la pirámide de edad, la natalidad, el mercado laboral y el mapa territorial de la comunidad.

El fenómeno llega tarde, comparado con el resto del país, pero llega fuerte y con rasgos muy definidos.

Del 0,5% al boom actual: un cambio histórico acelerado

Hasta finales del siglo XX, la inmigración en Asturias era casi inexistente. En 1999, la población extranjera no alcanzaba el 0,53%.
Pero en cuestión de dos décadas, todo cambió:

  • Entre 2001 y 2012, la población extranjera se quintuplicó.

  • El máximo histórico llegó en 2012, con 50.827 residentes extranjeros.

  • Tras el frenazo de la crisis, el número volvió a crecer hasta 45.445 en 2021.

El informe subraya que la llegada masiva comienza en 2000, cuando los flujos desde el extranjero pasan de 1.791 a 4.162 personas en un solo año.
Y el verdadero pico llega en 2007, con 10.484 inmigrantes, más que todos los llegados en la década anterior.

Los perfiles varían según la época: Ecuador y Colombia en los 2000, Rumanía en torno a 2010, y Colombia y Venezuela como grandes protagonistas de los últimos años.

Llegan jóvenes: el 82% está en edad laboral (frente al 59% de los asturianos)

Esta es la clave que está salvando a Asturias de un colapso demográfico más severo.

La población inmigrante tiene una estructura diametralmente opuesta a la asturiana:

  • 82% está en edad laboral (15-64 años)

  • Solo 5,5% supera los 64 años

  • Su índice de envejecimiento es 44, frente a 263 del conjunto de la población

Los datos no dejan dudas: sin inmigración, Asturias tendría aún menos nacimientos y una estructura de edad más desequilibrada.

De hecho, una de cada cinco madres que dio a luz en 2020 era extranjera y su fecundidad es sensiblemente mayor:

  • Extranjeras: 1,21 hijos por mujer

  • Españolas: 0,89

Además, las mujeres inmigrantes tienden a ser madres antes, impulsando la natalidad y rejuveneciendo el territorio.

También sostienen el empleo: crecen un 11,6% en 2023 frente al 0,9% de los españoles

El informe es especialmente claro en el terreno económico:
el dinamismo laboral en Asturias depende ya, en gran medida, de la población inmigrante.

Solo en 2023:

  • Los trabajadores españoles crecieron un 0,9%

  • Los trabajadores extranjeros crecieron un 11,6%

La diferencia es abismal.
Sin este aporte, el mercado laboral asturiano estaría prácticamente estancado.

Además, su presencia es decisiva en sectores neurálgicos:

Sector% empleo inmigrante% empleo autóctono

Hostelería 24% 8%
Servicio doméstico 12% <2%
Construcción 11% 7%

Y gracias a la reforma laboral, el 49% de sus contratos ya son indefinidos, una mejora histórica respecto a la precariedad habitual del sector.

Concentración urbana: Oviedo y Gijón absorben el 61%

La inmigración no se distribuye de forma equilibrada por el territorio, sino que se concentra donde hay trabajo y servicios.

  • 61% vive en Oviedo y Gijón, que solo representan el 45% de la población total.

  • Con Avilés, Langreo y Mieres, la cifra sube al 71%.

En Oviedo, los barrios más poblados por inmigrantes son:

  • Pumarín

  • La Argañosa

  • Teatinos

Mientras tanto, 199 parroquias del medio rural no tienen ni un solo extranjero empadronado, y en otras 331 no llegan al 3%.

La brecha rural-urbana se amplía cada año.

Naturalización masiva: miles de personas ya son españolas

Otro dato clave del informe: la población inmigrante real es mucho mayor que la registrada como “extranjera”, porque miles de residentes han adquirido ya la nacionalidad española.

Entre 2013 y 2020:

  • 12.465 inmigrantes se hicieron españoles

Esto altera por completo la fotografía demográfica, porque muchos extranjeros desaparecen estadísticamente al obtener el DNI español.

Patrones destacados:

  • Los nacidos en Ecuador se han naturalizado masivamente.

  • Los rumanos, al ser europeos, apenas lo hacen.

  • Muchos nacidos en Bélgica son en realidad hijos de emigrantes asturianos retornados.

Asturias depende ya de la inmigración para sostenerse

Los datos del informe son claros y contundentes:

  1. La inmigración es el principal freno al envejecimiento del Principado.

  2. Es el motor del crecimiento del empleo y la cobertura de sectores estratégicos.

  3. Ha modificado la natalidad y rejuvenecido la pirámide demográfica.

  4. Se concentra en grandes ciudades, donde dinamiza barrios y servicios.

  5. El proceso de naturalización demuestra una integración profunda y sostenida.

Asturias entró tarde en la dinámica migratoria que vivió España desde los años 90, pero lo ha hecho de manera intensa, acelerada y ya imprescindible.

La inmigración no es una tendencia puntual: es el factor estructural que está evitando que la región pierda población aún más rápido y el que sostiene buena parte de su dinamismo social y económico.

El Principado encara ahora el desafío de gestionar esa llegada y convertirla en una oportunidad a largo plazo.

Porque, si algo demuestra el informe, es que el futuro de Asturias ya se escribe también con nombres que nacieron fuera.

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