La norma reduce a dos el mínimo de socios, simplifica la gestión interna, digitaliza trámites y crea nuevas figuras cooperativas pensadas para impulsar proyectos rurales, agroalimentarios y de emprendimiento local

Asturias entra en una nueva etapa para su economía social. La Consejería de Ciencia, Industria y Empleo ha culminado el trabajo conjunto con cooperativas, entidades representativas del sector y expertos jurídicos para alumbrar una nueva Ley de Cooperativas que sustituye a la normativa vigente desde 2010 y que, según el Gobierno regional, “moderniza en profundidad” la actividad de miles de profesionales y pequeñas empresas del Principado.

El consejero Borja Sánchez presentó los avances durante una visita a Valcor, la cooperativa asturiana recién creada tras la fusión de Cooperativa de Corvera y Agrovaldés, ejemplo vivo del nuevo modelo cooperativo que la ley quiere potenciar: más competitivo, más ágil y con más herramientas para crecer.

Sánchez destacó que el texto aprobado por el Consejo de Gobierno nace del “máximo consenso” entre las organizaciones sectoriales que integran el Consejo Asesor de la Economía Social. “Asturias necesitaba un instrumento legal más flexible, alineado con las reformas de las comunidades más avanzadas, y creemos que esta ley tendrá un respaldo amplio en la Junta General”, indicó.

Un sector clave: 169 cooperativas activas y casi 3.000 empleos

El peso de la economía social en Asturias es notable:

• 169 cooperativas activas con 2.977 trabajadores.

• 383 cooperativas y sociedades laborales en total, empleando a 5.054 personas.

• Más de 380 millones de euros de volumen de negocio.

Con estas cifras, el Principado quiere dar un impulso decisivo a un modelo empresarial que sostiene comarcas enteras y que, en muchos casos, es el corazón económico de zonas rurales.

Las claves de la nueva Ley de Cooperativas

La norma introduce cambios estructurales diseñados para que crear, gestionar y hacer crecer una cooperativa sea mucho más sencillo que hasta ahora.

1. Menos barreras de entrada: se podrá crear una cooperativa con solo dos personas

Hasta ahora se exigían tres socios.
Reducir el mínimo a dos busca facilitar la creación de proyectos, apoyar el emprendimiento rural y evitar la disolución de cooperativas pequeñas.

2. Capital social más flexible: solo se exigirá desembolsar el 25% al inicio

El mínimo continúa fijado en 3.000 euros, pero ya no será necesario pagarlo íntegramente al constituirse.
Esto permitirá que iniciativas emergentes arranquen con menos carga financiera.

3. Gestión adaptada al tamaño: menos órganos obligatorios para las cooperativas pequeñas

Desaparece la obligatoriedad del consejo rector en cooperativas con menos de diez socios.
Las más pequeñas podrán ser administradas por una única persona, simplificando decisiones y trámites internos.

4. Fiscalización interna proporcional

El órgano de intervención (control interno) solo será obligatorio cuando la cooperativa tenga cinco o más socios.
Las más reducidas no tendrán que asumir esa estructura.

5. Nuevas figuras cooperativas para la Asturias del siglo XXI

La ley crea o redefine varias modalidades pensadas para abrir nuevos espacios de innovación:

• Cooperativas agroalimentarias: sustituyen a las “agrarias”, integrando toda la cadena de valor, desde la producción hasta la comercialización.

• Cooperativas de impulso empresarial: auténticas incubadoras y aceleradoras de proyectos, ideales para emprendedores que empiezan.

• Cooperativas de desarrollo local: orientadas a dinamizar la economía y la cohesión social de municipios y comarcas.

6. Menos burocracia y más digitalización

La norma elimina obligaciones como publicar determinados acuerdos y reconoce oficialmente la página web corporativa como canal válido de comunicación y publicidad legal.
Una medida pensada para agilizar trámites, evitar desplazamientos y adaptarse al funcionamiento real de las empresas actuales.

Un marco legal que busca más innovación, más cohesión y más empleo

La nueva Ley de Cooperativas aspira a reforzar el ecosistema de economía social en Asturias, facilitando la creación de proyectos colectivos tanto en zonas urbanas como rurales.

El Gobierno regional sostiene que este marco renovado permitirá:

• que surjan nuevos proyectos con menos trabas,

• que cooperativas ya existentes ganen agilidad,

• que el sector agroalimentario modernice su estructura,

• y que pueblos y comarcas impulsen iniciativas de desarrollo local.

En definitiva, una apuesta por un modelo empresarial arraigado, más participativo y con capacidad para generar empleo estable, especialmente en territorios donde pocas alternativas empresariales prosperan.

La economía social asturiana, que ya ha demostrado resiliencia y capacidad para crear empleo incluso en épocas de crisis, se prepara ahora para dar un paso adelante con una ley que quiere estar a la altura de sus retos y su potencial.